El cierre de Gobierno de EEUU ha llegado a su fin, al menos durante tres semanas, según ha anunciado el presidente, Donald Trump. Republicanos y demócratas seguirán negociando durante este tiempo de cara a alcanzar un acuerdo definitivo sobre la frontera sur para poder presentar unos presupuestos definitivos.
En un discurso en la Casa Blanca, Trump dijo que aceptaría un proyecto de prórroga presupuestaria hasta el 15 de febrero mientras los dos partidos negocian medidas de seguridad fronteriza. Aun así, el presidente insistió repetidamente en la construcción de un muro, una línea que los demócratas no están dispuestos a cruzar.
La propuesta que altos cargos demócratas de la Cámara de Representantes han movido por Washington en los últimos días era la de dedicar 5.000 millones de dólares a seguridad fronteriza, sin incluir el muro. Ese dinero podría ir a más plazas de juzgados migratorios o a mecanismos para controlar los contenidos de los vehículos que crucen la frontera por puestos fronterizos legales, dijeron.
Insiste en el muro
Tras el anuncio, Trump dedicó la mayor parte de su discurso a repetir, casi literalmente, el mensaje que hizo el pasado 8 de enero en televisión, insistiendo en la necesidad de construir "muros o barreras" en la frontera, que "funcionan al 99%" para detener "drogas, bandas criminales y coyotes".
Tras la derrota de los dos proyectos presupuestarios -el de Trump y el de los demócratas- ayer en el Senado, los líderes de ambos partidos en la Cámara Alta se reunieron para negociar. Este acuerdo, aunque temporal, es suficiente para pagar los salarios a los funcionarios y volver a cargar de fondos a los ministerios y programas públicos que corrían riesgo de quedarse sin reservas para seguir operando.
Aun así, la insistencia de Trump en la construcción de un muro hace prever que esta misma batalla puede repetirse de nuevo el próximo 15 de febrero, ya que los demócratas han repetido numerosas veces que no están dispuestos a ceder pese a todas las referencias del presidente a la "cooperación bipartidista". Él mismo lo confirmó: "Si no aceptan un acuerdo justo, volveré a cerrar el Gobierno o firmaré una declaración de emergencia".
Más de un mes de parálisis
El conflicto actual se trata del tercer cierre del gobierno federal durante la presidencia de Donald Trump, y se ha convertido en el más largo de la historia. Buena parte de la Administración permanece cerrada desde el pasado 22 de diciembre, de forma que 800.000 funcionarios no han percibido sus salarios desde entonces, aunque 420.000 de ellos han tenido que seguir trabajando por considerarse servicios "esenciales".
De esta forma, se pone fin a una sangría que según las estimaciones de S&P Global Ratings habrá costado entorno a 1.200 millones de dólares del PIB de EEUU cada semana, es decir, cerca de 5.000 millones de dólares, una cuantía similar a la que Trump solicitaba a los legisladores para la construcción del muro fronterizo con México.
Aunque Trump amenazó con declarar una emergencia nacional que le permitiera destinar al Ejército para la construcción del muro, los expertos veían esta alternativa como perjudicial para la propia Presidencia, puesto que la medida acabaría en los tribunales, que podrían considerar que la situación actual no es digna de considerarse una emergencia y que por tanto la orden presidencial estaría fuera de lugar.
Este principio de acuerdo para acabar con el cierre del gobierno federal llega apenas unas horas después de que Trump se haya quejado de nuevo de la "mayor caza de brujas en la historia de nuestro país", tras la detención de su excolaborador Roger Stone por su relación en la posible injerencia rusa en las elecciones. "Los traficantes de drogas y de personas son tratados mejor", ha señalado, en alusión a dos de los colectivos contra los que quiere construir el muro en la frontera sur.
Greatest Witch Hunt in the History of our Country! NO COLLUSION! Border Coyotes, Drug Dealers and Human Traffickers are treated better. Who alerted CNN to be there?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 25 de enero de 2019