
El mercado mantiene durante los últimos meses una partida de cartas en la que ya se han repartido diferentes manos. Por un lado está la mano que ha llevado a las bolsas de Europa -incluida la española- a acercarse a sus primeros niveles de soporte en las últimas semanas. Por otro lado, la mano que ha llevado a Wall Street a lucir un trio de ases con el Nasdaq, el S&P 500 y el Dow Jones Industrial recuperando los niveles alcanzados en 2021. Es precisamente en esa mano en la que todas las miradas apuntan ahora al Russell 2000, que se ha situado como un actor invitado que podría acabar sumándose a la fiesta.
El índice que reúne a las compañías de pequeña y mediana capitalización norteamericanas se mantiene rezagado, y aún cotiza un 10% por debajo de los niveles históricos del año 2021. "Ese recorrido alcista hasta cruzar dicha barrera y completar el póquer de ases en EEUU es lo que alimenta mi optimismo", expresa Joan Cabrero, analista técnico y estratega de Ecotrader, quien no duda en que vaya a alcanzarlo.
"Sigo insistiendo en que no habrá motivos de preocupación mientras no se pierdan soportes clave, como los mínimos de septiembre (que he denominado línea amarilla) y los de agosto (línea roja)", explica. "Mi intención es mantener una exposición alta a bolsa hasta que el Russell 2000 alcance sus altos de 2021 y una vez cumplido ese objetivo, considero que será el momento adecuado para recoger beneficios parciales, especialmente en aquellas empresas que han experimentado subidas verticales en las últimas semanas", añade.
Y es que, los índices de Wall Street, con el tecnológico Nasdaq 100 al frente, acumulan una revalorización que en lo que va de año supera el 20% en el caso del S&P 500 y que para el inversor europeo es aún más fructífera si cabe con la dinámica que ha protagonizado el euro/dólar en las últimas semanas que ha llevado a quienes invierten desde el Viejo Continente en EEUU a acumular alzas superiores al 25% en el año.
De hecho, los fantasmas de una cierta exuberancia irracional como la que mencionaba el antiguo presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, se alimentarían con la consecución del cuarto año de registro alcista de los últimos seis en el que el S&P 500 logra alzas superiores al 20%. Una tendencia aún más acusada si se extrapola al Nasdaq 100 que suma su quinto ejercicio de los últimos seis con alzas superiores a esa cifra.
"A mi parecer, el año podría darse prácticamente por terminado una vez que el Russell 2000 alcance esos niveles, lo que podría coincidir con la finalización de las elecciones presidenciales en Estados Unidos", incide Cabrero, que destaca la fase de calma y tranquilidad que viven las bolsas ahora, pero que advierte que "este estado no durará para siempre".
También pone coto a las alzas las valoraciones de los analistas que ven al S&P 500 un potencial que no alcanza el 8% hasta los 6.300 puntos de cara a los siguientes doce meses y al Nasdaq un avance del 10% hasta superar los 22.380 puntos.
Indicios de avaricia y cercanía de las elecciones
En ese sentido, son varios los indicadores de mercado que empiezan a hacer pensar en cierto recalentamiento de las bolsas. El Índice de miedo y avaricia elaborado por CNN (fear and greed index) marca niveles de "codicia", aunque no esté en niveles extremos.
Y los indicadores para inversores institucionales de State Street, que brindan a los inversores información sobre el posicionamiento agregado y el apetito de riesgo de la cartera de miles de inversores institucionales en todo el mundo, va en la misma línea. Este índice, que representa anónimamente a billones de dólares en activos, terminó septiembre con un repunte de la asunción de riesgos.
De hecho, la asunción de riesgos fue la más elevada desde el año pasado, coincidiendo con la flexibilización de las políticas monetarias y el estímulo económico de la Reserva Federal y las autoridades chinas.
En este sentido, la celebración de los comicios electorales en EEUU se presenta como uno de los eventos más relevantes para el mercado de las últimas semanas. Sobre todo, ante la igualdad en intención de voto que reflejan hasta ahora las encuestas.
"Desde una perspectiva económica, una victoria de Harris podría no cambiar significativamente el panorama, dado su apoyo a muchas de las políticas de Joe Biden y la probabilidad de que tenga que lidiar con una legislatura dividida. En cambio, una victoria de Trump podría provocar un cambio más significativo. Su apuesta por los recortes fiscales y la desregulación podría traducirse en un crecimiento ligeramente superior al de Harris, pero la promesa de aranceles y las políticas antiinmigración también podrían provocar un aumento de la inflación", explica Caspar Rock, director de inversiones de Cazenove Capital (Schroders)