El pulso de los mercados bursátiles ha estado dictado por los vaivenes del escenario macro en lo que va de ejercicio. Antes de que estallara la guerra entre Rusia y Ucrania, en la madrugada del 24 de febrero, el año 2022 ya arrancó con importantes subidas de precio en todo el globo, que han impactado directa e indirectamente en gran parte de los sectores.
Sin embargo, ante esta complicada coyuntura, el Ibex español ha mostrado una mayor templanza de sus latidos que la bolsa europea, y ya le saca 10 puntos porcentuales en los primeros meses del año.
Mientras que el selectivo patrio se deja un tímido 1,1% en lo que va de año, el EuroStoxx 50, el índice que representa a las 50 mayores empresas de la eurozona por capitalización, pierde un 10,9%. Una ventaja del índice español respecto al del Viejo Continente que se repite si tomamos como punto de partida el inicio del asedio a Ucrania, donde el Ibex se anota una subida del 2,1% y el europeo, por su parte, pierde un 3,7%. De esta manera se observa que el índice patrio muestra mayor fortaleza o, por contra, los efectos de la guerra, la inflación y las políticas del BCE hacen más daño en los valores de los países vecinos.
Mayor ventaja en 16 años
Si el año finalizase con estos porcentajes, sería la mayor ventaja a favor del selectivo español desde 2006, cuando al cierre de ese ejercicio el Ibex sacó al índice paneuropeo más de 16 puntos porcentuales. Además, existe un patrón estadístico que favorece al Ibex si se analiza la evolución de ambos selectivos en el primer trimestre desde el año 2000. En los ocho ejercicios en los que el Ibex 35 ha subido más que el EuroStoxx hasta marzo -o que soportó mejor las caídas-, el conjunto del año también fue mejor para el índice patrio. Esto, como cualquier patrón estadístico, no garantiza que este 2022 también se vaya a producir el mismo efecto.
Uno de los motivos que sustenta el mejor desempeño del índice nacional es la exposición que tienen muchas de las empresas que lo forman al mercado latino y centroamericano.
El negocio en estas latitudes se ha visto favorecido por la coyuntura de la guerra en Europa, dado que los recursos naturales de estos países se han vuelto indispensables para el mercado global, lo que también tiene su reflejo en los mercados bursátiles en Latinoamérica, con el selectivo brasileño Bovespa subiendo más de un 10% en el año. Por contra, las compañías europeas tienden a exponerse más al mercado europeo, al asiático y al estadounidense que padecen los mismos efectos nocivos en sus economías.
Como ejemplo de lo anterior, algunas de las compañías más alcistas del Ibex en el presente ejercicio, como Banco Santander, BBVA, Iberdrola o Repsol, tienen un importante porcentaje de su negocio en un continente que está sabiendo sacar provecho al conflicto bélico en Occidente, bien por las materias primas o por el desempeño de las divisas de países como México o Brasil frente al euro. Así lo creen desde Bank of America (BofA), que expresan que, a medida que Rusia y Ucrania pierden su condición de productores mundiales dominantes, el principal beneficiario con exportaciones similares podría ser Latinoamérica, "donde las economías parecen estar bien posicionadas para alcanzar una correlación a largo plazo con el ciclo de las materias primas".
En este sentido, el gran peso de las energéticas y las utilities en el Ibex 35 es otra de las patas que sostiene el impulso del índice. Debido al bloqueo del gas y el petróleo ruso desde Europa, como una de las sanciones impuestas al país que preside Vladimir Putin desde el inicio del conflicto armado, las empresas dedicadas a estos sectores han conseguido revalorizarse gracias al mayor auge de las energías renovables para capear esta crisis.
Pero no solo esta industria se ha visto beneficiada por el contexto. El sector de la banca es otro de los grandes agraciados de este panorama de hiperinflación y la previsión de una subida de los tipos de interés en ambos lados del Atlántico. El gran peso de la banca dentro del selectivo nacional juega a favor del mismo en esta ocasión, con CaixaBank, Banco Sabadell y Bankinter -tres de las cinco entidades del Ibex- entre los 10 valores más alcistas del año, con subidas de más del 15% en los tres casos.

Así se ha reflejado en lo que va de 2022, donde el selectivo de las 35, a pesar de su recorte en el parqué, ha perdido menos que sus homólogos europeos, con el Cac francés recortando su valor un 8,5% y el Dax alemán un 11,4% (la bolsa de Londres es la gran anomalía dado que es la única que se mantiene en verde hasta la fecha).
La falta de presencia de valores tecnológicos había sido señalada años atrás como una de las deficiencias del mercado nacional y ahora son justo las compañías dedicadas a este sector las más bajistas del año del EuroStoxx, con Prosus cayendo un 34,3%, Infineon Technologies un 33,7% y ASML otro 19,9%. Esta última, junto a SAP y Louis Vuitton (LVMH) son las compañías que más lastran al índice europeo por su peso dentro del selectivo ya que entre las tres concentran una tercera partes del total de sus caídas.