
En un momento en que la marea verde está inundando de certificaciones a las compañías, gracias a una mayor conciencia con el tema de la sostenibilidad, los inversores con creencias religiosas también se muestran necesitados de una guía que les oriente sobre si las empresas de las que son o quieren ser accionistas actúan según los criterios de la doctrina social de la Iglesia Católica.
Altum Faithful Investing, una firma de asesoramiento financiero, regulada por la CNMV, ha elaborado un estudio en el que destaca cómo las empresas de menor capitalización del Ibex 35 sacan mejor nota que las más grandes, al cumplir mejor determinados requisitos.
Entre los criterios que se utilizan para realizar la valoración, se estudia si las empresas promueven la dignidad humana (respetando a sus trabajadores, ayudando a frenar la pornografía, incentivando la libertad de la persona frente a las adicciones, respetando la libertad religiosa), la promoción de la familia (valorando negativamente acciones y prácticas que ataquen activamente la concepción católica del matrimonio y la familia), la promoción de la vida humana (evitando por ejemplo empresas que fomentan el aborto, la anticoncepción, las armas indiscriminadas, la eutanasia o la investigación con células madre) y el cuidado y protección de la Creación, relacionado sobre todo con el medioambiente.
Y teniendo en cuenta estos criterios, resulta que 25 de las empresas que componen el índice de la bolsa española superan el proceso de análisis con buena nota, y son precisamente las que tienen una menor capitalización bursátil, frente a las que no cumplen con la moral católica, entre las que se encuentran las más grandes. Esto no significa que algunas de éstas no sean invertibles según dichos criterios. De hecho, Cellnex, Naturgy, ArcelorMittal y Caixabank sí lo son (ver gráfico), según el cribado realizado por elEconomista mediante la aplicación de Altum.

En algunas, como Ferrovial, Mapfre o Rovi, Altum no ofrece todavía una valoración porque se encuentran en conversaciones con estas empresas para aclarar algunos aspectos relacionados con los puntos de valoración.
Donde se producen los mayores incumplimientos, y de ahí la valoración negativa, suelen encontrarse los aspectos relacionados con la promoción de la familia. En Altum explican que esto se debe a que son compañías del Ibex que "dentro de su política filantrópica desde el año 2016 están donando de forma recurrente y sistemática a organizaciones que defienden, fomentan y en algunos casos participan en la práctica de abortos, como es el caso de Planned Parenthood en Estados Unidos".
Además, también hay algunas empresas del selectivo que "se posicionan públicamente en favor de apoyar leyes que restringen las libertades de la población, como el Equality Act en Estados Unidos, negando, por ejemplo, que la libertad religiosa y la libertad de conciencia sean un derecho fundamental de las personas y, por tanto, posicionándose en contra del artículo 18 de la Declaración de Derechos Humanos de 1948", sostienen en la firma de asesoramiento.
¿Y esto qué significa? Según Altuam, "la aplicación directa de estas leyes es, por ejemplo, que un médico no pueda objetar conciencia a la hora de la práctica de la eutanasia o el aborto". Y también existen empresas que "están directamente implicadas en las áreas de la anticoncepción y el aborto", por lo que reciben una mala nota en los aspectos de promoción de la vida, y como resultado final, aparecen como no invertibles para un católico.
Esto puede ayudar a explicar por qué los grandes bancos españoles, Santander y BBVA, son los que incumplen más criterios, con 10 y 16 incumplimientos respectivamente, o por qué aparecen en la lista negra multinacionales como Iberdrola, Inditex o Telefónica, que también cuenta con diez incumplimientos de la doctrina social de la Iglesia católica. Amadeus, Repsol, Siemens Gamesa e IAG tampoco serían muy adecuadas para un inversor que quiera ser coherente con los preceptos de su fe.
Resultado positivo
"La evidencia pone de manifiesto que este tipo de inversión [la basada en la moral católica] no conduce a una menor rentabilidad ni a un menor grado de diversificación, sino todo lo contrario. Así que estamos ante una filosofía de inversión que no solo ofrece resultados financieros que pueden competir perfectamente con la inversión convencional, sino que además arroja consecuencias positivas desde el punto de vista moral y ético", señala Altum en el estudio.
Aparte de la aplicación, donde se pueden consultar no solamente las compañías españolas sino las globales, e incluso compararlas con otras o tener datos concretos sobre países, según los mismos criterios, en Altum cuentan con una plataforma dirigida al inversor profesional donde se recoge con más detalle otros datos de interés relacionados con los incumplimientos.
Detrás de Altum se encuentran profesionales del mundo de la inversión con muchos años de experiencia, como su fundador, Borja Barragán, que trabajó anteriormente en bancos internacionales de la talla de Bank of America Merrill Lynch, Royal Bank of Scotland, Goldman Sachs o Julius Baer, entidad en la que creó Temperantia, el primer fondo de renta variable que seguía la doctrina social de la Iglesia católica.
Firmas como Altum siguen la corriente del faithful investing, que persigue invertir bajo los criterios de la moral cristiana a la hora de seleccionar los activos de las carteras, que en otros países como Estados Unidos está más desarrollado. y que en España está germinando por el interés de los inversores.