Bolsa, mercados y cotizaciones

Terremoto financiero en Turquía: qué está pasando en el país y cómo afecta a las bolsas y los mercados

  • Erdogan ha destituido al gobernador del banco central: el tercero en dos años
  • La lira turca sufre su mayor desplome desde 2018 y la bolsa también se hunde
  • BBVA acusa la inestabilidad porque está en Turquía a través de Garanti

Turquía vuelve al foco de las preocupaciones. Desplome de la lira, hundimiento de la bolsa, inestabilidad en los bonos... Todo ha comenzado con el movimiento sorpresa del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, al destituir al gobernador del banco central, Naci Agbal, solo cuatro meses después de nombrarlo. "Turquía está otra vez envuelta en una crisis de política monetaria", indican los analistas de Société Générale, que añaden que con este cese el país "pierde una de las últimas anclas que le quedaban de credibilidad institucional".

Agbal, un exministro de Finanzas cercano al gobernante partido islamista AKP, ha sido el tercer gobernador destituido por Erdogan en menos de dos años, y su cese se produce apenas días después de que el organismo monetario aumentara en dos puntos porcentuales el tipo de interés básico del país eurasiático, que pasó del 17 al 19%.

Oxford Economics: "El desplome de los activos turcos evidencia la preocupación de los inversores... que ahora presagian una flexibilización prematura de la política monetaria y una nula credibilidad del banco central turco"

No obstante, la historia ya viene de atrás. El gobernador, ahora cesado, empezó a aumentar los tipos de interés, como demandaban los mercados, y durante su breve mandato subieron del 10,25% al 19%, lo que parece no haber gustado al presidente. Erdogan, recuerda EFE, es un conocido crítico de los tipos de interés y considera, en contra de las ciencias económicas tradicionales, que subir intereses genera inflación, cuando la ortodoxia financiera asume lo contrario.

La inflación se situó en el 15,6% en febrero aunque algunos la sitúan muy por encima de ese valor. La economía turca creció el año pasado, a pesar de la pandemia, oficialmente un 1,8%. Ahora, como en otras ocasiones, los inversores están deshaciendo posiciones y vendiendo liras turcas de forma masiva, lo que va a tener un impacto negativo sobre la economía, la inflación (que subirá más) y los mercados financieros.

"Es probable que la inflación se acelere a medida que la lira vuelva a caer, las expectativas de inflación aumenten y varios factores globales pesen aún más sobre la situación", asegura a la CNBC Erik Meyersson, economista senior de Handelsbanken Macro Research en Estocolmo. "Se necesitará mucho de las autoridades turcas para evitar otra crisis financiera en el próximo período", lamenta.

Per Hammarlund, analista del banco sueco SEB, advierte de que a partir de ahora veremos gran volatilidad, "con una lucha entre las salidas de divisas, las intervenciones del banco central y los compradores de gangas, pero muy pronto Turquía tendrá que elegir si usa o no el arma de los tipos de interés y los controles de capital para estabilizar la moneda", advierte este experto.

Como nuevo gobernador, Erdogan ha optado por Sahap Kavcioglu, un exdiputado del AKP y doctor en Finanzas, que ha trabajado en el pasado en bancos privados y estatales del país. Con estos despidos, Turquía echa por tierra el principio de un banco central autónomo, considerado como clave para gestionar la economía y moneda de un país.

Sahap Kavcioglu se ha comprometido a "utilizar las herramientas de política monetaria de manera efectiva en línea con el objetivo principal de lograr una caída permanente de la inflación". Sin embargo, aunque esto fuese cierto, tener las herramientas no quiere decir que se vayan a usar. El Gobierno de Ankara tendrá la última palabra.

"Promesas huecas"

Maya Senussi, economista de Oxford Economics, asegura que estas promesas "suenan huecas en el contexto del despido de Agbal, quien había pasado los últimos meses tratando de reconstruir la confianza perdida... Además, ahora la debilidad resultante de la lira turca elevará la inflación y es posible que el nuevo gobernador no tenga la libertad de actuar para controlar eficazmente estas presiones", sentencia la experta.

Tras este golpe de mando de Erdogan, la lira ha entrado en pánico y este lunes ha llegado a perder cerca de un 14% en su cruce con el dólar, firmando su mayor desplome desde 2018. "Es una decisión verdaderamente idiota de Erdogan y los mercados están expresando sus opiniones este lunes con una reacción desagradable", apunta Timothy Ash, estratega senior de mercados emergentes de Bluebay Asset Management.

La divisa, que había recuperado un 18% con Agbal, ha sido un quebradero de cabeza para el país en los últimos años. Murat Uysal, el gobernador despedido en noviembre pasado, cayó por no actuar contra la caída de la lira turca, que perdió un tercio de su valor en 2020.

"Es la sorpresa más grande que he tenido en más de 20 años de carrera laboral", ha asegurado al WSJ Paul McNamara, director de inversiones de GAM Investments en Londres, que administra activos de mercados emergentes. El analista reconoce que había apostado por la apreciación de la lira en los últimos meses a través de contratos de divisas a plazo, es decir, acuerdos para comprar o vender una divisa a un precio predeterminado en una fecha determinada. McNamara espera una alta volatilidad en la lira esta semana, ya que el mercado esperará a ver con más claridad las políticas de Kavcioglu.

La bolsa de Turquía también acusa la inestabilidad generada en el país. La bolsa de Estambul llega a dejarse en torno a un 10% en este inicio de semana. Las caídas son de tal calado que inmediatamente después de su apertura, el parqué sufrió lo que el diario turco Hürriyet describe como un "cortocircuito del sistema" y, tras retomar momentáneamente la actividad una hora más tarde, volvió a bloquearse.

El fondo cotizado en bolsa iShares MSCI Turquía, que cotiza en Nasdaq, registra pérdidas que superan el 17% en las operaciones previas a la apertura de Wall Street. La renta fija local también refleja el miedo inversor y las rentabilidades suben como la espuma. Los rendimientos de los bonos turcos a diez años han llegado a dispararse 500 puntos básicos, hasta superar el 19%. 

BBVA, BNP, ING...

Pero los problemas no se limitan a Turquía. Las firmas internacionales con negocios en el país también sufren la inestabilidad. El caso más palpable es el de BBVA, que se ha empeñado en mantener su participación (de casi la mitad) en Garanti, el segundo mayor banco privado del país. 

Las acciones del banco español se han dejado un 7,72% en el Ibex 35. Y es que Turquía es uno de sus principales mercados. La entidad ha ido comprando acciones de Garanti desde finales de 2011. De hecho, el área turca le aportó el año pasado el 18% del beneficio neto recurrente (sin extraordinarios) y el 16% del margen bruto (excluyendo centro corporativo), recuerda Renta 4.

El francés BNP Paribas, el holandés ING o el italiano Unicredit también tienen intereses el el imperio otomano. Sus acciones también registran caídas en sus respectivas bolsas, pero en menor media que BBVA.

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