
BBVA no deja de perder año tras año cuota de mercado en Turquía -su tercer país más importante- desde que se hiciera con el control de Garanti. De acuerdo con sus propias cifras, por volumen de activos acapara el 8,1% del sector financiero otomano, un porcentaje que contrasta con el 12,1% de 2014, cuando se hizo con el poder de la entidad y pasó a ostentar casi un 50% del capital. En 2018 se situaba en el 9,5%.
La filial del grupo español, con esta bajada, se sitúa en la quinta posición del ranking el sistema bancario turco, habiendo sido superado por los estatales Halkbank y Vakifbank. Aún así, el banco conserva el segundo escalafón entre los bancos privados del país y solo superado por Turquiye (Isbank).
BBVA, como el resto de rivales con capital privado, se han visto sometidos a una competencia sin igual de los bancos públicos, que han sido utilizados por el régimen de Erdogan para financiar determinadas políticas con las que intentar salvar la maltrecha economía otomana, que desde 2018 se encuentra en el foco del huracán de los inversores y que tanto preocupa a los analistas y reguladores por una inflación disparada y una moneda sumamente devaluada.
De hecho, el BCE y el Banco de España han expresado los temores de la aventura del grupo español en el país del Bósforo, por la incertidumbre desatada con virulencia hace dos años y medio y tras la pandemia del coronavirus, más recientemente.
Algunas casas de análisis no descartan, que pese a estas advertencias, BBVA eleve su participación en Garanti con el sobrante de solvencia que tendrá una vez culmine la venta de su franquicia en Estados Unidas, afronte el ERE que tiene previsto lanzar y reserve una partida para cumplir con el compromiso de recomprar un 10% de sus títulos como dividendo extraordinario a los accionistas.
Aunque se presidente Carlos Torres haya negado un aumento de la inversión en Garanti, lo cierto es que el consejero delegado Onur Genç frenó la operación de absorción del Sabadell con el fin de destinar los recursos a su país de origen.
Desde que BBVA aterrizara en Turquía ha desembolsado algo más de 7.000 millones de euros en la compra de su participación de control. En la actualidad, las minusvalías rondan los 3.100 millones de euros, de acuerdo con la cotización. Con un aumento de su presencia, el banco podría retener mayores dividendos así optimizar parte de la inversión, algo que ha venido haciendo el Santander en los últimos ejercicios con su división de Estados Unidos, por ejemplo.
Prudencia
Sin embargo, la situación por la que atraviesa Turquía obedece a la prudencia. El Banco de España indicaba la semana pasada que "es un país sistémico y materialmente significativo desde la perspectiva financiera", en un análisis sobre esta economía en la que también admitía que la crisis se había contenido en 2020 gracias a las medidas de impulso de la economía.
Garanti aporta el 14,3% de los beneficios anuales de BBVA y el 8,1% de los activos. Hace unos años, antes de la crisis de la lira, la filial llegaba a suponer el 20% de las ganancias del grupo.