
Los ahorradores en planes de pensiones han sufrido las consecuencias de dos de las peores debacles que ha vivido el mercado en los últimos años. Por un lado, la guerra comercial entre Estados Unidos y China con el cruce de imposiciones arancelarias, a finales de 2018, provocó un desplome del 20% del S&P 500 que arrastró al resto de índices mundiales. Y, por otro, la extensión de la pandemia del Covid 19 y los confinamientos severos que conllevó a mediados de marzo de este año derrumbó hasta un 34% a la principal referencia bursátil de Estados Unidos, con la consiguiente onda expansiva al resto de bolsas. En el caso del Ibex, la caída le llevó a perder hasta un 30% y únicamente los anuncios de las compañías farmacéuticas de que sus vacunas tienen una alta efectividad ha ayudado a recuperar parte de las pérdidas.
Estos dos movimientos sísmicos se han dejado notar en la rentabilidad de los planes, productos de perfil generalmente conservador en España dada la edad en la que se comienza a ahorrar para la jubilación y donde la mayor parte del patrimonio se concentra en planes de renta fija. De esta forma, los productos de deuda a corto plazo pierden un 0,60% a tres años mientras que los de deuda a largo plazo solo ganan un 0,39%, según Inverco, con datos hasta septiembre. A cinco años, el rendimiento es igual de decepcionante, con una pérdida del 0,21 en el caso de los planes de renta fija a corto plazo y un 0,62% en el caso de los planes con mayor duración. Los planes de renta variable han visto como su rentabilidad a tres años se reduce al 1,84% y un año caen un 2,29%.
Estos porcentajes muestran la dificultad de recuperar el rendimiento de las carteras en un mundo que todavía sufre los estragos del coronavirus, con unos sectores que siguen tirando de las bolsas como las firmas tecnológicas mientras otros siguen pendientes de las vacunas para recuperarse, con un entorno de tipos de interés bajo mínimos. Y necesitado de las inyecciones masivas de liquidez de los bancos centrales y los gobiernos para salir a flote, donde los activos que tradicionalmente habían aportado rentabilidad ya tienen agotado su potencial. En este contexto, ¿cómo realizar la reconstrucción de las carteras, qué tipos de activos tener en cuenta para que los planes se comporten mejor?
Repensar estrategias
Jaime Martínez, director global de 'asset allocation' de BBVA Asset Management, explica que el nivel tan bajo, incluso negativo, de los tipos de interés en la eurozona actualmente, supone un enorme reto para construir carteras, especialmente para los inversores más conservadores, ya que "el componente de renta fija de toda cartera ofrece unas rentabilidades esperadas muy bajas tanto respecto de su historia como en términos absolutos y ajustados por la inflación".
El ahorrador va a tener que asumir otro tipo de riesgos, lo cual no tiene por qué suponer un mayor riesgo global de la cartera, y los gestores de los planes tendrán que ser más creativos para encontrar activos rentables
"En Dunas Capital tenemos claro que la gestión tradicional de planes de pensiones no va a servir de mucho en los próximos años, con lo que más que reconstruir las carteras lo que habrá que hacer es repensar las estrategias de los mismos, dado que la situación de tipos extraordinariamente bajos va a perdurar durante mucho tiempo, y aún sería peor en un escenario de subida de tipos producido por la caída en los precios y, por ende, en los valores liquidativos de los productos conservadores. El ahorrador va a tener que asumir otro tipo de riesgos, lo cual no tiene por qué suponer un mayor riesgo global de la cartera, y los gestores de los planes tendrán que ser más creativos para encontrar activos rentables", apunta Alfonso Benito, director de inversiones de la firma.
Esa creatividad va a ser más necesaria sobre todo en los planes de renta fija, donde los bonos ligados a la inflación, la deuda subordinada, los bonos de alta rentabilidad o high yield y la renta fija asiática tendrán que formar parte del vocabulario de los ahorradores si quieren entender los subyacentes de las carteras de sus planes. Javier Turrado, director comercial de Bankinter Gestión de Activos, apunta que el entorno de bajos tipos de interés y las previsiones de baja inflación, provocan una situación en la que las carteras de renta fija tienen que incrementar las duraciones, el peso en periféricos y, sobre todo, cambiar la distribución tradicional en la que se tenía mayor ponderación en los activos gubernamentales. "Hoy en día, y de cara a los próximos años, las carteras tendrían que tener mucho mayor peso en activos corporativos, no sólo de buena calificación crediticia sino también incorporar 'high yield' y emergentes", asegura.
"En renta fija gubernamental las expectativas de inflación son un factor muy relevante a la hora de asignar activos. La política monetaria fuertemente expansiva y la tolerancia que han mostrado los banqueros centrales a la inflación hace que cada vez le demos más importancia a los bonos ligados a la inflación frente a los de cupones fijos, aunque a corto plazo aún será difícil ver repuntes inflacionistas dada la situación económica", señala Antonio Fernández Vera, presidente de Renta 4 Pensiones, firma que tiene una visión "constructiva" en renta fija privada. "En 'high yield', bonos híbridos y subordinados sigue habiendo oportunidades de rendimiento en un mundo donde los tipos de interés seguirán bajos durante largo tiempo. En 'investment grade', el recorrido se ha quedado muy limitado, pero la intervención de los bancos centrales hará que sea una clase de activo muy estable", subrayan.
José Miguel Palacios, gestor de planes de pensiones de DWS, asegura que esta búsqueda de alternativas de rentabilidad va a permanecer ya que, aunque la pandemia se vaya controlando, la recuperación será desigual debido a los desequilibrios generados. "Vemos los mercados de bonos sobrevalorados a largo plazo. En algún momento se atisbarán señales inflacionistas que provocarán una subida de los tipos a largo, afectando negativamente a la valoración de bonos y acciones. Para nuestros fondos de pensiones, nos gustan los activos más inmunes a los devenires cortoplacistas, tales como acciones seleccionadas de crecimiento, activos alternativos y bonos corporativos de calidad. Debemos entender que el mundo se encuentra en un momento de cambio acelerado, lo cual se refleja en el comportamiento de los distintos activos financieros, mucho más volátil y dispar. Y 2021 no será distinto", sostiene.
Deuda emergente
Para Jaime Martínez, director global de 'asset allocation' de BBVA AM, los títulos de renta fija de países emergentes aportan un componente de diversificación en las carteras de renta fija, por la mayor rentabilidad que ofrecen, pero sin olvidar que esto implica también un riesgo mayor.
En Arquia Gestión explican que en renta fija aplican una doble estrategia. "Compramos una gran cantidad de activos de alta calidad, que puedan revalorizarse en caso de caídas, combinados con un porcentaje de cartera relativo en ideas que aportan alta rentabilidad y que nos parecen aún atractivos, como emisiones híbridas europeas o incluso bonos emitidos en países como China", señala Josep Bayarri, director de gestión de activos y análisis de la firma.
En renta variable, "sigue siendo el activo con mayor valor relativo, y seguimos sobreponderados en compañías con balances sólidos. Ni apostamos claramente por las compañías tecnológicas, ni apostamos por el 'value', sino que nos centramos en empresas sólidas, líderes en sus mercados, que incorporan la tecnología en sus negocios y donde las ventas siguen creciendo a pesar de las dificultades económicas del momento. Y obviamente, no perdemos de vista los valores más cíclicos, que más han sufrido la pandemia, en especial los enfocados al turismo y al ocio. Pero creemos que aún es pronto para hacer este salto", apunta el responsable de análisis de Arquia Gestión.
Esta opinión es compartida por el resto de firmas consultadas para quienes, aunque las últimas subidas de las bolsas han demostrado el deseo de los inversores de volver a recuperar la normalidad, rotando hacia sectores y compañías más cíclicas, la recuperación sigue dependiendo todavía de cómo evolucione la pandemia y cuándo se pueda distribuir la vacuna finalmente. "En la renta variable, sectores como tecnología, salud y consumo debieran de considerarse estratégicos y mantener un peso importante en las carteras. No solo por los cambios en las ponderaciones de los índices, sino también porque se han producido modificaciones en los hábitos de consumo y comportamiento que permanecerán e incluso se incrementarán con el paso del tiempo. Asimismo, hay otros sectores que se modularán de manera táctica en función del momento del ciclo económico (industriales, materiales, servicios de telecomunicaciones) y otros que indudablemente van encaminados a ir reduciendo su protagonismo (energía)", señala Turrado.
Javier Sáez, consejero delegado de Fineco, explica que han ido ganando presencia en "megatendencias que creemos van a marcar las empresas ganadoras: crecimiento asiático, inversiones en infraestructuras que van a ser foco de inversión pública y privada, ligadas muchas veces a la sostenibilidad medioambiental, y sectores que han demostrado en esta pandemia ser estratégicos. Son algunas de las ideas con mayor foco en las carteras".
Bolsa europea
En Renta 4, por su parte, consideran que la bolsa europea está ahora en una mejor posición ya que, por su composición, "puede verse favorecida por un repunte cíclico en la segunda mitad de 2021. Y los posible frenos a la expansión fiscal en EEUU y la vuelta al tablero de las tensiones comerciales colocan en una situación menos favorable a las bolsas asiáticas y estadounidense", subraya Antonio Fernández Vera, presidente de Renta 4 Pensiones, pero advierte de que "en el camino aún nos pueden quedar nuevas olas de contagios por lo que la actividad económica de los próximos meses aún es incierta. El sostén de la política fiscal sigue siendo básico y el riesgo de que se retiren estímulos prematuramente por las expectativas que ha generado la vacuna es elevado", señala.
En Santalucía AM también han incrementado su apuesta por la renta variable en las últimas semanas. Luis Merino, responsable de renta fija y selección de fondos, subraya que, aunque mantienen un enfoque global en las carteras, "estamos sobreponderados frente a los índices y, por geografías, estamos sobreponderados en renta variable europea frente a la norteamericana y hemos reducido exposición a bolsa española".
Esta situación lleva a Alfonso de Benito, director de inversiones de Dunas Capital, a incidir en la necesidad de una gestión "global, activa y flexible" de los planes de pensiones, teniendo en cuenta que "el predominio de unas comisiones ajustadas son un elemento añadido a considerar, mucho más atractivo e interesante que el regalo anual de la campaña de Navidad que ofrecen algunas entidades".
Un aspecto que también subraya el CEO de Fineco: "Es necesario aplicar unos gastos mínimos para obtener un plus de rentabilidad, y más en un producto de ahorro a largo plazo, donde los bajos costes adquieren especial relevancia para lograr un capital acumulado mayor".