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Madrid
El paso de sábado al domingo, España entera dejará atrás un Estado de Alarma que ha durado casi 100 días y que ha dejado un sinfín de noticias y vuelcos, también en los mercados. Sin embargo, en los parqués, la alarma parece ya cosa del pasado, más de los días de marzo que de los de mayo, y ya tampoco se esperan rebrotes de este pánico vendedor, al menos, de momento.
El Covid-19 sigue y seguirá siendo la principal preocupación de los mercados. No obstante, ya no será la única ya que "no podemos olvidar que otros muchos riesgos como el periodo de transición del Brexit, las tensiones geopolíticas entre EEUU y China y las elecciones presidenciales americanas", apunta Esty Dwek, directora de estrategia global de Natixis IM. Esto es algo que también se ha dejado entrever en la última encuesta de gestores, publicada esta misma semana.
Esta relajación relativa ha vuelto a dejarse notar en las bolsas mundiales, que han cerrado la semana con importantes ganancias que han ensanchado otra vez la brecha entre Europa y el Ibex, el cual ha sido el menos alcista de estas últimas cinco sesiones, con un ascenso del 1,67%. La otra cara de la moneda ha sido el Ftse Mib, que ha ascendido más que los demás desde el lunes, en concreto, un 3,87%. La referencia del Viejo Continente, el EuroStoxx 50, se ha anotado más de un 3,66% en la semana, acercándose a los 3.300 puntos.
Estratégicamente, este ascenso aleja más la zona de compra adecuada desde el punto de vista técnico, que se queda a un 17% de caída (los mínimos de mayo) y solo aportaría un ascenso potencial de apenas el 4% hasta el techo del rebote. "Este rebote no ha conseguido alejar los riesgos de ver una corrección bajista más amplia que lleve a los índices a los mínimos de mayo como son los 2.710 puntos del EuroStoxx", apunta Joan Cabrero, asesor de Ecotrader. "Hasta ahí no somos partidarios de plantearse compras con una orientación a medio/largo plazo", añade.
"Ahora bien, en el caso de que es rebote a corto plazo fuera capaz de cerrar los huevos bajistas abiertos en la zona de los 3.300 puntos, estaríamos ante una señal de fortaleza que invitaría a pensar que estamos más ante un contexto consolidativo lateral que en un proceso correctivo profundo", concluye el experto.
La última semana de la primavera no ha estado copada por muchos indicadores económicos como las anteriores sino por la celebración de un Consejo Europeo que no ha conseguido cerrar un acuerdo para el reparto del fondo de reconstrucción para sus estados miembro. Asimismo, frente a los rebrotes de la pandemia que ha habido en China, México y Alemania, se han puesto sobre la mesa más estímulos por parte de la Fed, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra. Además, este viernes coincidía con la segunda cuádruple hora bruja del año, fecha en la que vencen los futuros y las opciones sobre acciones e índices y que suelen aportar más volatilidad a las operaciones.
Pese a esta circunstancia, el índice del miedo (el Vix) se ha relajado en los últimos días, pasando de los 40 puntos que llegó a marcar la semana pasada y que eran máximos de abril a los 30 enteros en los que cerró la jornada del viernes.
Ence, la más alcista de la semana
Dentro del parqué nacional, lo más destacado de la semana ha sido el fuerte rebote de Ence (la mejor recomendación del Ibex), que se ha anotado casi un 10% después de certificar su permanencia en el Ibex y de el espaldarazo que ha supuesto que los Urrutia (6% del accionariado) hayan elevado su peso en el capital. Cellnex y Red Eléctrica también se han elevado por encima del resto, más de un 7% desde el lunes. Por contra, Telefónica, Repsol y Siemens Gamesa han sido los valores más bajistas. Esta última, tras anunciar el cese de su consejero delegado, Markus Tacke y el nombramiento de su sucesor, Andreas Nauen.
En el resto de los mercados, el precio del oro se ha elevado un 0,6% en la semana hasta los 1.740 dólares por onza, máximos de hace un mes. Por su parte, el precio del crudo también ha continuado su ascenso, de más de 10 puntos porcentuales desde el lunes, cosechando nuevos máximos desde el desplome de marzo, sobre los 42 dólares por barril en el caso del Brent. Por último, fuertes compras de deuda periférica en el Viejo Continente que dejan la prima española en 91 puntos y el bono español por debajo del 0,50%, algo que no había ocurrido en los últimos 100 días.
