
El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) ha decidido aumentar sus esfuerzos para hacer frente a la crisis del coronavirus, al igual que han hecho otros bancos centrales. En concreto, elevará su programa de compras de deuda en 100.000 millones de libras, hasta un total de 745.000 millones (cerca de 835.600 millones de euros), tal y como esperaba el mercado.
Además, el organismo monetario británico ha votado de forma unánime por mantener el tipo de interés en el 0,1%. "El comité desvió el debate sobre las tasas negativas", destaca la consultora Oxford Economics.
El BoE ha dejado claro que no tiene intención por el momento de llevar el 'precio del dinero' al terreno negativo. La gestora PIMCO ya anticipó que era "improbable" que el banco central se atreviera a dar el paso este jueves. Pero el Departamento de Análisis de Renta 4 indica que es una posibilidad que "el mercado empieza a considerar para marzo de 2021".
"No descartaríamos tasas negativas más adelante, particularmente si la recuperación económica resulta ser más turbulenta [de lo esperado]", opina James Smith, analista de ING.
En declaraciones posteriores a la reunión, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha destacado los "problemas importantes en torno a la implementación y la comunicación" de los tipos negativos.
Por tanto, y teniendo en cuenta la unanimidad en la votación de hoy y la falta de referencias a los tipos negativos en el comunicado emitido por el BoE, todo apunta a que siguen sin estar encima de la mesa o, al menos, siguen sin ser una de las herramientas monetarias favoritas del organismo.
Presión de los datos 'macro'
El Banco de Inglaterra necesitaba hacer más. El Reino Unido se encuentra inmerso en la mayor recesión de las últimas décadas y la inflación ha caído hasta el 0,5%, frente al objetivo que se marca el banco central del 2%.
La pandemia de la covid-19 ha golpeado con dureza (también) a la economía británica. El producto interior bruto (PIB) del Reino Unido se contrajo más de un 20% en abril, "la mayor caída nunca vista", tal y como declaró Jonathan Athow, subdirector nacional de estadísticas de la ONS (el centro estadístico oficial británico). Además, el PIB ya sufrió una caída del 6% en marzo.
Es por ello que la gran mayoría de los analistas daba por hecho que el BoE hoy daría un paso más allá, en línea con los esfuerzos adicionales que han tomado recientemente otros organismos monetarios como el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal de EEUU (Fed) y el Banco de Japón (BoJ), entre otros. Ayer mismo el Banco Central de Brasil (BCB) bajó los tipos de interés al mínimo histórico del 2,25%.
Las compras de deuda se agotarán a final de año
De esta manera, ante la "severa alteración económica y financiera" provocada por el coronavirus, reconoce el organismo en su comunicado de hoy, ha decidido incrementar hasta 745.000 millones de libras su programa de compras de bonos gubernamentales de Reino Unido. La decisión ha sido tomada por ocho votos favorables y uno en contra.
El BoE "espera que se complete el programa, y que el stock total de compras de activos alcance los 745.000 millones de libras, en torno a finales de año", según reza el documento. La gestora PIMCO calcula que ya ha completado el 70% del programa original. Con todo, el organismo avisa de que lo mantendrá "bajo revisión".
Asimismo, el Comité de Política Monetaria (MPC, por sus siglas en inglés) ha optado de forma unánime por mantener su programa de compras de bonos corporativos de grado de inversión no financiera y de bonos del gobierno ya existente, por 200.000 millones de libras.
Una caída menos "severa"
"La (actual) situación sin precedentes implica que las perspectivas para el Reino Unido y la economía mundial son inusualmente inciertas", alerta una vez más el BoE.
No obstante, el banco central británico considera que la caída del PIB mundial y del Reino Unido en el segundo trimestre de este año (es decir, entre abril y junio) "será menos grave" de lo que calculó en su reunión de mayo. Aunque reconoce la dificultad de hacer una "conclusión clara" sobre la recuperación económica posterior a la pandemia.
La evidencia de los indicadores en tiempo real sugiere que el PIB comenzó a recuperarse a partir de abril. Los datos de muestran cierta recuperación en el gasto del consumidor en mayo y junio, y la actividad en el mercado inmobiliario ha comenzado a recuperarse recientemente, según se desprende del comunicado del BoE.
Aún así, el organismo británico admite que "incluso con la relajación de algunas restricciones relacionadas con la covid sobre la actividad económica, es probable que persista un cierto grado de comportamiento preventivo por parte de los hogares y las empresas".
Por otro lado, la tasa de desempleo de la EPA se mantuvo sin cambios en el 3,9% en los tres meses que van hasta abril. Pero otros indicadores más oportunos del recuento de subsidios por desempleo y las vacantes de empleo sugieren que el mercado laboral se ha debilitado materialmente. Después de la adopción del esquema de retención de empleos por el coronavirus, es probable que un mayor número de trabajadores sean despedidos en el segundo trimestre, según el BoE.
En cuanto a la inflación, el Banco de Inglaterra vaticina que caerá aún más "en los próximos trimestres", alejándose así de su objetivo del 2%.