
La deuda soberana europea vuelve a sufrir una nueva ola de ventas. Los intereses en buena parte de los países se elevan a máximos del año y los de Italia vuelven a rozar los niveles de antes del anuncio del BCE de compras de deuda de 750.000 millones de euros. Las primas de riesgo vuelven a crecer, mientras el banco central estudia aceptar como colateral bonos basura en sus programas de adquisición de activos. La española escala a máximos de junio de 2016 sobre los 160 puntos con el bono a diez años al 1,14%.
El mercado está comenzando a poner a prueba el compromiso del BCE para evitar que la actual crisis termine en una nueva crisis financiera. No es casualidad que las primas de riesgo hayan recuperado los niveles previos al anuncio del banco central de lanzar el programa de compras de emergencia ante la pandemia (PEPP) de 750.000 millones de euros, con Italia a la cabeza. La rentabilidad del bono transalpino supera el 2,6% y la prima de riesgo supera los 260 puntos básicos. Aunque en esta jornada las mayores ventas se está produciendo en bonos de mayor calidad, como los austriacos, franceses y holandeses.
El próximo viernes la agencia S&P tiene previsto revisar el rating de la deuda italiana. El rating del país se encuentra dos niveles por encima del bono basura y con perspectiva negativa. Un recorte encendería el miedo a una crisis de deuda soberana, como la vivida en 2012 con Grecia y que estuvo a punto de romper el euro. Italia quedaría muy cerca de quedarse fuera del paraguas del BCE y agudizaría aún más la crisis. La tercera economía de la Unión Europea no tendría al acceso al mercado para refinanciar su enorme deuda, que roza el 130% del PIB y superará el 150% según el FMI, y los bancos italianos se quedarían a la intemperie sin el oxígeno del BCE.
Y todo ello con una nueva cumbre de la Unión Europea de fondo para discutir el plan de ayuda a los países con más problemas por el coronavirus. Según avanza Bloomberg, el BCE mantendrá esta noche una reunión clave para estudiar si acepta bonos basura como garantía en las operaciones de préstamo al sector financiero.
Las actuales reglas del BCE dejarían fuera a la deuda italiana si S&P, Moody's, Fitch Ratings y DBRS rebajan el rating a bono basura. Esta es una de las razones por el cual el mercado de deuda se está volviendo a tensionar. "Sería otro cambio de juego" si el BCE decide aceptar los bonos basura como garantía, apunta Piet Christiansen, estratega jefe del Danske Bank . "Pasar de no querer tocarlos a discutirlo ahora es otro punto que demuestra que el BCE realmente está haciendo un esfuerzo adicional".
El BCE ya ha dado pasos en la dirección de aceptar activos de alto riesgo en su balance
El BCE ya ha dado pasos en esa dirección con los bancos suavizando las garantías para acudir a las subasta de liquidez a principio de mes. "Cuando se trata de empujar, el Banco Central Europeo siempre ha hecho lo necesario para evitar que la zona del euro se desgarre, al menos eventualmente. Del mismo modo, es poco probable que permita rendimientos crecientes para llevar a Italia a una crisis de deuda soberana", comenta David Powell, economista de Bloomberg.
El día que abrió la mano con los bancos para que acudieran en masa a las próximas TLTRO-III, también aceptó bonos griegos como lateral, una medida que fue anunciada en el PEPP. Curiosamente fue en el mismo día, en el que dentro del Eurogrupo chocaron el bloque del norte con los países del sur por los coronabonos.
Como desde 2011 con Grecia, quien está empezando primero a sufrir las ventas de deuda está siendo el miembro más débil del euro. Italia está siendo el país más golpeado por el COVID-19 y la economía que presenta mayores desequilibrios. Las medidas adoptadas por el Gobierno todavía incide más en ellos. Italia se ha convertido en la presa más fácil para el mercado y los inversores están comenzando a cuestionarse si es sostenible esta situación.
El mercado desafía al BCE ante la falta de acuerdo político
Lo que viene después es una espiral de ventas de deuda italiana hasta que la subida de intereses sea insostenible para el país, terminando por arrastrar al resto de países. La prima de riesgo de la deuda española sube este miércoles por encima de los 160 puntos básicos, doce más que en la jornada anterior, lo que supone su nivel más alto desde junio de 2016.
El alza de la prima de riesgo se produce al mismo tiempo que el interés del bono español a diez años (es decir, a largo plazo) eleva su rentabilidad sobre el 1,14% .
Está por ver si el BCE logra evitar la tensión en los diferenciales. Los inversores muestran sus reticencias de cara al Consejo Europeo de mañana jueves. Los líderes de los países miembro de la Unión Europea (UE) discuten debatirán el plan económico coordinado con el que el bloque busca afrontar la crisis del coronavirus.
Esty Dwek, analista de Natixis IM Solutions, espera "pocos resultados concretos" de la reunión de mañana. Una sensación de incertidumbre generalizada.
Por ello en la jornada no solo aumenta la prima de riesgo española, sino también las de los países denominados "periféricos" de Europa.
Mañana en la cumbre de jefe de Estado de la UE se debe certificar la movilización de 500.000 millones en ayudas y quedar abierta la puerta líneas de crédito del MEDE. Para los expertos como los políticos estas medidas serán insuficientes para salvar la economía. Este jueves los líderes negociarán la creación de un fondo de reconstrucción de más de un billón de euros para financiar a los países más golpeados por el virus. El BCE tiene jugará un papel fundamental para ser el principal comprador de nueva deuda europea y mantener a raya los diferenciales hasta que se llegue a un acuerdo.
Un plan de compras perpetuo, la puerta de atrás de los coronabonos
Los economistas del banco estadounidense Bank of America Merryll Lynch (BofAML) son aún más claros y hablan de un plan de reinversión de activos perpetuo, es decir, de por vida. El BCE podría verse obligado a recomprar una cantidad inmensa de deuda durante décadas para evitar que los tipos de interés de los bonos se disparen generando un problema para los países del euro. Estos analistas insisten en que "existe la necesidad de un respaldo muy grande que mutualice los costes de la pandemia y / o alargue los vencimientos. Las soluciones que solo proporcionan unos costes de financiamiento más baratos y no alargan significativamente los vencimientos corren el riesgo de incentivar una respuesta fiscal insuficiente que podría alargar la recesión y aumentar la factura fiscal. Las propuestas discutidas hasta ahora probablemente no serán suficientes para garantizar que la deuda pública se mantenga en un camino sostenible, a menos que el BCE anuncie que los activos que venzan del PEPP se reinvertirán para siempre".
La idea de que el BCE podría absorber la deuda masiva que va a generar es clave para evitar una nueva crisis financiera y la solución para que países como Alemania y los Países Bajos acepten una suerte de mutualización de deuda por la puerta de atrás, que evite el compromiso político que suponen los coronabonos.
Por su parte, el rendimiento del bono alemán (bund), el considerado más seguro de Europa y cuya diferencia con el español mide la prima de riesgo, se mueve en torno al -0,44% en el mercado secundario.
Los inversores buscan refugio
De esta forma, el 'papel' español vuelve a tener unos intereses superiores a los que marcó el pasado 19 de marzo (+0,892%), después de que el Banco Central Europeo (BCE) interviniera en el mercado de deuda al anunciar su plan de urgencia, un programa de compra de bonos de 750.000 millones de euros.
Aunque en un primer momento, el programa del eurobanco ayudó a aliviar al mercado, las tensiones en la renta variable provocadas por el desplome del precio del crudo han llevado a los inversores a refugiarse en valores seguros como son la deuda alemana.