
Wall Street cierra una semana movidita, que comenzaba cotizando el optimismo por un primer acuerdo (parcial) entre EEUU y China en el marco de la guerra comercial y en la que, además, han tenido un especial protagonismo los resultados corporativos. Sin embargo, los principales indicadores bursátiles estadounidenses no han conseguido superar sus máximos históricos. El Dow Jones retrocede un 0,95% este vienes, hasta caer a los 26.770,20 puntos; el S&P 500 desciende un 0,35%, hasta situarse en las 2.987,81 unidades, y el Nasdaq 100 pierde un 0,93%, hasta bajar a los 7.868,49 puntos.
Eso en cuanto a la sesión del viernes, porque en el conjunto de la semana el Dow Jones retrocede un 0,17% en los últimos siete días; el S&P 500 avanza un 0,54% y el Nasdaq 100 repunta un 0,31% con respecto al viernes pasado.
El S&P 500 todavía debería superar los 3.060 puntos, su zona de máximos históricos, para descorchar otro tramo de subidas. Un nivel del que aún le separa un 2,2% desde su nivel actual. De lograrlo, el mercado se abriría paso definitivamente a "un escenario de subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe", recalca el analista.
Si el viernes pasado acabó con el optimismo de las conversaciones comerciales entre Washington y Pekín, esta semana los negociadores de ambas potencias han continuado trabajando para llegar a un acuerdo de mínimos y Boris Johnson alcanzó un acuerdo de Brexit ordenado con Bruselas.
Tras este gesto, la bolsa europea -que celebró el acuerdo con alzas del 1% a media sesión del jueves para desinflarse pocas horas después ante las negativas reacciones de algunos portavoces parlamentarios a respaldar el acuerdo- ha despedido la semana con un avance del 0,3%, a la espera de la votación del sábado.
Así, el EuroStoxx 50 se quedó a las puertas de su nivel clave en los 3.600 puntos. Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, sostiene que una ruptura firme "pondría sobre la mesa la conclusión de la fase de consolidación lateral bajista que desarrolla desde el año 2015" y, al mismo tiempo, "abriría la puerta a que se retomara la tendencia alcista que desarrolla desde los mínimos del año 2009". Este muro de hielo sigue sin cruzarse y no se conocerá con exactitud si lo hará hasta el lunes, tras la votación clave de este sábado.
"Parece claro que tanto el Brexit como el conflicto comercial tienen un efecto negativo sobre el crecimiento económico mundial", explica Stefan Scheurer, Director, Global de Capital Markets & Thematic Research, de Allianz Global Investors.
"En casi el 90% del mundo se prevé una ralentización del crecimiento en 2019, según la nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. En consecuencia, es de prever que los bancos centrales mantengan sus políticas de bajos tipos durante un periodo prolongado: desde principios de año, los bancos centrales de todo el mundo han efectuado más de 40 recortes de sus tipos de referencia; incluso algunos como el banco central de Singapur, por primera vez en tres años", apunta el experto.
El petróleo retrocede un 2% durante la semana
Los futuros del petróleo Brent cotizan en el entorno de los 59,2 dólares por barri, tras caer alrededor de un 1% con respecto al jueves y un 2,1% con respecto al cierre de la semana pasada. En lo que va de año, el crudo de referencia en Europa gana un 10%.
Por su parte, los futuros del West Texas retroceden un 0,5% este viernes, hasta caer a los 53,6 dólares por barril, y un 2% con respecto al viernes pasado. Las ganancias acumuladas por el crudo estadounidense desde enero alcanzan el 18%.
El petróleo sigue a la baja por los temores de una desaceleración de la economía mundial y sus implicaciones en la demanda, en un contexto de abundante oferta, sobre todo, por la pujanza de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos (shale). Esta ha sido la semana en la que China ha informado de su menor ritmo de crecimiento económico desde principios de los años noventa.
"La realidad es que los mercados de petróleo están todavía experimentando dificultades con expectativas de superávit el próximo año", informa el analista Daniel Ghali, de TD Bank en Toronto, en declaraciones recogidas por Bloomberg. "Empieza a haber preocupación sobre lo que la OPEP puede hacer para compensarlo", apunta el experto.
Referencias del día
Hoy los inversores están pendientes de los balances corporativos que se conocen en Estados Unidos. American Express cae un 1,8% pese a haber aumentado un 3% su beneficio neto.
En cambio, Coca-Cola lidera las compras (sube más de un 2%) tras ampliar un 24% sus ganancias.
Entre los valores más alcistas de la semana en el S&P 500 se encuentran UnitedHealth, que avanza por encima del 10%, y la también aseguradora Cigna, que repunta casi un 9%; mientras Boeing es la compañía más bajista -cae un 8%-, seguido de IBM, que pierde un 6,5%.
Asimismo, la atención ha estado puesta a primera hora en el producto interior bruto (PIB) de China, que creció un 6% interanual entre julio y septiembre. Un dato que supone el menor ritmo de crecimiento trimestral desde 1992 de la segunda mayor economía del mundo.
El freno del gigante asiático ya da señales del perjuicio de la guerra arancelaria que aún mantiene con Estados Unidos. País que, además, ha activado hoy las barreras sobre importaciones de la UE por valor de 7.500 millones de dólares después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) le autorizara a ello por el caso Airbus.
En este contexto de guerra comercial y sus consecuencias, los bancos centrales han pasado a la acción, como con las dos rebajas de tipos de interés de la Reserva Federal desde julio. "Ha actuado muy rápida y eficazmente para resolver un problema", afirma Yves Bonzon, CIO de Julius Baer. "Ha afrontado las tensiones de liquidez de los mercados monetarios de Estados Unidos de una forma eficiente y pragmática", asevera.
El directivo también apuesta por la renta variable, al tiempo que recomienda a los inversores pasar por encima del "ruido político": "No dejen que la volatilidad inducida por la guerra comercial les engañe (…) todavía veo una infinidad de factores que apoyan una tendencia alcista de largo plazo en la renta variable en un entorno mundial de bajo crecimiento y baja inflación".
¿Qué esperar de la semana que viene?
Más allá de lo que pueda suceder el sábado en el parlamento británico, los inversores contarán con una larga lista de referencias la próxima semana. En el plano macro, se publicarán una larga batería de índices PMI en Europa y en EEUU, que mostrarán la salud de los sectores manufactureros y servicios a ambos lados del 'charco'. O lo que es lo mismo: indicarán cómo de profunda está siendo la desaceleración económica actual.
El miércoles habrá reunión del Banco Central Europeo (BCE). Pero no una cualquiera, sino la última para el italiano Mario Draghi como presidente del organismo. A final de mes termina su mandato y la francesa Christine Lagarde le sustituirá.
Y, por otro lado, no solo continuará la temporada de resultados en Estados Unidos y en el resto de Europa, sino que las compañías españolas también comenzarán a rendir cuentas.