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Más allá de algunas imágenes inusuales, en las que podemos apreciar a bañistas en el Mediterráneo, parece que el frío propio para esta época del año ya ha llegado para quedarse. Y aunque muchas viviendas llevan semanas empleando la calefacción, el descenso térmico comenzará a notarse de forma más acusada en prácticamente todo el territorio, dificultando la llegada a final de mes de los hogares.

Según el último Indice de Confianza del Consumidor, elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 31% de los casi 3.000 encuestados afirmó que tenía problemas para llegar a final de mes, mientras que el 16,7% lo hacen con dificultades, contrayendo deudas o echando mano de sus ahorros. De entre quienes consideran que su situación económica ha empeorado en los últimos meses, casi 6 de cada 10 (59,9%) cree que se debe al alza continuada de los precios.

Si tomamos como referencia el mes de octubre de 2019, previo a la pandemia de la covid-19, los españoles pagan actualmente por la energía un 0,07% más, según el Índice de precios de consumo (IPC). De manera desglosada, la electricidad mantiene actualmente precios prácticamente iguales (+0,004%), el gas natural ha bajado un 13%, el propano y el butano se han encarecido un 15% y los combustibles líquidos se han encarecido un 32%. Sin embargo, en todo este periodo se han atravesado meses sumamente complicados, en los que se batieron récords al alza principalmente como consecuencia de la guerra en Ucrania; también, meses en los que se introdujeron diferentes medidas, como el descuento a los carburantes o el mecanismo ibérico , para paliar los efectos más negativos.

Todo este periplo ha desembocado en que gran parte de la ciudadanía ha alterado los hábitos de consumo, en busca del máximo ahorro posible. Según un estudio de Bosch Home Comfort, elaborado en 2023 sobre 2.000 individuos, el 77% de los hogares han percibido una subida en la factura energética en el último año, y en consecuencia, el 70% de los hogares han cambiado sus hábitos de climatización. Del mismo modo, el 48% de las personas entrevistadas por el CIS para su Índice de Confianza del Consumidor (ICC) afirma que llega justo o con dificultades a final de mes.

Por ello, desde elEconomista.es hemos recopilado todo lo que necesitas saber para poder consumir menos energía y, en consecuencia, ahorrar en la factura energética. Para lograrlo, se puede optar por invertir en sistemas más eficientes y, por tanto, más económicos a la larga; pero también se pueden (o deben) adoptar hábitos de uso y consumo responsables. Del mismo modo, es interesante conocer qué tipos de factura tenemos contratados, y si existen ayudas económicas a nuestra disposición.

Sistemas de calefacción

Lo ideal es contar con sistemas de calefacción y refrigeración modernos, como la bomba de calor, la aerotermia o la geotermia , así como sistemas de distribución eficientes, como el suelo radiante o los radiadores a baja temperatura. De esta forma, además de ahorrar mes a mes en la factura de la luz, estaremos reduciendo las emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, todos estos sistemas cuentan con el inconveniente de que no son aptos para todos los bolsillos. Además del coste de adquisición, suelen conllevar importantes costes de instalación y de obra, por lo que son las nuevas edificaciones las que en proporción más disfrutan de sus virtudes.

Lo más habitual, en cambio, es contar con sistemas tradicionales que funcionen a base de combustibles fósiles. Según el último Panel de Hogares, realizado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y relativo al segundo semestre del 2022, el 39,4% de los hogares disponen de electricidad y de gas natural (la opción más repetida); un 20,7% dispone de electricidad y butano, y otro 23,8% únicamente de electricidad. En cuanto al equipamiento, casi cuatro de cada diez hogares (38,1%) disponen de caldera de gas para calefacción, frente al 21% de viviendas que cuentan con una bomba de calor eléctrica o un 1,3% que dispone de aerotermia.

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De la misma serie de datos, es llamativo el hecho de que entre un 61 y un 94% de las viviendas no dispone de caldera de gas para la calefacción, aunque los datos no permiten conocer si disponen de otros sistemas para mantener la temperatura a un nivel confortable. En estos casos, también existen otras opciones más económicas para calentar una habitación, como calefactores, estufas o convectores. Incluso, algunos por debajo de los 35 euros. Sin embargo, no son las más eficientes, ya que presentan consumos energéticos más elevados.

Hábitos de consumo

Una vez calentada la casa, es igualmente importante impedir en la medida de lo posible que se vaya el calor y que el frío se adueñe de la vivienda. Para ello, existen multitud de hábitos y consejos a tener en cuenta. Algunos son de lo más simples, y van desde utilizar ropa de abrigo y alfombras a mantener las persianas bajadas en las horas nocturnas, pasando por no ventilar las habitaciones más de 10 minutos. Otros, aunque puedan resultar más complejos, no lo son tanto. Entre otros, podemos configurar el termostato a una temperatura adecuada de forma correcta (rebajando la temperatura en las horas laborales o de sueño), apagar los radiadores de las habitaciones menos frecuentadas o colocar tras ellos paneles reflectantes. Del mismo modo, purgar los radiadores ante la temporada de frío, revisar si tienen agua o si gotean por la llave de paso contribuirá a que rindan de la mejor manera posible.

Tarifas de luz y gas

Junto con las medidas anteriores, el otro factor que contribuye a un mayor o menor gasto es el tipo de factura que tengamos contratado. Ya sea la factura eléctrica, la del gas o ambas, es aconsejable revisar qué tipo de tarifa nos aplica y si existen opciones más económicas.

Según el Panel de Hogares de la CNMC, más de la mitad de los encuestados no están satisfechos con los precios de los servicios de gas y electricidad que tienen contratados, y nueve de cada diez señalan que "son servicios caros". Sobre los servicios de electricidad, de los cuales existen más datos, un 26,4% confiesa que no sabe qué tarifa tiene contratada y un 33,5% no tiene en cuenta la discriminación horaria. Y por si fuera poco, casi el 65% de los hogares tenía, en promedio, un 1,2 kW más de potencia contratada de la que realmente utilizaron en las horas punta y el 63% de los hogares tenían contratado un excedente de 1,4 kW en las horas valle.

Lamentablemente, la oferta de tarifas de luz es amplia y varía conforme transcurren los meses, por lo que no existe una respuesta fácil. Para aquellos interesados, la propia CNMC dispone de un comparador de tarifas, mientras que algunas organizaciones de consumidores también analizan con periodicidad las distintas tarifas del mercado, ya sean públicas (PVPC) o del sector privado.

En el caso de los contratos de gas, la opción más económica es, desde hace varios meses, la tarifa regulada por la Administración, conocida como la Tarifa de Último Recurso (TUR). Esta opción es válida para la mayoría de hogares, incluyendo desde hace más de un año a las comunidades de vecinos que disponen de calefacción central. Y para contratarla, debes acudir a alguna de las cuatro comercializadoras de referencia que la ofrecen: Baser, Energía XXI, Comercializadora Regulada o Curenergia. No obstante, puedes recurrir a los análisis comparativos que organizaciones de consumidores como OCU o Facua elaboran periódicamente.

Ayudas económicas

Por último, queda por saber si podemos optar a algún tipo de ayuda, ya sea para hacer frente a las facturas, para instalar sistemas de calefacción más eficientes o para mejorar el aislamiento térmico del hogar.

Las ayudas más conocidas son las del Bono Social Térmico, gestionadas por las Comunidades Autónomas a partir de fondos facilitados por el Estado. La cuantía de estas ayudas varía en función de la zona climática en la que se encuentre la vivienda y de la consideración de vulnerabilidad del cliente. A grandes rasgos, el único requisito para poder optar a estas ayudas es ser beneficiario del Bono Social Eléctrico. En este enlace te explicamos todo lo que necesitas para saber si puedes solicitar esta ayuda.

Otra importante partida de ayudas, procedente de los fondos europeos, es el Programa de ayuda a la mejora de la eficiencia energética en viviendas. En términos generales, se conceden a aquellas actuaciones que reduzcan la demanda energética al menos un 7% o rebajar el consumo de energía renovable un 30% y su cuantía es, como máximo, de 3.000 euros. Para ello, se admiten actuaciones como el acristalamiento doble, la renovación de los electrodomésticos, la instalación de bombillas LED o de sistemas de domótica, entre otros. En este otro enlace puedes encontrar más información sobre sus requisitos y sobre cómo solicitarla.

Del mismo modo, muchas regiones o ayuntamientos disponen de su propia línea de ayudas, por lo que una simple búsqueda por internet, que contenga términos como 'ayuda', 'calefacción', 'energía', junto con la comunidad o municipio del interesado, puede ser de gran ayuda.

Infografía: Javier J. Barriocanal | Diseño y desarrollo:Ruth Palomares, David Sánchez y Julián Clemente