
En los últimos días, y tras la llegada generalizada del frío en gran parte del país, la calefacción ha regresado a nuestras vidas. De entre todos los aspectos que giran en torno a ella, la aerotermia está adquiriendo cada vez más notoriedad en conversaciones, búsquedas de información y consultas profesionales. Esto se debe a que la aerotermia es un sistema de calefacción y refrigeración renovable o a que es más eficiente en comparación con otros sistemas convencionales, entre otras virtudes.
No obstante, estos sistemas cuentan también con desventajas, como la disponibilidad de un amplio espacio tanto en el interior como en el exterior para su instalación o el elevado precio de adquisición e instalación. Y precisamente por esta última razón la aerotermia tiene más demanda en las nuevas construcciones que en la sustitución de viejas calderas.
En cualquier caso, sabemos que la aerotermia mejora la eficiencia de la generación tanto de frío como de calor allí donde se puede instalar. Sin embargo, cabe preguntarse a través de qué dispositivo se emite o distribuye mejor el frío o el calor por la vivienda. O dicho de otra forma: ¿qué radiadores son mejores para un sistema de aerotermia?
Radiadores convencionales
El sistema más común es el radiador de aluminio, ya que es el que durante las últimas décadas más se ha instalado en todas las viviendas. En este sentido, conviene señalar que los convencionales radiadores de aluminio son aptos para ser empleados junto con la aerotermia. No obstante, estos no son los más óptimos. Según explican desde Todoaerotermia.com, "la aerotermia es un sistema que puede calentar el agua hasta los 55 o 60 grados, y los radiadores convencionales necesitan mayor temperatura de impulsión". Por tanto, el rendimiento de la aerotermia "disminuye cuando se requiere una temperatura de impulsión más elevada o con temperaturas exteriores muy frías". En consecuencia, "habrá que calcular muy bien la carga térmica ya que se tratará de un aspecto de rentabilidad y lo más probable es que existan otras opciones que proporcionen mucha mayor rentabilidad", aconseja el portal.
Radiadores a baja temperatura
Otra alternativa a los radiadores de aluminio son los radiadores de baja temperatura. De aspecto similar a los anteriores, estos se caracterizan por no emplear tanta agua y por no necesitar que esta se caliente a una temperatura tan elevada para poder funcionar respecto a los radiadores de aluminio. De esta forma, estos radiadores son más eficientes. Dada su similitud respecto a los radiadores tradicionales, la sustitución de una tecnología por otra es sencilla y no muy costosa. Por ello, pueden ser una buena opción para aquellas casas ya construidas que se decidan por la aerotermia. Sin embargo, estos aparatos son de mayores dimensiones, por lo que el espacio puede ser un elemento a tener en cuenta.
Suelo radiante
La otra gran opción es el suelo radiante, el cual se instala bajo toda la superficie de la vivienda. Este sistema, al igual que el anterior, también funciona a baja temperatura. Cuenta con la ventaja de que, al estar por todo el suelo y no en puntos específicos (como los otros radiadores), distribuye mejor el calor por toda la vivienda y requiere un menor gasto energético para caldear las estancias. Sin embargo, la instalación del suelo radiante requiere de una gran obra y, a su vez, una gran inversión. Por ello este sistema se instala casi exclusivamente en nuevas edificaciones.