
El ataque del Gobierno contra los altos bonus de los banqueros llega después de que los primeros ejecutivos de los grandes bancos españoles haya recortado sus sueldos variables en metálico en 2020 más de un 82%. Los principales banqueros anunciaron el año pasado, coincidiendo con el inicio de la pandemia, que renunciaban a parte o todo su bonus, atendiendo a la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) de adecuar los sueldos a la actual situación de crisis.
Los ejecutivos cobran parte de sus bonus en efectivo y otra en instrumentos. Este pago está asociado a la consecución de una serie de objetivos, distintos en cada entidad, pero que por lo habitual pasan por una mejora de los ingresos, la rentabilidad, la eficiencia y también por una serie de aspectos ligados a la sostenibilidad, el medio ambiente y la gobernanza. Asimismo, reciben una parte de los bonus en el año y otra en diferido.
Tras la decisión de adecuarse los salarios a la actual crisis, los ejecutivos de las entidades cotizadas vieron recortados sus bonus en metálico en 8,2 millones. Los bancos cerraron el año pasado con una pérdidas conjuntas de 5.539 millones por las provisiones y saneamientos realizados por la pandemia.
De momento, los banqueros no han comunicado un recorte de sus bonus. No obstante, el consenso del mercado prevé que las entidades vuelvan este año a beneficio. Factset señala que los bancos ganarán este 2021 unos 10.300 millones y superarán los 13.000 millones en 2022, en consonancia con la recuperación económica que se espera con la vacunación y los fondos europeos.
Sin embargo, Bankinter, la única entidad cotizada que hasta el momento ha presentado resultados del primer trimestre, ya ha conseguido unas ganancias de 148 millones en los tres primeros meses del año, un 14% superiores a las de un año antes y superando los beneficios que consiguió en el mismo de 2019, antes de la crisis.
Cambios en la cúpula
Para este año está por ver cuál será el volumen de bonus que cobrarán los banqueros, ya que irá en función de los objetivos, aunque ya se conocen los sueldos fijos. Mientras Santander y Bankinter congelan salarios, el resto de entidades tienen sus propias peculiaridades. CaixaBank cambia de presidente con la fusión con Bankia y nombra a José Ignacio Goirigolzarri en el cargo, quien tendrá un sueldo fijo de 1,65 millones, frente a los 500.000 euros que ganaba antes al frente de la entidad rescatada. Unicaja, que también está apunto de absorber Liberbank, pagará al que será su nuevo consejero delegado, Manuel Menéndez, 520.000 euros, un 15% más de lo que gana en el banco asturiano. Sabadell también ha subido el sueldo a su nuevo consejero delegado, César González-Bueno, que ganará 2 millones, mientras que el presidente de BBVA, Carlos Torres, cobrará 2,92 millones de fijo, un 19% más. Todos los salarios han sido aprobados por amplia mayoría por sus correspondientes accionistas en las respectivas juntas.
Ola de ajustes
Sin embargo, la ola de ajustes en el sector financiero -ha aprobado recortes de 19.400 empleados y el cierre de 3.800 oficinas- ha llevado al Ejecutivo a levantarse en armas contra la banca. La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, aseguró el jueves que busca fórmulas junto al Banco de España para limitar el sueldo de los banqueros ante la situación actual y los despidos masivos. BBVA anunció este jueves un ERE que afectará a 3.798 personas y el martes lo hizo CaixaBank, que por la absorción con Bankia, ajustará hasta 8.291 puestos.
Precisamente, fue el Ministerio de Asuntos Económicos de Nadia Calviño el que autorizó en marzo el plan de fusión de CaixaBank y Bankia, fecha en la que ya se conocía aproximadamente el número de salidas, ya que los analistas estimaron desde el primer momento un recorte de 8.000 puestos. Además, Calviño defendió en el Congreso y también ante sus socios de Gobierno, Unidas Podemos, que la operación generaría "valor social" y aseguró que el ajuste de empleo forma parte del proceso de transformación estructural del sector y no solo de las dos entidades que se iban a unir, eso sí, instó a proteger lo posible el capital humano.
Desde el sector financiero aún no se han pronunciado sobre las críticas del Gobierno, y no por falta de oportunidad. El director financiero de Bankinter, Jacobo Díaz, preguntado este jueves hasta en tres ocasiones al respecto, aseguró que no iba a hacer declaraciones. Un silencio que cumple aquello que defendía el que fue consejero delegado del Popular y presidente de la patronal bancaria, Rafael Termes, sobre que un banquero en esencia, presencia y potencia debe estar con el Gobierno que esté en el poder.
Tanto Calviño como los distintos ejecutivos del sector han defendido en esta crisis que la banca esta vez no ha sido el problema sino parte de la solución, ya que han sido los que han distribuido los avales ICO con rapidez a empresas, pymes y autónomos con problemas y los que han aplazado los pagos de las hipotecas y los créditos a los clientes más afectados por la pandemia. Además, y dentro de la negociación con el Ejecutivo para poner en marcha el fondo de 8.000 millones de euros para ayudar a las empresas, se mostraron abiertas a aplicar quitas a los créditos ICO a pesar de que les suponga absorber pérdidas de forma inmediata. De cara a los próximos meses, se espera que jueguen otro rol esencial en la distribución de los fondos europeos.
Ranking de ajustes
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar; el presidente de BBVA, Carlos Torres y su segundo, Onur Genç; el presidente del Sabadell, Josep Oliu, y el consejero delegado del banco, Jaume Guardiola; y el entonces presidente y consejero delegado de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri y José Sevilla, renunciaron el año pasado a la totalidad de su sueldo variable en metálico por la crisis. Solo los primeros espadas de Santander y de Bankinter percibieron este concepto, y en una parte muy reducida. La presidenta del Santander, Ana Botín, cobró 1,06 millones, un 74% menos que un año antes, y el consejero delegado José Antonio Álvarez, 580.000 euros, un 79% menos. Dancausa redujo su bonus en un 71%.