Tobias Adrian, el principal consejero financiero y director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del Fondo Monetario Internacional, vuelve a tomar el pulso al sistema financiero en el Informe Global de Estabilidad Financiera (GFSR, por sus siglas en inglés). En una conversación con este periódico hace repaso a algunos de los temas que más preocupan a las empresas, inversores e individuos.
De momento no parece inquietarse por el repunte transitorio de los precios. En este sentido, insiste en que si hubiera alguna señal de un desanclaje de la inflación, la Fed actuaría inmediatamente para endurecer la política monetaria. Algo que no se atisba en el horizonte a medio plazo.
Tampoco parece que las sobrevaloraciones de algunas acciones tecnológicas vayan a suponer un riesgo sistémico inminente como tampoco lo son el colapso de Archegos Capital y Greensill Capital. No obstante, estos dos últimos episodios recuerdan la importancia de una gestión y supervisión prudente del riesgo.
¿Cree que los bancos centrales están subestimando la posibilidad de un repunte sostenido de la inflación?
Algunos se preocupan por la persistencia de dicho repunte pero yo no. La Fed ha adoptado un marco de objetivos de inflación media por una buena razón y es que el impulso a la actividad sea más agresivo. La combinación de una política monetaria laxa y una política fiscal expansiva va a conseguir probablemente un repunte de la inflación el próximo año. Pero no hay ninguna evidencia de que esto tenga algún impacto en las expectativas de inflación a medio plazo. El mercado, los particulares y las empresas entienden que será un repunte temporal y que luego la inflación volverá al objetivo. No me preocupa el desanclaje de las expectativas de inflación a medio plazo en este momento. Si hubiera alguna evidencia de ello, la Fed actuaría inmediatamente para endurecer la política monetaria. Sabe exactamente qué hacer cuando las expectativas de inflación a medio plazo se desanclan y es endurecer agresivamente.
"Una mayor pendiente de la curva de rendimiento es algo bueno y saludable"
¿En qué medida le preocupan estos riesgos de endurecimiento de las condiciones financieras?
Vemos una mayor pendiente de la curva de rendimiento y eso es muy bueno y saludable. Lo que se está cotizando finalmente es que la política monetaria se va a normalizar. El FOMC está decidido a mantener el tipo de interés de los fondos federales en niveles bajos. Pero los rendimientos a más largo plazo no son tan preocupantes y la inclinación se ve como algo positivo. Por supuesto, esto podría llevar a un endurecimiento de las condiciones financieras. Pero por el momento, estas siguen siendo muy laxas, los diferenciales de crédito no se han ampliado en absoluto.
¿Supone la asunción de riesgos y la sobrevaloración de algunos activos una vulnerabilidad para el sistema financiero?
Hay dos formas diferentes de asumir riesgos. Una es el tipo de sobrevaloración relacionada con la tecnología y eso es probablemente saludable porque está asociada a la innovación. Por ejemplo, está claro que los coches eléctricos van a dominar el mundo. Hay muchas startups. Algunas dominarán y otras van a quebrar. Es difícil saber cuáles. Es un poco como en la década de los 90. Estas revoluciones tecnológicas, y la situación actual no es muy distinta de la de 1999 en ese sentido, a menudo van de la mano con un comportamiento especulativo. Pero probablemente no suponen una amenaza para la estabilidad financiera. Cuando los mercados cayeron en el 2000 eso no supuso un problema de estabilidad financiera. Tuvo un impacto en la actividad agregada, pero fue manejable. Ahora bien, la otra toma de riesgo que es más preocupante es en el ámbito soberano. Muchos mercados emergentes podrían tener problemas para recuperar el crecimiento. Tuvieron que amortiguar la caída de la crisis pero sus perspectivas de crecimiento podrían no ser tan buenas como antes de la pandemia debido a las cicatrices. La sostenibilidad podría ser un problema mayor para algunos países.
¿Hay que prestar más atención al apalancamiento financiero opaco tras los eventos relacionados con Archegos Capital?
Sí. Ha sido ciertamente sorprendente hasta qué punto los participantes del mercado financiero no entendían la exposición agregada de este fondo. Pero esto es algo que las medidas políticas pueden resolver. Una gestión y supervisión prudente del riesgo es muy importante. La competencia básicamente impulsa a los intermediarios a ofrecer mejores y mejores condiciones, por lo que puede ser contraproducente. Pero también está el aspecto transfronterizo. Greensill Capital también tuvo un aspecto transfronterizo donde fue difícil entender realmente lo que estaba sucediendo porque hay muchas jurisdicciones distintas involucradas. Ambos casos requieren ciertamente prioridades políticas, pero no parecen ser amenazas sistémicas en este momento.
¿Cree que podremos evitar una rabieta cuando la Reserva Federal empiece a dar señales de que va a empezar a reducir la compra de bonos del Tesoro y de valores respaldados por hipotecas?
Eso es una preocupación y su comunicación va a ser clave. El episodio del ejercicio de 2013 se produjo no solo por el anuncio de la reducción en sí sino también por la comunicación en torno al mismo. En segundo lugar es importante tener en cuenta que las adquisiciones del Tesoro son de unos 80.000 millones de dólares al mes actualmente pero la oferta del Tesoro que implica el nuevo paquete de estímulo es mucho mayor. Así que hay que pensar en términos netos en cierto sentido. Eso es, en última instancia, lo que ha hecho subir los rendimientos. Implica más crecimiento en el futuro, pero también implica más oferta de bonos del Tesoro. Es por ello que existe el riesgo de que los tipos sigan subiendo. Y podría haber una necesidad diferencial entre Estados Unidos y otras economías en términos de cuál es el nivel apropiado de los rendimientos, y de ahí la tensión. No espero que se produzca una rabieta, pero probablemente haya cierta incertidumbre en torno al tema.
"El sistema bancario español tiene muy buena pinta pero la economía es otra historia"
Al ser preguntado por cómo está enfrentando la banca española la situación desatada por la pandemia, Tobias Adrian, reconoce que lo bueno del sistema financiero patrio es que muchos de los ajustes estructurales se hicieron hace 10 años.
"Las cajas de ahorros se consolidaron y algunas de las otras instituciones más débiles se fusionaron o fueron adquiridas. Y, por supuesto, cuenta con dos de los mayores bancos del mundo que tienen ventajas competitivas en muchas áreas del mundo. Así que, en ese sentido, el sistema bancario español tiene muy buena pinta", aclara.
No obstante, "la economía española es una historia diferente", reconoce. Al respecto indica cómo el desempleo es alto, en particular el desempleo juvenil, que según su parecer es "simplemente descorazonador". Es importante tener en cuenta que según la previsiones del FMI presentadas esta semana, nuestro país no recuperará los niveles de paro previos a la pandemia por lo menos hasta más allá de 2026.
El principal asesor financiero de la institución pone de manifiesto que la economía española depende de las industrias que requieren contacto y que se han visto especialmente afectadas por la crisis.
"La economía tiene que volver a encontrar su dinamismo y tiene que bajar un desempleo estructuralmente alto. Este ha sido un problema constante y reducir el desempleo tiene que ser una prioridad clave en la agenda política porque esto también ayudaría a la estabilidad financiera", añade.
"La rentabilidad de los bancos europeos es baja y será difícil reconstruir los colchones"
En el Informe de Estabilidad Financiera Global (GFSR, por sus siglas en inglés) Adrian y su equipo incluyen un análisis de la utilización de los colchones de los bancos europeos. En el mismo, lo que realmente se pregunta es hasta qué punto los bancos tienen incentivos para utilizar el capital para prestar más.
"La respuesta es algo desalentadora porque la rentabilidad es baja y es difícil reconstruir los colchones. Así que nos preocupa que los préstamos estén por debajo de lo que deberían. Y la relajación de la política monetaria no puede hacer más" (para fomentar que los bancos concedan préstamos), reconoce este funcionario.
Al abordar el aspecto de por qué la brecha de rentabilidad entre la banca americana y la europea, Adrian apela a dos prioridades.
Una de ellas es la unión de los mercados de capitales. "Europa sigue rezagada en cuanto a la actividad de los mercados de capitales. Y eso no sólo en los bonos corporativos, sino también en los mercados de deuda privada y en los mercados de préstamos apalancados", justifica.
Desde su punto de vista, muchos prestatarios pequeños y de mayor riesgo pueden emitir en los mercados de capitales de Estados Unidos, pero no pueden hacerlo en Europa. Y eso es un problema para ambos mercados y su eficiencia.
El segundo aspecto al que se refiere el asesor financiero del FMI tiene que ver con la estructura del sistema bancario. Según confiesa, en este ámbito, "también se pueden hacer algunas mejoras".
"Las entidades pequeñas de China cuentan con una cantidad considerable de riesgo crediticio"
En el GFSR presentado esta semana, se pone de manifiesto cómo la economía de China se ha recuperado más rápidamente que otros países, pero a costa de una mayor acumulación de vulnerabilidades, en particular de la deuda corporativa de riesgo.
"China ya tenía vulnerabilidades preexistentes, principalmente en los bancos pequeños y los bancos locales, que tienen una cantidad considerable de riesgo crediticio. En el mercado de bonos corporativos también hay algunas vulnerabilidades estructurales", explica a elEconomista el director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI.
Dicho esto, Adrian recuerda que las tasas de impago en China son bajas y aunque han subido algo, su preocupación sigue siendo moderada.
"La forma en que China se ha recuperado de la crisis es increíble."
Por lo tanto, su recomendación para Pekín es tener un enfoque político que aborde dichas vulnerabilidades y que equilibre el deseo de estimular la economía, pero haciéndolo de una manera que sea segura.
De esta forma se lograría una compensación entre la política acomodaticia y la acumulación de vulnerabilidades a medio plazo. Conseguir dicho equilibrio en la combinación de políticas será muy importante.
"La forma en que China se ha recuperado de la crisis es increíble. Es el primer país que ha alcanzado el nivel de producción anterior a la pandemia. Así que, en ese sentido, China está en muy buena posición, y eso ayuda al sistema financiero", recalca.
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