Empresas y finanzas

La opa de IFM sobre Naturgy baja a 4.921 millones por el pago del dividendo

  • Reynés deja en aire los dividendos de 1,51 y 1,59 euros para 2021 y 2022...
  • ... Y afirma que "la compañía se dotará de un dividendo sostenible y a largo plazo"
  • IFM quiere mantener Naturgy en la Bolsa y la sede de la compañía en España
Imagen de la Junta General de Accionistas de Naturgy. Foto: Archivo.

La Junta de Naturgy, celebrada esta mañana en Madrid, ha aprobado el pago del último tramo del dividendo con cargo a 2020 el próximo 17 de marzo, de 0,63 euros por título, hasta los 1,44 euros por título comprometidos. Con ello reduce el importe máximo que IFM está dispuesto a pagar por el 22,7% de la empresa, desde los 5.060 millones de euros hasta los 4.921 millones. El presidente Francisco Reynés se ha comprometido a ser "transparente y claro" con relación a la opa en curso y ha dejado en el aire el monto del dividendo correspondiente a 2021 y 2022, fijado en 1,51 y 1,59 euros por título en su Plan estratégico de 2018, ahora en revisión: será "sostenible y a largo plazo".

La compañía ha celebrado su Junta General de Accionistas de forma telemática, por las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia. En el auditorio había menos de 30 personas, puesto que parte de los consejeros han optado por permanecer en una sala contigua. Ha asistido el 82,4% del capital social.

El secretario del Consejo, Manuel García Covaleda, se ha referido específicamente a la opa parcial lanzada por el fondo de inversión australiano IFM a finales de enero para a conseguir el 22,7% de la compañía por un máximo de 5.060 millones, aunque acepta conseguir el 17% del capital.

Covaleda ha explicado que de la oferta de IFM se reducen los dividendos repartidos hasta que se materialice la operación, de modo que, tras el pago complementario aprobado por la Junta, los 23 euros por título ofrecidos por la australiana se reducen a 22,37 euros, bajando el importe máximo a 4.921,4 millones. 

El secretario también ha expuesto las intenciones que IFM le ha trasladado a Naturgy con relación a su opa: vocación de permanencia como accionista a largo plazo; estar representado en el Consejo de Administración; apoyar la transición energética y las inversiones necesarias; apoyar una política de dividendo sostenible; y mantener la compañía cotizada y con sede social en España.

Posteriormente, en respuesta a la única pregunta planteada por los asistentes, Reynés ha ratificado la vocación de transparencia de la empresa, con relación a la opa y al resto de su actividad, y ha dejado en el aire el monto concreto del dividendo para 2021 y 2022.

El Plan estratégico 2018-2022 lo fijaba en 1,51 y 1,59 euros por título, respectivamente, con un ritmo e crecimiento del 10% anual, pero, ante la dureza de la coyuntura, estas previsiones se están revisando. Reynés únicamente señaló que "la compañía siempre perseguirá dotar a la compañía de un dividendo sostenible y a largo plazo".

Posteriormente, en una rueda de prensa, especificó que el nuevo Plan, cuando se presente -aún no tiene fecha-, indicará la política de dividendos más allá de 2022, pero que "adelantar cifras no tiene sentido, porque es adelantar uno de los pilares del Plan". 

No hubo ninguna palabra para la situación del Consejo con relación a la opa: tres de sus accionistas de referencia, CVC y Banca March (20,72%), y GIP (20,64%) se han comprometido a no acudir a la oferta de adquisición y a mantener su participación, mientras que Caixabank, máximo accionista mediante Critera Caixa (24,8%), va a participar en la financiación de la opa del fondo australiano

El presidente sí señaló que el Consejo se pronunciará y publicará su opinión cuando le obliga la Ley, durante los primeros 10 días del período de aceptación de la opa, si no lo hace antes, y aseveró que "a día de hoy no somos conscientes de que se plantee una exclusión de bolsa". 

La última palabra sobre la operación la tiene ahora la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que sustituye a la ministra de Industria, Reyes Maroto, a la hora de autorizar la opa. Maroto decidió abstenerse porque su marido trabaja en Naturgy.

El presidente apuntó que no ha mantenido conversaciones con el Ejecutivo sobre la opa y declaró no tener una idea de cuándo pueden terminar los trámites administrativos relativos a los permisos: "estas cosas se sabe cuando empiezan, pero no cuando acaban". 

Un 2020 duro

El año 2020 fue particularmente complicado para la compañía: perdió 347 millones, frente a ganancias de 1.401 millones en 2019, por la pandemia -impactó en la demanda, en los precios de los hidrocarburos y en el tipo de cambio de las divisas- y porque acometió una depreciación de activos de 1.363 millones, en generación convencional e hidráulica en España y redes en Argentina.

En los últimos meses del año, Naturgy materializó importantes desinversiones, como la venta de su negocio de distribución eléctrica en Chile a la China CTG, o la ruptura de su joint venture con ENI y la salida de Egipto, tras resolver el conflicto con por la planta de licuación de Damietta. Esta misma semana la compañía recibirá unos 600 millones por el cierre de esta operación.  

A mediados del ejercicio acometió una crucial renegociación de contratos de suministro de gas con Argelia. El presidente explicó que ha conseguido rebajar un 30% los compromisos de compra de gas a largo plazo y ha mejorado la indexación de precios con los mercados, reduciendo el riesgo de la cuenta de resultados.

Con vistas a 2021, Reynés se refirió a las revisiones de regulación previstas por Brasil y México y, a más largo plazo, evaluó en 3.500 millones la inversión que acometerá en redes hasta 2030.

También desglosó la tipología de los proyectos susceptibles de recibir fondos europeos Next Generation, por 14.000 millones. Destacan 6.300 millones en generación eléctrica renovable, 3.900 millones en gases renovables, 1.500 millones a digitalización, 1.400 millones a rehabilitación... 

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