
La Comisión Europea aprobará este miércoles un paquete de medidas que aspira a convertirse en un escudo económico frente a China, Rusia y, eventualmente, Estados Unidos. Bruselas dará a conocer las cinco medidas clave que ha diseñado para responder al incremento de las amenazas geopolíticas mundiales: el refuerzo de la normativa sobre inversión extranjera directa, la coordinación de los controles de exportación, el apoyo a la investigación de tecnologías de doble uso, la mejora de la seguridad de la investigación y una nueva herramienta para controlar las filtraciones de conocimientos técnicos sensibles a través de inversiones europeas en el extranjero.
Dentro de estas medidas, Bruselas pretende obligar a los Estados miembros que todavía no lo aplican a incorporar un sistema de control de inversiones extranjeras directas en las industrias sensibles para determinar si plantean un riesgo para la seguridad europea.
Para ello, Bruselas reformará el actual Reglamento de control de inversiones con el objeto de crear un mecanismo de cooperación entre los Estados miembros y la Comisión con el que intercambiar información y plantear cuestiones relacionadas con la seguridad y el orden público.
La intención de Bruselas es poder incrementar la protección de sectores clave como los semiconductores, la computación cuántica, la biotecnología, la industria cero emisiones, las energía limpia y los minerales críticos.
La Estrategia de Seguridad Económica se engarza así en un plan más amplio de la Unión Europea para proteger sectores como la energía, la salud, los productos sanitarios, seguridad cibernética y las capacidades de defensa.
Criterios mínimos comunes
La propuesta del Ejecutivo comunitario pretende establecer una serie de criterios mínimos comunes para todos los Estados miembros de la UE, con el fin de crear un sistema unificado en todo el bloque. Aunque las normas actuales refuerzan la cooperación entre todos los Estados miembros, su redacción prevé que la aplicación real de la normativa sea condicional y dependa de los gobiernos nacionales.
En la actualidad, los Estados miembros de la UE no están obligados a implantar este sistema. No obstante, países como España sí cuentan con este tipo de mecanismo y esta propuesta puede que no suponga ningún cambio.
Según el borrador de la propuesta, la Comisión Europea pedirá a los Estados miembros que establezcan este mecanismo de control y ampliará el ámbito de aplicación para incluir las inversiones realizadas por empresas controladas directa o indirectamente por entidades extranjeras. En este aspecto, Bruselas también instará a analizar las subvenciones que reciben estas compañías para poder evaluar la posible dependencia de un Estado.
Soberanía tecnológica
Bruselas apuesta por seguir apoyando la soberanía tecnológica de la UE y la resistencia de las cadenas de suministro en particular mediante el desarrollo de tecnologías críticas.
La Comisión se plantea la creación de un fondo con el que explorar opciones para garantizar un apoyo específico adecuado a la investigación y el desarrollo de tecnologías de doble uso, una medida que podría suponer una detracción de la financiación destinada a la transición ecológica.
Asimismo se pretende aplicar plenamente el Reglamento de la UE sobre control de las exportaciones de productos de doble uso y presentar una propuesta para garantizar su eficacia y eficiencia, especialmente en los asuntos relacionados con la tecnología de semiconductores.
La Comisión propondrá también medidas para mejorar la seguridad de la investigación, garantizando una aplicación sistemática y rigurosa de los instrumentos existentes e identificando cualquier posible infracción. Para ello, se pretende mejorar la seguridad económica de la UE. Además, el Alto Representante, junto con los Estados miembros, reforzará la Capacidad Única de Análisis de Inteligencia (SIAC) para aumentar la detección de amenazas contra la UE.
La UE lleva más de medio año preparando esta propuesta que llega tras el encuentro del premier chino, Li Qiang, con la presidenta de la Comisión al margen de la Reunión del Foro Económico Mundial en Davos el pasado 16 de enero.
Durante el encuentro, Von der Leyen afirmó que la UE no tiene intención de desvincularse de China. Li mostró la disposición de China a importar más productos de la UE que se ajusten a la demanda del mercado, y espera que la UE relaje las restricciones a la exportación de productos de alta tecnología.
Este paquete de medidas llega también después de que Estados Unidos también haya reformado por primera vez en 45 años su normativa de vigilancia de la inversión extranjera, es decir, la autorización Hard-Scott-Rodino, lo que endurece los procesos de compra de compañías en Estados Unidos.
La UE quiere frenar también la fuga de empresas a Estados Unidos y para ello ha puesto en marcha mecanismos de ayudas de Estado para igualar subvenciones de otros países
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