
El mes de noviembre es muy importante para la gran mayoría de los pensionistas, ya que llegará con un aliciente anticipado: la denominada 'paga extra' navideña, que junto a la de verano, en el mes de junio, son las dos más cuantiosas y esperadas de todo el año para este colectivo.
Así, una buena parte de personas que cobran una pensión en España percibirán el doble de lo que cobran un mes normal, ya que a la cuantía de la pensión estándar se une una mensualidad más en concepto de esta paga extra de Navidad.
De acuerdo con la legislación de la Seguridad Social, muchas pensiones se cobran en 14 pagas. Es la razón de que, a la pensión mensual, se sumen esas dos pagas extra anteriormente mencionadas. En concreto, los pensionistas que cobran pensiones contributivas de jubilación, de incapacidad permanente por accidente no laboral o enfermedad común, de viudedad, de orfandad y en favor de familiares recibirán esta paga extra en noviembre.
Junto a ellos, dos colectivos que cobran pensiones no contributivas (las de los trabajadores que no han llegado a cotizar lo suficiente para las contributivas): las de jubilación y de invalidez, que también tendrán paga extra de Navidad.
Todos estos grupos verán abonadas sus pensiones (y el importe de la paga) a finales de noviembre, en torno a los días 23, 24 y 25 de mes. Son fechas ligeramente adelantadas a lo que obliga la ley (entre el primer día hábil y el cuarto día natural del mes), un anticipo que los bancos han implementado como costumbre, especialmente tras los meses más duros de la pandemia de coronavirus.
Cuánto dinero se cobra en la paga extra de Navidad de los pensionistas
Para saber qué dinero cobrarán, los pensionistas deben saber que la cuantía es igual que la de un mes normal. Así, si en un mes cualquiera cobran (por ejemplo) 900 euros de pensión, recibirán el doble en noviembre: 900 euros de la pensión que cobran todos los meses y otros 900 de la paga extra para un total de 1.800 euros.
Y, ¿cómo calcular la cuantía de la pensión? La Seguridad Social establece un método de cálculo en el que tiene en cuenta los años trabajados por el cotizante y las bases de cotización de los últimos 24 años para calcular la base reguladora que marcará la posible máxima cuantía de la pensión.
Sumando las bases de cotización de esos 24 últimos años (en 2022 cambiará a 25 años) y dividiéndolas entre 336 (el divisor será de 350 en 2022) se tendrá la base reguladora. Si existen periodos sin cotización, los trabajadores por cuenta ajena podrán usar la integración de lagunas para rellenar esos huecos con cotizaciones ficticias de la base mínima durante 48 meses y del 50% de la base mínima los meses siguientes.
Con esa base reguladora, al trabajador solo le falta saber qué porcentaje de ella cobrará. Por 15 años cotizados tendrá derecho al 50% de la base reguladora, y de ahí en adelante por cada uno de los primeros 106 meses sumará un 0,21% de la base reguladora, mientras que por cada uno de los 146 meses siguientes tendrá un 0,19% más. Con 36 años cotizados, el trabajador podrá cobrar el 100% de su pensión.
A este método se le aplican límites, tanto por lo alto como por lo bajo. Así, existe una cuantía máxima de las pensiones (situada en 2.707,49 euros mensuales) y unas cuantías mínimas que dependen del tipo de pensión y que se actualizaron en enero con el Decreto-Ley 46/2021, de 26 de enero que subió las pensiones contributivas un 0,9% y las no contributivas un 1,8%.
Para 2022 entrará en vigor un nuevo mecanismo de subida de las pensiones que forma parte de los cambios de la reforma de José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Así, teniendo en cuenta la inflación acumulada hasta el mes de noviembre, se subirán las pensiones contributivas de forma automática en enero. Las pensiones mínimas y no contributivas subirán por encima del IPC, un 3% que ya ha sido confirmado por el Gobierno.