
La palabra "estanflación" cada vez va ganando más peso en los análisis económicos, no solo en las perspectivas para Europa o en Estados Unidos. El temor a este fenómeno, caracterizado por la fuerte subida de los precios en un momento de estancamiento económico, ha aumentado en los últimos meses en plena recuperación tras el duro 'golpe' provocado por la pandemia. Y cada vez son más los expertos que ponen en foco en la segunda economía mundial, China, precisamente la única de las grandes potencias que en 2020 logró expandir su producto interior bruto (PIB). ¿Está el gigante asiático sufriendo ya la estanflación?
La actividad de las fábricas chinas se contrajo más de lo previsto el mes pasado, reduciéndose por segundo mes consecutivo. Así lo mostró este domingo el índice oficial de gestores de compras (el conocido PMI) del sector manufacturero de octubre: se situó en 49,2 puntos, por debajo del nivel 50 que separa la expansión de la contracción. No obstante, el PMI elaborado por Caixin, conocido este lunes, se ha situado en 50,6 puntos, mostrando la tasa de crecimiento desde junio.
Los expertos suelen fiarse más el PMI oficial. En este sentido, Zhang Zhiwei, economista jefe de Pinpoint Asset Management, ha destacado que el indicador de producción ha caído al nivel más bajo desde que se publicó en 2005, excluyendo la crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia de covid-19 en febrero del año pasado. Al mismo tiempo, sin embargo, el índice de precios de producción (IPP) ha subido al nivel más alto desde 2016.
"Estas señales confirman que la economía de China probablemente ya está atravesando una estanflación", aseguró Zhang en una nota de este domingo recogida por la CNBC.
Así, el experto resalta la "preocupante" señal dada por los precios, o más bien del 'efecto contagio' entre estos. "La inflación de los precios de los insumos ha sido alta durante muchos meses, impulsada por el aumento de los precios de las materias primas (...). Pero el salto del índice de precios de producción en octubre es alarmante".
Esto, ni más ni menos, significa que la presión inflacionaria se está trasladando de las empresas de la fase inicial a las de la fase final y, por tanto, a los consumidores.
La industria china, en apuros
"El sector industrial [chino] está claramente en una situación muy difícil", ha declarado hoy Raymond Yeung, economista jefe de la gran China en ANZ, en el programa Squawk Box Asia de la CNBC.
Asimismo, desde Capital Economics señalan que la producción de las fábricas del gigante asiático se vio frenada por la reducción del suministro eléctrico, la escasez de materiales y los elevados costes de los insumos. Ello es consecuencia de la grave crisis energética que atraviesa China ante la escasez de carbón.
"Esto ha provocado que las empresas tengan que reducir aún más sus inventarios y que los plazos de entrega sean más largos. En particular, esta escasez y el aumento de los precios de las materias primas están repercutiendo en el aumento de los precios de producción", ha aseverado Sheana Yue, economista de la firma.
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