China, a través de compañías estatales, posee más de una treintena de proyectos en cartera de plantas de carbón en quince países repartidos por Asia, África y Europa. El presidente Xi Jinping se comprometió el mes pasado en la ONU a dejar de construir plantas de carbón para reducir las emisiones. Pero no está muy claro hasta donde va a llegar su promesa y si incluye la retirada de financiación de los proyectos.
En total están pendiente de entrega casi 14 gigavatios de capacidad energética a base de carbón, según denuncia un informe de Just Finance, una ONG danesa dedicada al seguimiento de contratos de China.
La noticia ayuda a ilustrar la importancia de China para frenar el consumo de energía fósil, pero también la necesidad de detalles específicos sobre el compromiso de Xi Jinping, realizado en la Asamblea General de la ONU en septiembre.
El dirigente chino no aclaró si afecta a financiación de proyectos y qué va a pasar con los ya iniciados
El dirigente chino habló de retirar el apoyo en el exterior del desarrollo del carbón, pero sin aclarar si incluye la financiación de la construcción de plantas y qué pasaría con los proyectos existentes ya iniciados. La ONG pone de ejemplo el préstamo que cerró China Development Bank para finalizar la construcción de una planta en Sudáfrica, que se firmó días previos a su discurso.

"Existe un problema de transparencia para los acuerdos de carbón en el extranjero de China", comenta Wawa Wang, directivo de Just Finance. "Hace que el seguimiento de la información para evaluar el proyecto, el estado del proyecto y la divulgación financiera sea difícil".
Reducir la cantidad de generación de energía a partir del carbón es esencial para lograr el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de las temperaturas globales. El anuncio de Xi Jinping en la ONU aumenta significativamente las perspectivas de un acuerdo global. Pero la promesa de China no tendrá sentido, a menos que el país "se comprometa con una acción y un plan para limitar el apoyo de proyectos iniciados", comenta Wang.
Ha habido algunas señales de que las empresas chinas ya están respondiendo a los comentarios de su líder. A las pocas horas del anuncio, Tsingshan Holding Group, un gigante de la fabricación de acero inoxidable de propiedad privada, anunció que ya no construiría nuevas plantas en el extranjero, solo meses después de firmar el desarrollo de tres plantas en Indonesia.