La UE ha suspendido el control del déficit y la deuda, a través del Pacto de Estabilidad, para salir del agujero que ha causado el covid-19. La Comisión Europea quiere que los países mantengan los estímulos el año que viene, o incluso más allá, para superar la mayor recesión en un siglo. Por eso, la Comisión dio este miércoles un aprobado general a los presupuestos de los socios del euro, claramente expansivos.
Eso sí, no todos contarán con el mismo arsenal para impulsar sus economías. A pesar de ser el país que más está sufriendo el impacto de la pandemia desde el punto de vista sanitario y económico, el estrecho margen fiscal limitará la capacidad de acción del Gobierno español. En Bruselas preocupa la sostenibilidad de nuestra economía, con una deuda que rozará el 124% del PIB en 2022.
Por eso, España será el país que menos medidas de apoyo activará el próximo año, menos de un 1% del PIB, según datos de la Comisión publicados este miércoles. En el campo contrario se sitúan Eslovaquia y Austria, que rozan un estímulo del 5% de su PIB. Fuentes comunitarias explican que solo se tiene en cuenta medidas con un impacto fiscal directo en 2021, y para entonces está previsto de momento que gran parte de los ERTE, uno de las principales medidas de apoyo, ya no estén en vigor.
La Comisión pasó revista a las economías de los Estados miembros, bajo el ejercicio anual del Semestre Europeo que coordina las políticas fiscales y macroeconómicas de la Unión. La pandemia ha reorientado el objetivo de coordinación este año hacia el apoyo a las capitales en la elaboración de los planes de recuperación y reformas, necesarios para acceder a los fondos europeos.

Bruselas otorga un aprobado al borrador de las cuentas españolas para 2021, que se negocia estos días en Madrid. Considera que las medidas incluidas se ajustan en general a la recomendación dada por la Comisión de elevar el gasto para apoyar la actividad económica en plenas turbulencias causadas por el virus.
Pero la Comisión añade que "dado el nivel de deuda pública de España y los elevados retos de sostenibilidad a medio plazo antes del estallido de la pandemia Covid-19, es importante que España se asegure de que, a la hora de tomar medidas presupuestarias de apoyo fiscal, se preserva la sostenibilidad a medio plazo".
Dados los numerosos retos, la enorme incertidumbre en plena segunda ola y el estrecho margen fiscal con el que cuenta nuestro país, la Comisión pide al Gobierno que revise "periódicamente el uso, la eficacia y la adecuación de las medidas de apoyo", para ir adaptándolas según sea necesario para responder a las circunstancias cambiantes.
Toque por el déficit
El toque de atención de Bruselas sobre nuestro elevado endeudamiento ha sido una constante durante los últimos años. Además, han afeado a los sucesivos gobiernos que no sean capaces de equilibrar las cuentas en los tiempos de bonanza con la suficiente rapidez. La Comisión además añade que el Gobierno peca de optimista al estimar sus ingresos, en concreto con la recaudación de la tasa a las transacciones financieras, del impuesto digital y de las medidas contra el fraude. Mientras Madrid espera ingresar 2.646 millones de euros, la Comisión rebaja la estimación hasta los 1.650 millones de euros.
El estallido del covid no solo nos ha pillado poco preparados, sino que además ha agravado desequilibrios previos, advierte el Ejecutivo comunitario al analizar los desequilibrios macroeconómicos de las 27 economías, que también forma parte del ejercicio. España es una de las doce economías que muestran desequilibrios que merecen ser vigilados de cerca, junto con Chipre, Croacia, Francia, Grecia, Alemania, Irlanda, Italia, Holanda, Portugal, Rumanía y Suecia.
En el caso español, recuerdan que entramos en esta crisis con vulnerabilidades vinculadas a la deuda externa, del sector privado y público y un alto desempleo. Además, las ganancias en competitividad que estábamos registrando durante los últimos años también se ha estancando. En el caso del sector bancario, valoran que mejoró su resiliencia durante la pasada década, lo que le permitió contar con una "liquidez robusta" y una capitalización adecuada. Pero advierten que los créditos morosos, que rondaban el 3% del total el pasado año, probablemente aumentarán a causa de la pandemia.
El examen comunitario pasó igualmente revista a la situación del empleo. Preguntado sobre qué convenios son preferibles en la situación actual en España, si los de empresa o los sectoriales, el comisario de empleo, Nicolas Schimt, respondió que "no es fácil responder", dado que depende de la tradición de cada país o el funcionamiento de sus mercados laborales. Y añadió que serán los agentes sociales españoles quienes decidan el modelo que más conviene.
El análisis de la Comisión publicado este miércoles llega tras sus oscuras previsiones económicas para España publicadas este mes. La Comisión cree que seremos el país que sufrirá la mayor recesión este año (-12,4%) y terminaremos con el mayor nivel de déficit (12,2% del PIB) , mientras que tocaremos máximos de desempleo el año que viene (17,9%).
Este diagnóstico servirá para que los países preparen los planes de inversiones y reformas para acceder a la ayuda europea. No obstante, la llegada del gran estímulo europeo, en el caso de España hasta 140.000 millones de euros en ayudas a fondo perdido y préstamos, aun está pendiente de que concluyan las negociaciones del fondo de recuperación y su proceso de aprobación, lo que retrasará la mayor parte de la ayuda hasta la segunda mitad de 2021.
Aprobado cauto a las mejoras para pensionistas y funcionarios
La Comisión pidió a los socios estímulos temporales y teledirigidos frente a la pandemia. El borrador presupuestario que envió el Gobierno incluyó medidas que se desviaban de estos requisitos, como la subida del sueldo de los funcionarios y la revalorización de las pensiones.
A pesar de ello, la Comisión no muestra una especial preocupación por estas medidas, a pesar de que el FMI recomendó no revisar al alza las pagas de funcionarios y pensionistas. Preguntado por ello en rueda de prensa, el vicepresidente de la Comisión al cargo de Economía, Valdis Dombrovskis, señaló que "no marcaron este asunto específico" entre aquellas medidas con un impacto sustancial permanente en el aumento del déficit.
No llega a encender las alarmas en este momento como para colocar a nuestro país junto con los cuatro países con presupuestos en duda
No obstante, el documento técnico que acompaña a la opinión sobre el presupuesto advierte que vincular de nuevo las pensiones a la inflación "puede afectar a la sostenibilidad fiscal a medio plazo". El borrador que envió el Gobierno estimó el impacto de esta medida en el 0,1% del PIB. Los técnicos de la Comisión añaden que la revalorización de las pensiones y mejora del sueldo de funcionarios "merece un seguimiento cercano".
Sin embargo, no llega a encender las alarmas en este momento como para colocar a nuestro país junto con los cuatro países (Francia, Italia, Lituania y Eslovaquia) cuyos presupuestos rechinan en Bruselas por algunas de las medidas presentadas.