El Gobierno italiano aprobó este lunes los presupuestos para 2021 después de tres semanas de negociaciones entre los partidos que apoyan al Ejecutivo de Giuseppe Conte (el Movimiento 5 Estrellas, el Partido Demócrata y otras pequeñas formaciones de centro e izquierda). Un presupuesto con 38.000 millones de euros de recursos adicionales para estimular una economía arrasada por el coronavirus. Las previsiones de la Comisión europea indican que la economía italiana perderá en 2020 un 9,9% del PIB, la mayor caída en el Unión Europea por detrás de España. Por esto el plan, que tendrá que ser aprobado por el Parlamento, prevé sobre todo ayudas para las empresas, recortes de impuestos y subsidios para crear empleo. 5.000 millones servirán para financiar una prórroga de los ERTE, una medida que se aprobará junto a la prohibición de despidos hasta el 31 marzo de 2021. Otros 4.000 millones servirán para ayudar a las empresas afectadas por las nuevas medidas de confinamiento, mientras 3.000 millones irán a las familias, a través de un "cheque" para los hijos menores.
El Ejecutivo italiano asigna también 3.200 millones al sistema sanitario (2.000 millones para nuevos hospitales y nuevas contrataciones de médicos y enfermeros, 800 millones para subidas de sueldo al personal sanitario, 400 para comprar y distribuir vacunas).
El gasto adicional se financiará a través de un aumento del déficit
Hay también 2.000 millones asignados a la reforma fiscal que sin embargo entrará en vigor en 2022, a través de un recorte de los impuestos sobre el trabajo, mientras a partir del próximo año Italia prevé desgravaciones fiscales para las empresas que contraten mujeres y personas con menos de 35 años. Quien contrate trabajadores en las regiones más pobres del Sur de Italia se beneficiará de un descuento del 30% de las cotizaciones a la seguridad social a cargo de la empresa.
La mayoría de estos recursos adicionales, casi 22.000 millones, se financiará a través de un aumento del déficit, causando un nuevo aumento de la abultada deuda publica transalpina que acaba de superar, según el banco central italiano, en nivel récord de 2,5 billones de euros.