El impacto del coronavirus ha hecho saltar por los aires normas y protocolos en la Unión Europea. Pero uno que permanece es el Semestre Europeo, el ejercicio anual para coordinar las economías europeas, sobre todo las de la zona euro. Eso sí, la pandemia ha llevado a que se oriente el mecanismo a la elaboración de los planes de recuperación y reformas que están enviando los países para recibir los fondos europeos, y salir del agujero.
La Comisión Europea pasó revista esta mañana a los borradores presupuestarios que enviaron los Estados miembros a mediados de octubre. En el caso de España, considera que las medidas incluidas se ajustan en general a la recomendación dada por la Comisión de elevar el gasto para apoyar la actividad económica en plenas turbulencias causadas por el virus.
Pero la Comisión añade que "dado el nivel de deuda pública de España y los elevados retos de sostenibilidad a medio plazo antes del estallido de la pandemia, es importante que España se asegure de que, a la hora de tomar medidas presupuestarias de apoyo fiscal, se preserva la sostenibilidad a medio plazo". Además de las medidas temporales para superar la recesión, el borrador presupuestario que envió el Gobierno incluyó otras como la subida del sueldo de los funcionarios y las pensiones.
La UE incluye a España junto a países como Alemania, Francia, Italia o Grecia entre los que merecen especial vigilancia por sus serios desequilibrios
El toque de atención de Bruselas sobre nuestro elevado endeudamiento ha sido una constante durante los últimos años. Además, han afeado a los sucesivos gobiernos que no somos capaces de equilibrar las cuentas en los tiempos de bonanza con la suficiente rapidez. El estallido del covid no solo nos ha pillado poco preparados, sino que además ha agravado desequilibrios previos, advierte el Ejecutivo comunitario al analizar los desequilibrios macroeconómicos de las 27 economías, que también forma parte del ejercicio.
España es una de las doce economías que muestran serios desequilibrios que merecen ser vigilados de cerca, y que también incluyen a Chipre, Croacia, Francia, Grecia, Alemania, Irlanda, Italia, Holanda, Portugal, Rumanía y Suecia.
En el caso español, recuerdan que entramos en esta crisis con vulnerabilidades vinculadas a la deuda externa, del sector privado y del gobierno y un alto desempleo. El enorme gasto destinado a amortiguar el daño económico y sanitario de la pandemia ha disparado aun más el endeudamiento (rozará el 124% en 2022), sin que haya podido evitar la subida del desempleo.
Además, las ganancias en competitividad que estábamos registrando durante los últimos años también se ha estancando. En el caso del sector bancario, valoran que mejoró su resiliencia durante la pasada década, lo que le permitió contar con una "liquidez robusta" y una capitalización adecuada. Pero advierten que los créditos morosos, que rondaban el 3% del total el pasado año, probablemente aumentarán a causa de la pandemia.
El análisis comunitario llega tras las oscuras previsiones económicas dadas por Bruselas para España este mes. La Comisión cree que seremos el país que sufrirá la mayor recesión este año (-12,4%) y terminaremos con el mayor nivel de déficit (12,2%) , mientras que tocaremos máximos de desempleo el año que viene (17,9%).
Dados los numerosos retos, la enorme incertidumbre en plena segunda ola y el estrecho margen fiscal con el que cuenta nuestro país, la Comisión pide al Gobierno que revise "periódicamente el uso, la eficacia y la adecuación de las medidas de apoyo" y que las vaya adaptando según sea necesario para responder a las circunstancias cambiantes.
Este ejercicio de análisis, junto a las recomendaciones que dirigió la Comisión a cada Estado miembro en 2019 y 2020, servirán para que los países preparen los planes de inversiones y reformas para acceder a la ayuda europea. Bruselas los evaluará a partir del próximo febrero en función de su diagnóstico. No obstante, la llegada del gran estímulo europeo, en el caso de España hasta 140.000 millones de euros en ayudas a fondo perdido y préstamos, aun está pendiente de que concluyan las negociaciones del fondo de recuperación y su proceso de aprobación, lo que retrasará la mayor parte de la ayuda hasta la segunda mitad de 2021.