
El euríbor a 12 meses ha subido en seis de las últimas siete sesiones. Este pequeño 'rally', que puede afectar al precio de las hipotecas que se revisen este mes, podría resultar un tanto contradictorio para muchos, pues el ascenso ha llegado después de las nuevas medidas expansivas del BCE: una bajada de 10 puntos básicos sobre la facilidad de depósito (precio que pagan los bancos al BCE por su exceso de liquidez) hasta el -0,5% y el anuncio de un nuevo programa de compras netas de activos, ambas medidas que suelen presionar a la baja el tipo medio al que los bancos se prestan dinero a corto plazo (euríbor). Sin embargo, el anuncio de un sistema de tramos que despenaliza parte de ese exceso de liquidez está actuando como una subida de tipos (muy leve), poniendo un suelo temporal a la caída libre del euríbor.
Tras haber rozado el -0,40%, el euríbor a 12 meses ha subido en unos pocos días hasta el -0,298%, algo que parece contradecir la lógica económica tras una nueva vuelta de tuerca para elevar aún más el tono expansivo de la política monetaria. Sin embargo, el sistema de tramos explica este movimiento, al dejar una porción de los los más de 1,7 billones de exceso de liquidez sin la penalización del -0,5%. De este modo, el tipo efectivo que van a pagar los bancos por su liquidez queda lejos de ese tipos interés negativo, lo que a su vez se ha trasladado al euríbor.
Este sistema de tramos no entrará en vigor hasta el 30 de octubre, pero el mercado interbancario ya está descontando su efecto sobre el precio que paga la banca por su exceso de reservas. Según los analistas de Jefferies, este sistema ahorrará a la banca unos 1.500 millones de euros al año (estaban pagando unos 7.000 millones hasta la última reunión del BCE) "y el nuevo tipo efectivo -el tipo real que pagan por toda la liquidez- que se aplicará a los depósitos de la banca en el BCE pasará a ser del -0,29%". Casualidad o no, ese nuevo tipo efectivo coincide casi a la perfección con el tipo actual del euríbor.
¿Cómo funciona el sistema de tramos?
El 30 de octubre se establecerán dos tramos (tiering system) en la remuneración de las reservas, en uno de los cuales una parte del exceso de liquidez quedará exento de la facilidad negativa de depósito, concretamente una porción del exceso de reservas total que la banca guarda en el BCE por un tiempo indefinido. Esa porción exenta se calculará multiplicando por seis las reservas mínimas requeridas por el BCE a cada banco y se remunerará al 0% de interés (mismo porcentaje que las reservas mínimas requeridas).
Sin embargo, las entidades seguirán pagando por el dinero que aparcan a un día en la facilidad de depósito, que suma unos 550.000 millones de euros, y por la cantidad que supere esa fórmula (seis multiplicado por las reservas mínimas) sobre el exceso de reservas, donde tienen aparcado más de un billón de euros por tiempo indefinido, casi todo perteneciente a la banca alemana y a la banca francesa.
Es por ello que la banca que tiene una mayor cantidad de exceso de liquidez seguirán pagando un tipo efectivo mayor frente a la banca que cuenta con un nivel bajo de exceso de reservas (como España e Italia). Según los cálculos de Jefferies, esto deja el tipo efectivo que pagará la banca española por todo su exceso de liquidez en el -0,11%, muy por debajo del tipo nominal del -0,5%. Los bancos peor parados en este aspecto son los franceses, alemanes y finlandeses. Las entidades galas pagarán un tipo efectivo del -0,37% (frente al -0,38% anterior), lo que supone un desembolso de uno 2.000 millones de euros al año. Los germanos abonarán un tipo efectivo del -0,33%, lo que supone unos 2.090 millones de euros y los finlandeses pagarán un tipo efectivo del -0,41%, unos 380 millones de euros.
Esta subida del tipo efectivo a nivel agregado (conjunto de la Eurozona) ha supuesto un incremento del euríbor que, probablemente, es un efecto secundario no deseado por el BCE. Aún así, el banco central se guarda la posibilidad de variar el múltiplo (ahora en seis) del exceso de reservas que se queda fuera de la penalización.
Además de este incremento inesperado del euríbor, la escasa demanda de la primera subasta de las nuevas TLTRO III (inyecciones de liquidez a largo plazo) puede estar también relacionado con la introducción del sistema de tramos. Los bancos decidieron no pedir más liquidez a la espera de que el 30 de octubre entre en vigor esta medida y así acudir la subasta de diciembre asegurándose que no van a pagar un -0,5% sobre todo el exceso de liquidez que vayan a acumular (el que ya tienen más la demanda en la TLTRO III).