Economía

¿Qué es y cómo funciona el sistema de tramos con el que el BCE quiere echar una mano a la banca?

  • En el mejor escenario la banca podría ahorrar hasta 7.000 millones al año
  • Se dividiría el exceso de liquidez en diferentes tramos con diferente remuneración
Mario Draghi, presidente del BCE, habla mientras que Luis de Guindo observa. Foto de Reuters

Una gran parte de la banca europea esperaba como agua de mayo algún tipo medida que redujera el coste que está pagando por su exceso de liquidez, que actualmente alcanza los 7.500 millones de euros al año para todo el sector de la Eurozona. Ahora, el BCE parece dispuesto a estudiar e implementar un sistema de tramos que despenalice parte de esa liquidez (creando diferentes tramos), lo que podría suponer una pequeña ayuda, sobre todo, para la banca alemana, francesa y holandesa, que son las que más pagan al BCE por los tipos negativos. Este sistema, probablemente, no es la panacea para una banca lastrada por fuerzas estructurales que han diezmado sus márgenes por intereses, pero sí podría ahorrar al sector miles de millones de euros al año, sobre todo si el BCE decide volver a rebajar el tipo sobre la facilidad de depósito.

La situación actual es que la banca paga un 0,4% (la tasa de depósito está en el -0,4%) por los 1,8 billones de exceso de liquidez aparcada en el BCE, lo que supone unos 7.500 millones de euros al año para el sector. No obstante, solo la banca alemana y francesa estaría pagando más del 60% de toda esa cantidad. El negocio de los bancos alemanes, franceses, holandeses y belgas requiere una gran cantidad de liquidez porque está orientado hacia la banca de inversión, banca privada, instituciones de depósito y bancos que financian operaciones comerciales. Este modelo contrasta con el de la banca española más centrada en un negocio mayorista que es menos intensivo en liquidez y, por ende, paga una cantidad inferior por la facilidad de depósito.

El sistema de tramos supondría que de esos 1,8 billones de exceso de liquidez, sólo estarían 'tasados' con el -0,4% una parte o tramo, en lugar de la totalidad actual. Los economistas de Funcas Fernando Rojas, Federica Troiano y Rui da Mota explican los sistemas que usan países como Japón, Dinamarca, Suecia o Suiza. El propio Mario Draghi aseguró en la reunión de este jueves que tendrían en cuenta los sistemas que aplican estos países para diseñar el de la Eurozona.

"Frente al actual sistema, que trata a todas las reservas por igual, un sistema de tramos (conocido como tiering system) en la facilidad de depósito, como en Japón, Dinamarca, Suecia o Suiza, implicaría que, hasta un montante determinado de liquidez depositada en el banco central (por ejemplo, un múltiplo de las reservas obligatorias) el coste fuera cero y que, por encima de determinados volúmenes (o siguiendo el ejemplo anterior, múltiplos de las reservas obligatorias), se seguiría aplicando un tipo negativo", señalan los expertos de Funcas. En la actualidad, las reservas obligatorias en la Eurozona se sitúan alrededor de los 130.000 millones de euros y tienen una remuneración del 0%.

Desde Funcas plantean dos escenarios de remuneración de esta liquidez o reservas. Uno en el que el 75% del exceso de reservas se remunere al 0% y otro en el que esta cantidad ascienda al 95%, algo que no sería descabellado si el BCE imitase el sistema de tramos de Japón, que deja justamente exentas el 95% del exceso de reservas. Bajo este escenario la banca europea se ahorraría más de 7.000 millones de euros año, teniendo que pagar tan solo unos 370 millones por su exceso de liquidez cada ejercicio.

Un segundo escenario que plantea Funcas, menos extremo (y menos optimista para la banca), esboza una exoneración del 70% del exceso de reservas, lo que reduciría el coste para la banca en algo más de 5.000 millones de euros anuales, lo que dejaría la factura a pagar en alrededor de 2.240 millones de euros anuales, siempre suponiendo que el exceso de liquidez de la banca se mantuviera constante en los 1,8 billones de euros.

Aunque esta medida supondría un alivio, sobre todo para bancos alemanes, holandeses y franceses, el efecto sobre el beneficio de las entidades sería bastante limitado a nivel agregado en la Eurozona. La banca española e italiana apenas notarían en sus cuentas el sistema de tramos.

"La rentabilidad de la banca está íntimamente ligada a cómo evolucionen los tipos de interés... Mientras estos no tengan una senda de crecimiento, esta rentabilidad será exigua, por lo que las decisiones de política monetaria impactan de forma directa sobre la rentabilidad de la banca", sentencian los expertos de Funcas.

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