Durante los últimos dos años los inversores han tenido que ajustar sus expectativas de subidas de tipos para la eurozona. En verano de 2017 llegaban a vislumbrar una subida del precio del dinero en la región en diciembre de 2018. Ahora la situación es muy diferente y el último mensaje de Mario Draghi es que no se subirán hasta, como pronto, después del verano de 2019.
Sin embargo, el mercado es más pesimista y no espera ningún movimiento en los tipos del banco central este año y esto está dejando obsoletos los objetivos de rentabilidad de las entidades financieras de la eurozona para los próximos años. La mayor parte de los grandes bancos han presentado sus planes para los siguientes ejercicios y una parte importante de los mismos está muy lejos de cumplir su objetivo de rentabilidad ante el retraso en la subida de tipos del BCE.
De las mayores empresas del sector con un plan vigente -en el caso de las españolas, BBVA no hace públicos sus objetivos financieros y Santander está pendiente de actualizar el suyo-, solo CaixaBank, Crédit Agricole, ABN Amro y Natixis lograrán cumplir con el mercado, según las previsiones del consenso de mercado recogido por FactSet. Mientras, ING se quedará a las puertas de lograr su objetivo de rentabilidad y el resto de entidades se quedarán lejos de lograrlo.

De cara al año 2019 el consenso espera que la banca logre una rentabilidad sobre el capital del 8%. Esto supone una mejora de apenas 20 puntos básicos frente a lo previsto para 2018, pero se queda por debajo del objetivo general que se ha marcado el sector del 10% y en el que se sitúa el coste del capital que aplica el mercado al sector. "Aquellos bancos que logran cotizar por encima de su valor en libros están logrando un ROE de al menos el 10% para satisfacer al inversor. La estimación del coste del capital de las grandes entidades de la eurozona ha fluctuado alrededor del 10% en la última década", explica el informe de estabilidad financiera del BCE de noviembre.
Sin subidas de tipo a la vista
Durante las últimas semanas las previsiones de una subida de tipos en la eurozona han seguido retrasándose y ahora no se espera hasta mediado 2020. "Los días en los que las subidas de tipos eran vistas como una bala de plata para los beneficios de la banca parecen distantes. Ahora, las presiones estructurales que sufre la cifra de negocio del sector son aceptadas de manera generalizada y la industria está cerca de mínimos históricos", apuntan en Berenberg al tiempo que recuerdan que "hace 12 meses la expectativa de un alza de tipos y qué bancos estaban más apalancados a la misma centraban la discusión".
En este sentido, el equipo de análisis de UBS indica que "la preocupación clave sobre el sector es que Europa pierda la oportunidad de subir tipos antes de la próxima recesión. Si estos se mantuviesen bajos durante más tiempo vemos un riesgo limitado en los múltiplos pagados, pero creemos que las estimaciones de beneficio podrían caer otro 10%".
Así las cosas, el principal temor de los inversores con respecto al sector bancario de la eurozona es una japonificación, con unos tipos de interés bajos de manera permanente, un escenario en el que la rentabilidad del sector podría deprimirse aún más. Tomando como ejemplo la banca nipona, en 2019 se estima que logrará una rentabilidad sobre el capital del 5,5% este año.
Según los cálculos realizados por Bank of America Merrill Lynch, si los tipos se mantuviesen en los niveles actuales, los ingresos netos de intereses de los préstamos y los depósitos podrían caer un 18% durante los próximos cinco años.
Los que cumplen
De los tres bancos españoles que presentaron su plan estratégico el último año, el único que parece encaminado a cumplir con las expectativas fijadas es CaixaBank. La entidad se fijó un objetivo de rentabilidad sobre el capital tangible del 12% con subidas de tipos y del 10% sin ellas. Los expertos prevén que esta ratio se sitúe en la zona del 11%.
Algunos analistas señalaron que el banco se había mostrado prudente a la hora de dibujar su plan estratégico, pero ahora es una de las pocas entidades con unas metas ajustadas al entorno actual.
"El feedback inicial sugería cierta decepción porque el objetivo de rentabilidad muestra una mejora limitada si no hay subida de tipos, pero nosotros lo vemos como una demostración de fortaleza, ya que esperaríamos que muchos comparables se queden por debajo del doble dígito si no hay alzas de tipos", explican los analistas de Jefferies.
El Santander, pendiente de un plan nuevo
En España, Banco Santander tiene pendiente presentar su nuevo plan estratégico y se ha barajado febrero de este año como la fecha en la que podría presentar su nueva hoja de ruta. La entidad ha perdido recientemente el favor de los expertos, que ahora recomiendan mantener sus títulos. De cara a este año los analistas esperan que aumente un 10% sus beneficios, hasta los 8.435 millones de euros, y que alcance una rentabilidad sobre el capital del 8,3%.