Redactor de elEconomista.es. Este es un buen sitio para encontrar informaciones de bolsa y mercados financieros. También escribo en Ecotrader y podrás escucharme en el podcast Estrategia de Mercado.

El mercado secundario de deuda experimentó en las últimas sesiones la caída generalizada de las rentabilidades, un repunte de las mismas a continuación y detrás una progresiva bajada hasta los niveles actuales. En este vaivén, la deuda japonesa se mostró más estable que sus pares una vez finalizó el fatídico lunes negro de la semana pasada. No obstante, el reciente anuncio de dimisión del primer ministro japonés añade un nuevo elemento de tensión al mercado de deuda, ya que puede traducirse en un Banco de Japón más agresivo.

Se han escrito ríos de tinta en las últimas semanas en torno a los activos japoneses, de su renta variable y de su mercado de deuda. Tras el desplome del principal índice bursátil nipón, el Nikkei 225, éste se ha recuperado hasta cotizar por encima de los niveles previos al lunes de la semana pasada. Pero el Nikkei aún tiene camino por delante hasta tocar de nuevo sus máximos sobre el parqué.

Dice el refrán náutico: una ola nunca llega sola. El proverbio se aplica también a la cartera de valores internacionales de Ecotrader, elMonitor, que recibe en esta revisión a otra compañía de cruceros este verano: Royal Caribbean. Sin embargo, el valor ocupa realmente el puesto de Netflix dentro de la estrategia, ya que Carnival, el otro coloso de los mares, abandonó la misma hace casi dos meses.

Aunque en la última semana los precios de los bonos se reajustaron después de un rápido incremento producido por el temor a una desaceleración de la economía estadounidense, el dinero sigue entrando en los fondos de deuda. Los inversores se decantan ahora por el mercado de crédito más que por la deuda gubernamental en un momento en el que la deuda corporativa con grado de inversión ofrece ganancias del 2,4% en el año frente al 0,3% que arrojan de pérdida los bonos soberanos en el mercado secundario, aunque con la evolución de la semana pasada llegaron a borrar pérdidas en 2024.

De lunes a viernes se produjo tanto una sobrecompra como una sobreventa que dejaron la rentabilidad de la renta fija en el mercado secundario casi en el mismo punto que cuando comenzó la semana. El bono soberano de Estados Unidos con vencimiento a diez años cayó hasta ofrecer un retorno inferior al 3,8%. Sin embargo, estos bonos desandaron todo el camino hasta superar de nuevo el 4%, aunque finalmente cierren la semana con una rentabilidad del 3,93%.

La renta variable global reflejó esta semana el debate de si la economía de Estados Unidos entraría o no en recesión. Una discusión que quedó en tablas vista la evolución de la bolsa en una semana, aunque no haya estado exenta de vaivenes. Sin embargo, la percepción del mercado no ha cambiado en los últimos días ni han aumentado los análisis que descuentan una contracción de la economía estadounidense. Así, el riesgo de recesión en Estados Unidos se mantiene en el 30%.

Esta semana se traduce en un paso atrás de la renta variable global. Los recortes tampoco son una excepción dentro del parqué del Viejo Continente aunque sí que hay índices que soportan mejor las caídas en lo que va de año que la media europea. Mientras el EuroStoxx 50 avanza un 2% en lo que va de 2024, el Dax 40 alemán y el Ftse 100 londinense suben un 4,4% al frente de las referencias a este lado del Atlántico. El Ibex 35 queda por detrás al superar por la mínima el 4%.

El mercado de futuros anticipa una nueva sesión a la baja con los principales índices europeos en negativo dentro de este mercado de contratos de opciones. De esta forma, el parqué europeo estaría dando continuidad al último cierre de Wall Street y a la sesión asiática donde índices como en Nikkei japonés cede hasta un 0,7%.

El cruce entre el dólar estadounidense y el yen japonés desató el pánico en el inicio de esta semana cuando los operadores del mercado alteraron sus estrategias de carry trade (pedir prestado una divisa para comprar activos en otro mercado y así abaratar la financiación) e incentivaron el desplome de la bolsa. Y cuando aún no se ha descartado que esto pueda volver a ocurrir aparece un nuevo elemento de riesgo sin salir del continente asiático.

En las últimas semanas, todo lo relacionado con Japón ha tenido su impacto en el mercado. El cruce de su divisa con el dólar, la política monetaria del país y el interés que se paga por su deuda soberana. Todo ello confluyó en las sesiones más recientes y provocó un flujo de capitales que desplomó la bolsa, disparó los precios de los bonos globales y desestabilizó al mercado de divisas. Sin embargo, el Banco de Japón ofreció este miércoles un mensaje moderado para tranquilizar a los inversores y descartó realizar nuevos incrementos de tipos mientras el mercado permanezca inestable.