Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Una falsa alarma de recesión mundial? Wall Street teme una 'sobrerreacción' de los mercados

  • El lunes negro vino ante una amenaza de contracción económica
  • "Los movimientos son exagerados con los datos de empleo"
  • "Esto es precisamente lo que la Fed quería conseguir"
Banderas de EEUU en Nueva york (Dreamstime)

Los mercados siguen digiriendo la jornada del lunes, que entrará en los libros de historia como una de los días de gran pánico bursátil, especialmente tras un año de grandes avances como estaba siendo 2024. La bolsa de Japón cedió un 12,4% y el S&P 500 perdió un 3% (el EuroStoxx 50 fue de las que mejor paradas salieron con un retroceso de 'solo' un 1,45%. Con el paso de las horas (y la bolsa de Tokio rebotando con fuerza un 10%) hay una sensación que se está imponiendo en los analistas 'sobrerreacción". El día después del 'lunes negro' los expertos coinciden en que, si bien hay ciertos motivos que explican el caos bursátil que se adueño de los mercados del mundo, la perspectiva de una recesión inminente que justifique un potente ajuste a la baja es algo excesivo dados los actuales datos macroeconómicos.

Si bien hubo al menos otros tres factores en los que todos coinciden (el carry trade, los resultados de las grandes tecnológicas y el aumento de tensión en Oriente Medio), la realidad es que esa sensación de que EEUU se acercaba a una potente contracción económica fue uno de los grandes motivos para el pánico. Todo surgió a raíz de unos datos de empleo el pasado viernes en los que, claramente, se evidenció una desaceleración en el mercado laboral, con el desempleo subiendo al 4,3%. Esta fue la gota que colmó el vaso tras otras 'pistas' de una posible debilidad económica mayor de lo esperado como los datos de PMI manufacturero. Sin embargo, ¿es suficiente esto para ser uno de los grandes pilares detrás de una corrección histórica?

¿Una "sobrerreacción"?

La tónica general es que tal vez los temores de recesión, aunque son más reales que respecto a hace una semana o hace un mes, pueden estar siendo exagerados. Eso es lo que piensa Luke Bartholomew, economista de Abrdn. "Nuestra sensación es que los movimientos exageraron los cambios en las perspectivas económicas". El motivo por el que desde la firma opinan esto es porque en primer lugar "el informe de empleo de la semana pasado es flojo respecto a un aumento del paro coherente con una recesión". Además, señala a los datos del ISM del sector servicios que mostraron un repunte a los 51,4 puntos en julio. En resumen "son muy pocos los datos económicos que apuntan a una recesión" pues "tanto el gasto de los consumidores como la inversión de las empresas se están manteniendo sólidos".

Las últimas previsiones del PIB de EEUU para el tercer trimestre, publicadas por la misma Reserva Federal de Atlanta este mes de julio todavía apuntan a un aumento del 2,5%. Respecto al gasto de los consumidores de EEUU la fortaleza del mismo se ve con claridad en los últimos datos de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) que muestran un avance del 0,3% en junio. La confianza del consumidor en la última encuesta de Conference Board repuntó a los 100, 3 puntos por encima de las estimaciones del mercado.

Misma tesis desde Vontobel. Eoin Walsh, gestor de cartera de TwentyFour Asset Management defende que "a pesar de que han aumentado los indicios de que se producirá un ciclo de recortes de tipos más agresivo, y de que es probable que se produzca un recorte de 50 puntos básicos en septiembre, la economía estadounidense sigue en buena forma, con unos beneficios empresariales sólidos y un crecimiento del PIB (producto interior bruto) del 2,8% (intertrimestral anualizado) en julio".

"Los tipos de interés están funcionando tal y como se pretendía"

Desde Schroders creen que los datos de empleo publicados este viernes son un indicio muy débil para hablar de un gran debilitamiento económico y, por lo tanto, mucho menos de una recesión. Para el experto las cifras muestran que "los tipos de interés están funcionando tal y como se pretendía" pues si estos son más restrictivos "es lógico pensar que el mercado laboral se debilite". En ese sentido remarcan, que además, las cifras actuales de desempleo no vienen de una ola de despidos sino precisamente de una gran aumento de la mano de obra "como resultado de la inmigración a través de la frontera sur de Estados Unidos". Por lo tanto "no creemos que la reciente debilidad de los datos estadounidenses justifique una venta masiva como la que hemos visto en los últimos días".

Desde Commerzbank defienden que, pese a una ralentización innegable, "un debilitamiento del mercado laboral es deseable y una consecuencia natural de las pasadas subidas de tipos de interés, pero seguimos hablando de menores ganancias de empleo , no de pérdidas de empleo". En resumen "que se esté dando una previsión de tipos en modo crisis me parece algo un poco exagerado pues tanto la economía como el mercado laboral tendrían que colapsar virtualmente en cuestión de semanas" algo que ven realmente difícil. Sin embargo, sí veo un riesgo de mayores recortes a los que había antes pero "no creemos que está justificada la crisis actual por los temores de recesión".

Por su parte Jack Janasiewicz, estratega de carteras de Natixis IM Solutions, comenta que a pesar de un claro "debilitamiento" de los datos económicos, destacando por encima de todo el empleo, tal vez puedan estar yendo demasiado lejos. Según el experto ha habido "un coro de llamadas a la recesión" algo que "nos parece muy prematuro" pues, "los inversores deben dar un paso atrás y analizar los fundamentos, que siguen siendo buenos". Los analistas de Capital Economics comentan, que "la recesión no es el escenario más probable" pues "el sentimiento en EEUU "sigue siendo positivo".

A favor de la recesión

No todos coinciden y desde BCA Research creen que la Fed llegará tarde para evitarlo. "La política monetaria funciona con un desfase y las repercusiones del último ciclo de ajuste aún se sienten hoy." Para la firma, las palabras de los miembros de la Reserva Federal en la última reunión defendieron que el empleo sigue siendo fuerte, lo que "probablemente justifique un ritmo medido de flexibilización y no será suficiente para alejar a la economía de una recesión en los próximos 6 a 12 meses".

Steven Blitz, analista de TS Lombard, tampoco coincide con que los riesgos de recesión son algo demasiado excesivo. En ese sentido aunque señala que "los datos económicos no son precisamente pecados capitales contra el crecimiento". El peligro está en la Reserva Federal pues el banco central "mata los ciclos económicos y si se estanca o se deja llevar vemos una probabilidad de recesión del 75%". En ese sentido los datos de empleo "son problemáticos" porque con la Fed habiendo evitado el recorte en julio y teniendo que esperar a septiembre (salvo reunión de emergencia) es difícil ver a la Fed "realizando un giro de 180 grados. En resumen "no hay recesión hoy" pero, salvo un programa de recortes ambicioso y que vaya antes que los datos "supondrá que sea cada vez más inevitable para final de año".

¿Seguirá cayendo Wall Street?

En ese sentido, también señala que todo va más de la narrativa que está tejiendo el mercado y de un ajuste interno respecto a la misma, que de una verdadera recesión. "Debilitar la demanda (y el mercado laboral) es justamente lo que la Fed quería provocar. Ahora la solución es clara, recortar los tipos, de forma agresiva si es necesario, aunque sospechamos que será menos de lo que está descontando ahora el mercado".

Coincide que esto Pablo Duarte, analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch, que señala que más que por el miedo real a una recesión, todo se está viendo amplificado por el cambio de relato en los mercados. "La narrativa en los mercados ha cambiado. Hace poco, las señales de desaceleración en la economía de EEUU eran vistas como buenas noticias porque apuntaban a un aterrizaje suave y la posibilidad de que la Reserva Federal bajara los tipos de interés".

Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l'Echiquier (LFDE) comenta que si bien "es innegable que la economía estadounidense sigue una tendencia a la baja que podría llegar a ser preocupante". No obstante, "el pésimo informe de empleo de la semana pasada está posiblemente sesgado por efectos puntuales". En particular, el número de trabajadores despedidos por motivos meteorológicos alcanzó un nivel excepcional en julio (461.000 frente a los 41.000 de media de ese mes del año). "No cabe duda de que el mercado laboral estadounidense ha entrado en una fase de deterioro, pero la situación en un momento dado puede no ser tan mala como sugieren las últimas cifras".

"Todavía creemos que el lote de datos débiles que nos hemos encontrado solo marca una pausa temporal en una recuperación económica en curso"

Por todos estos motivos desde DWS señalan que no ven un mercado bajista sino más bien un shock de realidad que girará hacia una normalización. "La situación en el S&P 500 era perfecta con un gran grado de complacencia de los inversores". Los datos de empleo "confirmaron por fin el impacto de de la Fed", En ese sentido, aunque la recesión "no puede descartarse por completo" para la firma aun está lejos de ser su escenario base "dada la fortaleza de la economía de la solidez de los balances del sector privado".

Mathieu Racheter, director de investigación de estrategias de valores, Julius Baer indicaba que ellos esperan una corrección intermedia pero que se mantenga dentro de una tendencia general que seguirá siendo alcista. Aunque la firma helvética tiene algunos argumentos extra para explicar el por qué de tal violencia en la caída.

En primer lugar Racheter defiende que el mercado "ya estaba maduro y listo para una corrección" en particular tras el rally de las tecnológicas. Algo que ha provocado que, al tiempo que sus resultados no eran buenos, las caídas puedan ser mucho mayores y convertirse en pánico más fácilmente. Algo que ha ayudado a la imagen de una fuerte crisis económica. Cabe destacar que solo las siete magníficas (Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla) cuentan con un 31% de toda la ponderación del S&P 500.

Otro de los motivos que destaca la firma es que "la caída de las acciones globales probablemente se haya visto exacerbada por los menores niveles de liquidez típicos de los meses de verano". En cualquier caso "todavía creemos que el lote de datos débiles que nos hemos encontrado solo marca una pausa temporal en una recuperación económica en curso". De hecho la firma otorga un 25% de probabilidades de una recesión. "Los datos en tiempo real sobre la economía estadounidense todavía pintan un panorama sólido, mientras que las empresas estadounidenses en general arrojaron resultados sólidos en el segundo trimestre a pesar de las expectativas bastante ambiciosas de los inversores".

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