
Aunque en la última semana los precios de los bonos se reajustaron después de un rápido incremento producido por el temor a una desaceleración de la economía estadounidense, el dinero sigue entrando en los fondos de deuda. Los inversores se decantan ahora por el mercado de crédito más que por la deuda gubernamental en un momento en el que la deuda corporativa con grado de inversión ofrece ganancias del 2,4% en el año frente al 0,3% que arrojan de pérdida los bonos soberanos en el mercado secundario, aunque con la evolución de la semana pasada llegaron a borrar pérdidas en 2024.
Según recoge el departamento de análisis de Bank of America (BofA), la tendencia de los flujos de capital de la semana pasada confirman que los bonos corporativos se imponen dentro de la renta fija como la tipología favorita de los inversores. "Los vehículos de crédito de alta calificación registraron una fuerte entrada de capital la semana pasada, la mayor en ocho años, por sexta semana consecutiva", comentan desde el banco de inversión a la par que agregan que el dinero entra en la deuda soberana, pero en menor medida, y sale en la deuda de alto rendimiento (high yield).
Cada vez que el mercado descuenta un ajuste de tipos de interés por parte de los grandes bancos centrales más rápido del previsto inicialmente o más lento del pronosticado se produce un ajuste de los precios de los bonos y de las rentabilidades de los mismos (se mueven de manera inversa). Y esto tampoco ha pasado desapercibido en el mercado de crédito corporativo donde los inversores acuden tanto en las opciones a corto como a medio y largo plazo.
Además, desde BofA proyectan que la deuda corporativa seguirá demandando la atención de los inversores a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo continúen con la flexibilización de sus políticas monetarias. No obstante, cada mercado por geografía evolucionará de manera diferente. Como recoge el responsable de estrategias no tradicionales en PIMCO, Marc Seidner, la dispersión de los mercados irá a más al encontrarse los bancos centrales en calendarios diferentes y por las "asincronías del crecimiento, inflación y políticas monetarias entre países", comentó el experto.
En lo que va de año, un inversor ganaría más de un 3% con renta fija global de entidades financieras, según el índice de Bloomberg que recoge esta tipología, siendo la categoría que más ganancias arrojaría en 2024. Del mismo modo, aquella con el vencimiento más corto (hasta los tres años) también es la que mejor rendimiento por precio de los bonos da en el 2024, por encima del 3% frente a los vencimientos de diez o más años que apenas salvarían al inversor. Y, por geografía, la deuda corporativa sueca se impone con una ganancia del 3,6% mientras que la alemana roza el 2% y la española con grado de inversión alcanza el 2,3% de beneficios en el año.
La inversión en deuda corporativa ha dado un salto en los últimos 20 años. Como recuerdan desde Capital Group, desde 2004 hasta ahora casi se ha multiplicado por cuatro la cantidad de dinero invertido en esta categoría, siendo la deuda financiera la principal si se aplica un sesgo por sectores. Sin embargo, en los últimos tiempos las emisiones corporativas tienden a la baja, en particular si se compara con el 2020 donde las compañías aprovecharon para financiarse barato aprovechando los bajos costes de financiación.