Opinión | Cortito y al pie del Ibex
El producto perfecto de inversión, en mi opinión, sería que te dejaran inmovilizado durante una década el capital de un fondo (sin entradas ni salidas) y pudieras construir una selección de compañías de crecimiento con una alta retribución al accionista. La experiencia me reafirma en que las compañías que son un híbrido perfecto entre crecimiento y retribución acaban generando a sus accionistas remuneraciones inimaginables con el paso del tiempo. En una cartera compuesta por títulos que hoy retribuyen a sus accionistas en torno al 4%, el retorno por la vía del dividendo se situará cerca del 10% anual si las compañías que componen la selección son capaces de crecer cada año a una velocidad de crucero de doble dígito.