Mercados
No hay que recorrerse medio mundo para ver que la demanda de bicicletas ha sobrepasado la más optimista de las especulaciones. En cualquier tienda española, la lista de espera para poder hacerse con gran parte del catálogo excede lo que sucede con cualquier otro bien de consumo. Este hábito, bien sea como forma de transporte o como hobby deportivo ya venía creciendo de forma significativa. Sin embargo, la pandemia, como ha sucedido con otras muchas costumbres, lo ha cambiado todo. "Con la llegada del Covid-19 y las restricciones, la bicicleta se ha impuesto como un modo de movilidad seguro y saludable [además de un deporte de exterior e individual], pero también como un impulso al ecommerce y a la comida a domicilio", explica May López, profesora de movilidad sostenible en OBS Business School. Pero también de cara al futuro va a ser clave, por la ley aprobada del cambio climático, y las consecuentes zonas de bajas emisiones, la bici puede ser importante para la distribución de mercancías", añade López.