La guerra de trenes empieza a ir más allá de las fronteras españolas. El escenario de liberalización del sector ferroviario, vigente en toda la Unión Europea desde diciembre de 2020, está dando lugar a un nuevo paradigma en la movilidad de todo el continente, donde las operadoras estatales han tenido que adaptarse para competir entre sí en un mercado que ha dejado de ser nacional. Ante este panorama, España se ha convertido en uno de los países clave para evaluar cómo está funcionando la apertura del mercado, con tres operadores circulando por sus vías y a los que podrían sumarse más en los próximos años. Con la internacionalización convertida en la prioridad número uno de los antiguos monopolios, que muestran una hoja de ruta similar pero distintas velocidades, siendo la italiana Trenitalia la que más rápido está tomando posiciones en países distintos a su lugar natal.