
La guerra de trenes empieza a ir más allá de las fronteras españolas. El escenario de liberalización del sector ferroviario, vigente en toda la Unión Europea desde diciembre de 2020, está dando lugar a un nuevo paradigma en la movilidad de todo el continente, donde las operadoras estatales han tenido que adaptarse para competir entre sí en un mercado que ha dejado de ser nacional. Ante este panorama, España se ha convertido en uno de los países clave para evaluar cómo está funcionando la apertura del mercado, con tres operadores circulando por sus vías y a los que podrían sumarse más en los próximos años. Con la internacionalización convertida en la prioridad número uno de los antiguos monopolios, que muestran una hoja de ruta similar pero distintas velocidades, siendo la italiana Trenitalia la que más rápido está tomando posiciones en países distintos a su lugar natal.
La subsidiaria del grupo Ferrovie dello Stato Italiane ya está presente en España a través de Iryo, de la cual posee el 45% del accionariado, y donde se ha consolidado como el segundo operador en cuanto a oferta de trenes y asientos, con 70 conexiones diarias. También en Francia, donde cuenta con una filial local, Trenitalia Francia, que fue la primera que compitió contra el gigante galo SNCF con diez conexiones diarias en la llamada 'gallina de los huevos de oro' de los ferrocarriles europeos, la línea de alta velocidad entre París y Lyon. Prueba de su éxito es que Renfe también ha mostrado su interés en acceder a esta ruta este mismo año, donde su estrategia de expansión internacional también pasa por entrar a operar en el territorio vecino.
Su último logro ha sido pactar con la estatal alemana Deutsche Bahn la entrada de sus trenes Frecciarossa a las grandes ciudades germanas, un hito que espera alcanzar a finales de 2026, tratando de recuperar un mapa de conexiones internacionales similar al que existió durante los años ochenta y noventa con trenes nocturnos de todo tipo surcando las vías continentales. Los dos primeros trayectos planteados son Milán-Múnich y Roma-Múnich, sin descartar futuras ampliaciones, aprovechando la futura apertura del túnel de base del Brennero, que reducirá en una hora el tiempo de trayecto.
Trasvasar turistas del avión al tren
La propia Trenitalia busca, con estas nuevas conexiones entre Italia y Alemania, generar una demanda inducida de turistas que cada vez más optan por realizar viajes sostenibles –una tendencia al alza–, de forma que puedan visitar los principales destinos transalpinos en tren. Tendrán, además, la posibilidad de combinar estos trayectos con otros servicios en autobús también ofertados por la operadora a través de su servicio FrecciaLinks, un negocio puesto en marcha para diversificar su negocio.
En esta propuesta, el operador ferroviario italiano se ha encontrado con los vientos de cola de las instituciones europeas, que han volcado su estrategia de transporte comunitario en el ferrocarril por sus garantías de sostenibilidad. Así, Trenitalia se ha beneficiado del plan de acción puesto en marcha por la Comisión Europea para implantar servicios transfronterizos 'piloto' que permitan mejorar las conexiones de larga distancia por tren entre las ciudades europeas.
La mejora de la oferta internacional forma parte de los planes del grupo FS para ampliar sus ramas de negocio y con ello, los ingresos de la compañía. También supone cambiar las perspectivas internas de competición, al dejar de mirar sólo a rival privado Italo-NTV para pasar a intentar robarle viajeros al avión. Además de sus planes para expandirse al centro de Europa, la compañía italiana está trabajando en nuevas rutas en sus vecinos Francia y Eslovenia.
Estrasburgo y Liubiliana, nuevos destinos
En el caso de las vías francesas, Trenitalia estaría a punto de anunciar la puesta en marcha de una nueva conexión entre París y Estrasburgo, la capital de la región del Gran Este, en la frontera con Alemania. Según ha desvelado France 3, las conversaciones con el gestor de infraestructura, SNCF Reseau, estarían muy avanzadas, hasta el punto de que la oferta de la operadora italiana contempla unir ambas ciudades en algo más de dos horas, al efectuar parada en otras grandes ciudades como Reims, además de construir un centro de mantenimiento en la localidad de Bezannes que estaría listo en el año 2027.
En el caso de Eslovenia, la ambición de FS pasa por recuperar la conexión internacional perdida en el año 2008, ya que pese a ser dos países muy próximos entre sí y con gran vinculación, no existe un enlace ferroviario directo. Pero la situación podría cambiar este mismo año, después de que Trenitalia esté testeando desde este mismo enero la apertura de una nueva ruta entre Venecia y la capital eslovaca, Liubliana. Aunque no está concretada, esta misma ruta podría expandirse hasta Milan.
Con estos movimientos, la incumbente italiana parece ir un paso por delante de sus rivales europeos. Sólo la operadora estatal austríaca ÖBB, que presentó el pasado otoño su nueva generación de trenes nocturnos para su marca Nightjet, ha mostrado planes tan concisos para expandirse por las vías del viejo continente con una propuesta de viaje también apoyada por la Unión Europea. En concreto, y desde el pasado 11 de diciembre, conecta Berlín con París y Bruselas mediante tres conexiones nocturnas a la semana, a lo que se sumarán nuevos destinos como Barcelona en los próximos años. Mientras, en España, Iryo asegura estar centrada en continuar con su operativa actual mientras estudia conectar Madrid y París.