Redactor de elEconomista
POLÍTICA MONETARIA

El Banco Central Europeo (BCE) ha rebajado los tres tipos de interés clave en 25 puntos básicos, cumpliendo con el guion que había ido desvelando en los últimos meses. Esta es la primera rebaja del tipo principal desde 2016 (ocho años) y la primera rebaja de la tasa de depósito desde 2019 (cinco años). De este modo, el tipo interés de la tasa de depósito (donde los bancos aparcan su liquidez) se reduce hasta el 3,75%, mientras que el tipo principal de refinanciación (el tipo que se cobra a los bancos en las subastas semanales) cae al 4,25% y el tipo sobre la facilidad marginal de crédito (la ventanilla de emergencia) queda en el 4,5%, según reza el comunicado. Además, el BCE ha elevado la previsión de crecimiento en tres décimas, hasta el 0,9%, para 2024, y la inflación en dos décimas, hasta el 2,5% para este año.

Materias primas

El gas natural se ha convertido en los últimos años en una de las materias primas más sensibles para la economía europea. Se trata del recurso que más se utiliza para generar electricidad en el Viejo Continente, sólo por detrás de la energía nuclear, y la volatilidad que ha experimentado su precio en los últimos años, una situación agravada por la guerra en Ucrania, se ha convertido en un motivo de preocupación por los repuntes tan agresivos que se han producido. Esta semana ha sido un buen ejemplo, con los precios remontando un 13% sólo el lunes, la mayor subida diaria que se ha visto en 2024, y el gas ha superado los 35 euros MW/h por primera vez este año. A estos precios el recurso energético vuelve a ser un contribuyente neto a la inflación, algo que no ocurría desde enero de 2023, y seguirá siéndolo durante todo el verano.

Política monetaria

La reunión de política monetaria que el Banco Central Europeo (BCE) va a llevar a cabo este jueves no parece que vaya a traer ninguna novedad en cuanto a las medidas que pueda adoptar el organismo en esta ocasión. El BCE ha preparado bien el terreno para que todo el mundo, inversores y analistas, asuman que va a bajar los tipos de interés en junio, y esto no será ninguna sorpresa si se confirma. Lo que el mercado quiere saber es qué ocurrirá después de junio, algo que quedará más claro después de conocer cómo ha actualizado el organismo su cuadro de previsiones macroeconómicas en esta ocasión, y después de escuchar el mensaje de Christine Lagarde, presidenta del BCE, en el encuentro de este jueves.

Materias primas


El precio del cobre ha experimentado en los últimos años un rally alcista que lo ha llevado a alcanzar niveles nunca antes vistos, por encima de los 11.000 dólares la tonelada. El apetito por el metal es enorme, ya que es clave para la transición energética, y esto se combina con una producción escasa que está sufriendo la falta de nuevas fuentes de oferta. Estos argumentos, sin embargo, recuerdan a los que impulsaron el precio del litio y de las tierras raras en 2022, y que, a día de hoy, han demostrado ser exagerados. El déficit de oferta que se esperaba finalmente no ha sido tal, al encontrarse la industria con una realidad que no era la esperada: menos demanda, y una oferta que ha sido más sólida de lo que se preveía. En el caso del cobre, la exuberancia del mercado también puede haber ido demasiado lejos, tanto por parte de la oferta, como de la demanda, y el consenso de analistas espera que los precios vayan moderándose con el paso de los años desde los niveles actuales, hasta alcanzar los 9.000 dólares en 2028.

Divisas

Un mes después de que el yen tocase los 160 dólares por dólar en una sesión por primera vez desde 1990, se ha confirmado que el hundimiento de la divisa no fue a más gracias a una intervención del gobierno, y no una cualquiera: Tokio gastó 62.200 millones de dólares (9,8 billones de yenes) durante el mes para evitar que el colapso de su divisa, una cifra récord, que supera el anterior, de 2011. El esfuerzo que ha hecho el gobierno para sostener a la moneda, con una intervención en mayo que ha sido ya mayor que las que hizo en todo 2022, confirma que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para sostener al yen, una divisa que seguirá sufriendo el diferencial de tipos de interés que existe con Estados Unidos.

Hasta aquí lo fácil. El Banco Central Europeo (BCE) se comprometió hace unas semanas a bajar los tipos de interés en junio ante la potente desinflación que se ha presenciado en la eurozona y así lo hará la semana que viene. Pero esta bajada de tipos será como un espejismo o 'trampa' que pondrá la 'miel en los labios' de quien espera un alivio financiero contundente. Tras este movimiento, el BCE se enfrenta a un abismo que da vértigo. La desinflación ha sido rápida y potente, pero se ha atascado mucho antes de lo que el BCE habría querido, y confirma el mantra de que el último esfuerzo para alcanzar el objetivo del 2% es el más duro. Para colmo, los salarios han vuelto a repuntar con fuerza en el último dato publicado y la economía de la zona euro parece despertar impulsada por el consumo y la inversión. ¿Qué hay en el horizonte que se ve más allá de junio? Los miembros del BCE lo tienen claro: "Incertidumbre máxima".

Materias primas

El cobre se ha convertido en el metal industrial más codiciado. Su precio se ha disparado un 126% desde los mínimos que se vieron en 2020, en plena pandemia, impulsado por la expectativa de una grave escasez del metal para poder atender a toda la demanda que llegará por la transición energética y la adopción del coche eléctrico. Con la materia prima cotizando por encima de 10.000 dólares la tonelada, las estimaciones de mayores subidas se repiten entre los analistas. Sin nuevos proyectos de grandes minas productivas en el horizonte, el mundo está buscando nuevas fuentes de cobre para aumentar la oferta y sacar provecho de los altos precios, y ha surgido una inesperada oferta que va a poder capitalizar una industria que no tiene nada que ver con la minería: la de las telecomunicaciones.

La OPEP se acerca a un momento que puede marcar por completo tanto su historia como al mercado petrolero de todo el mundo: el final de los recortes. El grupo se acerca a una reunión clave en junio, en la que tendrá que decidir si ampliar o no los límites a la producción o, por el contrario, empezar a reducirlos poco a poco. En principio la gran mayoría de instituciones y analistas dan por hecho que, con un petróleo en retroceso y el contexto actual de mercado, el cártel tomará la determinación de mantener sus restricciones. Sin embargo, tanto las fisuras dentro del cártel como numerosos factores están generando el contexto perfecto para que el encuentro siente las bases de la desescalada y la decisión pueda llegar en meses posteriores.

Renta fija

Desde que comenzó el año, todo apuntaba a que 2024 iba a ser un año histórico en nuevas emisiones de deuda en el Viejo Continente. El arranque del ejercicio fue histórico por volumen de nuevas emisiones, y la tendencia ha continuado hasta batir, ayer a media tarde, el billón de euros en estas colocaciones, haciendo que 2024 sea el año en el que más rápido se ha conseguido este hito. 2020 era el año que marcaba el récord en este sentido, y no se consiguió hasta el 9 de junio, más de una semana después de lo que se ha logrado en 2024.

Materias primas

El precio de los alimentos se suma a la creciente preocupación de que se produzca un repunte de la inflación. Los mercados internacionales reflejan un encarecimiento de una gran variedad de productos agrícolas y ganaderos. El índice especializado de materias primas agrícolas sube un 10% en los últimos tres meses, mientras la FAO, la agencia de Naciones Unidas volcada con los alimentos y agricultura, señala en su último informe que la carne y los aceites están registrando un aumento de precios a nivel mundial.