Bolsa, mercados y cotizaciones

El tono de Lagarde y el cuadro macro tienen la llave de las bajadas de tipos más allá de junio

  • El foco de atención está en el ritmo de recortes de tipos después de este mes
  • El BCE dice ser "dependiente de los datos" por la enorme incertidumbre que existe
  • El mercado espera un proceso lento, con solo dos recortes adicionales hasta abril de 2025
Christine Lagarde, presidenta del BCE. Foto: Efe
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La reunión de política monetaria que el Banco Central Europeo (BCE) va a llevar a cabo este jueves no parece que vaya a traer ninguna novedad en cuanto a las medidas que pueda adoptar el organismo en esta ocasión. El BCE ha preparado bien el terreno para que todo el mundo, inversores y analistas, asuman que va a bajar los tipos de interés en junio, y esto no será ninguna sorpresa si se confirma. Lo que el mercado quiere saber es qué ocurrirá después de junio, algo que quedará más claro después de conocer cómo ha actualizado el organismo su cuadro de previsiones macroeconómicas en esta ocasión, y después de escuchar el mensaje de Christine Lagarde, presidenta del BCE, en el encuentro de este jueves.

Los inversores y analistas tienen algunas incógnitas que resolver ¿Continuará el BCE bajando los tipos de forma agresiva? ¿Los dejará estables durante mucho tiempo, para ir viendo cómo evoluciona la situación económica? ¿Dará marcha atrás si la inflación vuelve a repuntar? Ante estas preguntas, la rueda de prensa que dará Lagarde, presidenta del BCE, es especialmente importante en esta ocasión. No hay que olvidar que el discurso oficial del organismo se considera una herramienta de política monetaria en sí misma, ya que mueve a los mercados y, por ende, a las condiciones financieras de la zona euro.

"El principal foco de atención estará en intentar vislumbrar el ritmo de bajadas de tipos a partir de junio", explica Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G, una opinión que se repite una y otra vez entre los analistas. "La atención de los inversores se centrará en lo que vendrá después", coincide Franck Dixmier, CIO global de renta fija de Allianz GI. "En Europa, el BCE ha prometido prácticamente bajar los tipos esta semana. Por tanto, la atención se centrará en las pistas para futuras orientaciones", confirma Steven Bell, economista jefe para EMEA de Columbia Threadneedle. Pistas, que se intentarán descifrar siguiendo la retórica de Lagarde.

Un entorno macroeconómico incierto

El dilema del BCE no es sencillo de resolver, y más teniendo en cuenta que la economía de la zona euro se encuentra en una encrucijada, y no está nada claro cómo se va a desarrollar en los próximos meses. La inflación se ha moderado mucho desde máximos, sí, pero todavía no llega al objetivo del banco central (el 2%), y hay algunas señales preocupantes en este frente, especialmente por la vía de los salarios. Esta es una de las variables más importantes en este momento para el BCE, por el impacto que puede tener en la inflación y la posibilidad de que genere una espiral de subidas de precios-salarios, de la que es muy complicado salir.

A la espera de que el crecimiento salarial se modere después del impacto inicial que ha tenido la inflación en el avance de las nóminas, y de vislumbrar si la economía de la zona euro cogerá impulso o, por el contrario, se ralentizará en los próximos meses, el BCE ha evitado pillarse los dedos y comprometerse a mayores recortes de tipos después de junio. El cambio que han sufrido las expectativas de recortes de tipos que manejan los mercados en los últimos meses demuestra el alto grado de incertidumbre que existe en este momento: si a principio de año se esperaban 8 recortes de tipos para 2024, los mercados ahora asumen que sólo habrá dos. Hasta donde llega el calendario de reuniones que vigila el mercado, abril de 2025, se descuentan otros dos movimientos de tipos a la baja, de 25 puntos básicos cada uno, después del recorte inicial que prevén para este jueves.

Con esta situación sobre la mesa, esta semana también cobra especial importancia la actualización del cuadro de previsiones macroeconómicas que va a presentar el BCE. Si se revisan al alza las previsiones de inflación, los mercados reaccionarán rebajando sus expectativas de bajadas de tipos para los próximos meses, y si, por el contrario, estas estimaciones se revisan a la baja, es posible que se espere un escenario de recortes de tipos más agresivo.

En el caso de que no haya cambios, Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, cree probable que veamos "al menos otra bajada de tipos este año, sin embargo, cabe esperar que la política del BCE sea más dependiente de los datos, más pendiente de los datos de inflación, más pendiente de los datos de crecimiento y también de los salarios de cara a las próximas reuniones del Banco Central Europeo. Esto implica, por lo tanto, una cierta rebaja de las expectativas sobre las bajadas de tipos para los próximos meses, en el sentido de que estas no sean tan progresivas", explica.

El cuadro macro que está vigente en este momento, el que se presentó en la reunión de marzo, recoge previsiones de una inflación en el 2,3% en 2024, 2% en 2025 y 1,9% en 2026, con un crecimiento del PIB real (descontando inflación) del 0,6%, 1,5% y 1,6%, respectivamente, para estos mismos años.

Con todo, cabe esperar que Lagarde intente evitar pillarse los dedos y comprometerse a un calendario de recortes de tipos concreto para el futuro. "Descartamos que el BCE ofrezca una orientación firme en la reunión de esta semana, pero las nuevas proyecciones actualizadas definirán si la reciente volatilidad de los datos ha provocado algún cambio significativo en las perspectivas de la política monetaria del BCE", explica Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management.

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