Redactor de elEconomista
Los inversores se preocupan

El miedo a la recesión ha surgido en los mercados como un mazazo durante el mes de agosto. Parece que todos los indicadores que podían dar señales de alarma en los mercados se han activado al unísono, contribuyendo a generar más incertidumbre en torno al crecimiento económico global. Las bolsas, la renta fija, el oro... todos ellos se están comportando como se espera de ellos, en los momentos complicados para la economía.

Economía

El gobernador del Banco de Finlandia y excomisario de Asuntos Económicos de la UE, Olli Rehn, ha asegurado este jueves que el Banco Central Europeo tiene preparado un paquete de medidas de estímulo para calmar a los inversores ante la ralentización de la economía global. Entre las medidas se incluiría el recorte de tipos de interés y compras de deuda "sustanciales y suficientes", según informa The Wall Street Journal.

Supera los 1.500 dólares

Una de las convicciones más claras que circulan en los mercados es que el oro es un buen refugio, un activo que siempre se tiene que tener en mente como elemento de protección para las carteras cuando las aguas están revueltas. En un año que está resultando mucho más convulso de lo que esperaban los expertos, por la intensificación del conflicto comercial entre China y Estados Unidos, y el frenazo en el crecimiento económico que se está produciendo, el metal precioso está revalidando su condición de activo refugio, subiendo un 18 %, su año más alcista desde 2010, cuando se fraguaba la crisis de deuda en la eurozona.

Análisis

La deuda americana activó este miércoles una de las señales de alarma que más se ha temido durante los últimos años. La curva de intereses de la deuda del país se ha invertido, un muy mal presagio para la economía, teniendo en cuenta que en el pasado ha sido un indicador fiable de recesión en la economía estadounidense.

Guerra comercial

China y Estados Unidos no se han ido de vacaciones en agosto. Durante el último mes la guerra comercial ha subido de intensidad, con el anuncio por sorpresa de nuevos aranceles por parte de la administración Trump el día 1 de agosto, y la contestación de China el día 5, permitiendo que el yuan se depreciase por encima de los 7 yuanes por dólar. Los últimos ataques y represalias entre las dos economías más grandes del planeta han tenido eco en los mercados, con ventas generalizadas de renta variable durante las primeras semanas de agosto, tanto en Estados Unidos y China, como en la eurozona, región que se está viendo salpicada por la guerra comercial.

MERCADOS

Si hoy terminase el siglo XXI, no hay duda de que sería recordado en los mercados como la era de la renta fija. Desde que empezó el año 2000, el índice Bloomberg Barclays Global Agg, que pondera deuda de todo el mundo, sube un 140%, y solo ha habido cuatro años en los que se ha cerrado con pérdidas, a pesar de que los inversores, según la encuesta que Bank of America Merril Lynch hace cada trimestre a gestores de fondos, han estado negativos con la renta fija casi en todo momento durante las últimas décadas. En Europa, el control de los alcistas sobre la deuda soberana es aún más claro: en los últimos 19 años solo ha habido dos, 2008 y 2018, en los que el índice de Bloomberg de deuda pública europea no ha terminado en verde. En 2008, coincidiendo con el estallido de la crisis financiera, el índice perdió un 5,3%. El año pasado las pérdidas fueron del 0,69%, y todo apuntaba a que era el inicio de una mala racha para la renta fija que, al menos de momento, no ha sido así.