Arabia Saudí ha decidido dar comienzo una nueva guerra de precios del petróleo, en un momento en el que se espera que la demanda del recurso energético frene su crecimiento en los próximos meses. La decisión ha sorprendido a muchos, y los analistas tratan de dar respuesta a los motivos que han convencido al reino árabe para tomar esta decisión. Las hipótesis se suceden, y la historia recuerda cómo Arabia ha llevado a cabo estos movimientos para ganar cuota de mercado. Sin embargo, en esta ocasión hay una teoría alternativa que gana peso: un intento de contentar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poder negociar en las mejores condiciones posibles el final de la Guerra de Ucrania.