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La Guerra Fría del petróleo: la teoría de que Arabia inunda el mercado para que Trump asfixie a Putin en las negociaciones

  • Arabia quiere ganar cuota y conseguir aplacar a Trump, que dice querer bajos precios del crudo
  • El reino puede expulsar a otros productores por su capacidad excedente y su bajo coste
  • La reunión de junio de la OPEP gana importancia para ver cómo reaccionan los socios de Arabia
Los expertos debaten los motivos que han llevado a Arabia a aumentar la oferta. Foto: elaboración propia
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Arabia Saudí ha decidido dar comienzo una nueva guerra de precios del petróleo, en un momento en el que se espera que la demanda del recurso energético frene su crecimiento en los próximos meses. La decisión ha sorprendido a muchos, y los analistas tratan de dar respuesta a los motivos que han convencido al reino árabe para tomar esta decisión. Las hipótesis se suceden, y la historia recuerda cómo Arabia ha llevado a cabo estos movimientos para ganar cuota de mercado. Sin embargo, en esta ocasión hay una teoría alternativa que gana peso: un intento de contentar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poder negociar en las mejores condiciones posibles el final de la Guerra de Ucrania.

La última caída que está sufriendo el precio del petróleo tiene un responsable claro: la Organización de Países Exportadores de Petróleo, y sus socios externos, el cártel conocido como OPEP+, que lidera Arabia Saudí, el gran productor de crudo con los costes más bajos del planeta. La Organización ha decidido recuperar su cuota de producción, y ha anunciado que aumentará la oferta en 822.000 barriles diarios entre todos los miembros, primero con un aumento de 414.000 barriles diarios desde este mes, y luego, con otro del mismo calibre a partir de junio. La respuesta del mercado ya se ha hecho evidente: ventas de crudo, hasta el punto de que los precios han vuelto a caer a niveles no vistos desde 2021, los 60 dólares, en el caso del barril Brent.

La decisión de la OPEP ha sorprendido a muchos analistas, ya que supone asumir un daño importante para los propios miembros del cártel. Desde un primer momento se ha especulado con las intenciones de Arabia de castigar a los socios del cártel que han incumplido su compromiso en los últimos años, pero hay algunas señales que ponen en duda estas intenciones y hay expertos que niegan la mayor en este sentido. Hay varias hipótesis sobre la mesa: la intención de Arabia de contentar a Donald Trump, que ha presionado a la OPEP para que tome esta decisión, es una de las claves que explican el movimiento. Otros creen que la hipótesis más sencilla es la más probable, y responde a la intención de Arabia de ganar cuota de producción frente a productores menos competitivos, en un momento en el que la demanda se está hundiendo, algo que el reino saudí ya ha hecho en el pasado.

¿Un sacrificio para contentar a Trump y castigar a Rusia?

A principios de año, Trump ya dejó ver sus intenciones de utilizar los bajos precios del petróleo para ganar poder de negociación contra Rusia en el proceso de diálogo que el nuevo presidente tenía en mente para negociar el fin de la guerra de Ucrania. "Una forma de terminar [con el conflicto] rápidamente pasa porque la OPEP deje de ganar tanto dinero. La OPEP tiene el balón en su tejado para bajar los precios del petróleo. Y entonces, esa guerra terminará de inmediato", sentenció Trump en enero en la Casa Blanca, un mensaje que ya había insinuado en el Foro Económico de Davos.

El presidente estadounidense ha repetido esta afirmación esta semana, al señalar en referencia a las negociaciones sobre la guerra de Ucrania que "estamos en una buena posición para llegar a un acuerdo con Rusia, gracias a los bajos precios del petróleo". La realidad es que el descenso de los precios del crudo es un duro varapalo para Rusia, y el incremento del déficit presupuestario que ha confirmado el país lo demuestra.

El hecho de que la decisión de aumentar la oferta de petróleo por parte de Arabia Saudí encaje con los planes de Trump ha convencido a algunos analistas de que esta era la intención del líder de la OPEP cuando anunció su primer aumento de oferta. Desde Bloomberg Economics, el economista Ziad Daoud y la analista Dina Esfandiary plantean algunos de los motivos que los llevan a pensar de este modo. El primero de ellos es que se trata de una decisión sin lógica económica detrás, al menos en el corto plazo, ya que "la caída de precios que ha habido ha borrado cualquier beneficio neto que pudieran conseguir por mayores volúmenes".

Los dos expertos descartan que el movimiento sea para "acorralar a Irán", ya que en otros frentes Arabia deja bien claro que "quieren mejorar sus relaciones". Por último, no creen que el líder de la OPEP esté intentando castigar a otros miembros del cártel, como Kazajistán, ya que consideran que "si esto fuera así, habrían tomado la decisión de aumentar la oferta cuando los precios subían, no cuando los precios caen y la demanda se hunde".

Todo esto los lleva a considerar que el objetivo de Arabia Saudí en todo momento ha sido contentar a Donald Trump, y crear un contexto de mercado que, como el propio presidente estadounidense ha reconocido, ayudará a negociar con Rusia el final de la guerra de Ucrania. Para los expertos, el hecho de que el anuncio del primer aumento de oferta se hiciese justo cuando Arabia le negó a EEUU usar sus bases en Oriente Medio para atacar a Irán en un caso hipotético de necesidad, puede haber llevado al reino saudí a tomar esta decisión para aplacar las iras de Trump, y negociar con él en un momento en el que el presidente estadounidense estaba exigiendo a Arabia inversiones de 1 billón de dólares en Estados Unidos.

Por otro lado, Norbert Rücker, responsable de Investigación Económica y Next Generation de Julius Baer, expone las dificultades que hay ahora para entender los motivos que han llevado a Arabia a tomar esta polémica decisión, pero tiene muy claro que el gran perdedor por este movimiento es Rusia, quien sufrirá "una desestabilización más fuerte de la que ha podido crear cualquier sanción".

La hipótesis más sencilla: Arabia quiere su cuota a costa de quien haga falta

Todas las hipótesis están abiertas, y como explica Tomás García-Purriños, estratega senior de Asset Alocation en Santander AM , es posible que "nunca lleguemos a saber por completo la motivación de Arabia", pero el experto se inclina por la explicación, a su juicio, más sencilla: Arabia, como ha hecho en el pasado, quiere ganar cuota de mercado a costa de quien haga falta, y el contexto actual de caídas de precios, en contra de la opinión de los expertos de Bloomberg, es el más propicio para hacerlo.

"Lo que está haciendo Arabia Saudí es lo que ha hecho siempre: aprovechar cualquier frenazo en la demanda para presionar con los precios del petróleo. Lo hizo en 2019, en 2014… suele intentar presionar a los miembros de la OPEP cuando sabe que hay poca demanda, para obligarles a cumplir, y siempre con la amenaza de que su capacidad ociosa es mucho mayor", explica García-Purriños.

Es lógico que quien inicia la guerra de precios es quien cree que tiene las de ganar, y el hecho de que Arabia Saudí tenga ahora 3 millones de barriles diarios de petróleo de capacidad sin utilizar, casi la mitad de la capacidad excedente total de los 12 miembros de la OPEP, es en un arma poderosa para el reino frente al resto del mundo. Y más, al contar históricamente con uno de los costes de producción más bajos del mundo, del entorno de los 10 dólares por barril.

Sea quien sea quien haya aprovechado el contexto de precios altos de los últimos años que consiguió generar Arabia con su sacrificio, el reino saudí parece haber decidido que ahora ha llegado su turno de ganar cuota sin mirar a quien se lleva por delante para conseguir mejorar su posición en el mercado, en un momento en el que la demanda se deteriora. "En los últimos dos años la OPEP ha perdido 2 millones de barriles, fácil, y 4 millones de barriles diarios desde 2020 de cuota de mercado. No se puede aguantar mucho tiempo así, y es normal que se produzcan tensiones", confirma García-Purriños.

Eso sí, sea cual sea el motivo principal que ha llevado a Arabia a decidir aumentar la oferta en un momento de menor demanda de petróleo para inundar el mercado de crudo, no se puede descartar que el reino haya tenido en cuenta el impacto de su decisión en distintos frentes, y que el argumento de favorecer a Trump, si lo que quería eran bajos precio del crudo, haya tenido peso a la hora de tomar la decisión.

Ahora gana importancia la próxima reunión del cártel, que está planificada para el próximo mes de junio, para ver la reacción de los grandes productores de petróleo al movimiento de Arabia Saudí. "La clave está en la reunión de junio. Si no hay acuerdo unánime, en junio puede haber problemas. Arabia podría presionar mucho y algún miembro de la OPEP podría salirse del cártel. Esto generaría mucho ruido", explica García-Purriños.

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