
El miedo a la recesión ha surgido en los mercados como un mazazo durante el mes de agosto. Parece que todos los indicadores que podían dar señales de alarma en los mercados se han activado al unísono, contribuyendo a generar más incertidumbre en torno al crecimiento económico global. Las bolsas, la renta fija, el oro... todos ellos se están comportando como se espera de ellos, en los momentos complicados para la economía.
Durante el mes de agosto, la bolsa, el activo de riesgo por excelencia, ha sufrido un duro revés, tras apretar Donald Trump el botón rojo en la guerra comercial, anunciando nuevos aranceles a importaciones de China. El ataque estadounidense tuvo represalias por parte del país asiático, que devaluó su divisa para ganar competitividad, algo que en el pasado ha avivado los temores por que pueda generar desinflación.
La bolsa mundial cae un 4,8%
El MSCI World, índice de bolsa mundial, ha perdido un 4,79% en las 11 jornadas en las que ha cotizado en el mes -datos a cierre del jueves-. En capitalización las pérdidas del selectivo global se miden por billones de dólares; en concreto, 2,24 que se ha esfumado en apenas dos semanas. El S&P 500 ha perdido 1,16 billones de dólares en el mismo periodo, una caída del 4,3%, mientras el EuroStoxx 50 ha retrocedido un 4%, o 166.000 millones de euros.
Las pérdidas del Ibex han sido similares, en términos relativos, con un descenso del 5% que supone en torno a 28.000 millones de euros en capitalización bursátil. El índice español ha borrado gran parte de las ganancias que acumulaba en el año con la última caída.
Huida a la deuda más segura
Además de la renta variable, el mercado de bonos ha sido un buen ejemplo de la rotación de los inversores hacia activos más seguros. En lo que va de agosto, entre las principales categorías de deuda que recoge Bloomberg, el soberano estadounidense es la que mejor se ha comportado durante el mes, con un avance del 3,30% del índice agregado que elabora la agencia. La deuda estadounidense soberana, con vencimientos más cortos, ha sido la segunda que mejor lo ha hecho, con un avance del 2,96% y, tras ella, el índice global de bonos soberanos ha repuntado más del 2,72%.
Al tiempo que los inversores acudían a la deuda más segura, han ido saliendo de los títulos de renta fija de más riesgo, haciendo que la categoría de 'alto rendimiento' (high yield) sufriese las mayores caídas en el mes, del 2,15% en este caso. La deuda china es la segunda más denostada en agosto, con caídas del 1,35%.
La curva americana se invierte
Una de las señales más claras que ha dado el mercado esta semana ha sido, sin duda alguna, la inversión de la curva de rendimientos en Estados Unidos. Por primera vez desde la crisis financiera, el bono estadounidense con vencimiento a 2 años ha llegado a marcar una rentabilidad superior a la del título a 10 años, una señal que en el pasado ha sido un indicador fiable de la llegada de una recesión en los siguientes dos años.
Durante los últimos 40 años, desde 1978, las cinco recesiones que ha sufrido la economía estadounidense han venido precedidas por esta inversión de la curva. Eso sí, el hito se produjo durante la sesión del miércoles, pero al cierre de la jornada el bono a 2 años y el de 10 habían vuelto a ofrecer la misma rentabilidad.
Bajada de tipos de la Fed
La curva de tipos se ha anticipado a una recesión en los últimos años, pero lo que realmente indica es que los inversores descuentan que la Reserva Federal (Fed) se verá obligada a bajar los tipos de interés próximamente. El organismo ya ha acometido una bajada este año, pero cada vez son más los indicios, al margen de la curva de rendimiento de Estados Unidos, que apuntan a que en próximas fechas la Fed tendrá que hacer más esfuerzos de los que se estimaban para apoyar a la economía del país.
Según los datos que recoge Bloomberg, el mercado descuenta ahora una probabilidad de casi el 32% de que en la reunión de septiembre la Fed recorte los tipos 50 puntos básicos, y no 25, la opción más probable en este momento, que ha sido habitual durante los últimos años. Hace apenas dos meses el mercado, indicaba una probabilidad del 11,3%, muy por debajo de la actual, de que el organismo que dirige Jerome Powell acometiese una bajada de tipos de ese calado en el mes de septiembre.
El oro sube como refugio
Si hay un activo al que acuden los inversores cuando pintan bastos para el crecimiento económico, ese es el oro. Históricamente ha servido de refugio en los momentos complicados, y su comportamiento en agosto está mostrando el aumento del temor de los inversores. Durante el mes sube casi un 6% y en el año ya repunta cerca del 18%. Ha sido en agosto cuando el metal ha superado la cota de los 1.500 dólares por onza por primera vez desde 2013.
Eso no ha hecho que los inversores se echen atrás con el metal: según los datos de la Comisión de Comercio sobre Futuros de Materias primas -CFTC-, las posiciones alcistas sobre futuros del metal se incrementaron durante la primera semana de agosto hasta máximos no vistos desde 2016, una cifra neta (el número de contratos alcistas menos el de bajistas) de 285.000 contratos que apuestan por una subida.