Margaret Thatcher y Ronald Reagan coincidieron en el tiempo y tuvieron un enorme éxito económico. Sus países estaban dominados por el pesimismo, la intervención estatal, los altos impuestos, las regulaciones paralizantes y, como grandes consecuencias, el estancamiento y la recesión económica. La fórmula que aplicaron para salir del agujero fue muy simple: la libertad. Dejar libertad a la gente para que desarrollara su creatividad y sus deseos de progresar. No ver el deseo de hacerse rico como algo negativo, sino como una forma de crecimiento en la que los más capacitados tiraran del resto.