Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.
Materias primas

Las importaciones de petróleo en EEUU llevan años cayendo. La creciente producción nacional de shale oil (petróleo de esquisto) está desplazando a parte del petróleo que llega de fuera de las fronteras de la primera potencial mundial. La OPEP está sufriendo de lleno el avance del shale oil, no sólo por tener que soportar unos precios del crudo más bajos, también porque están perdiendo al que ha sido uno de sus mejores clientes en las últimas décadas.

Política monetaria

La Reserva Federal podría rebajar el precio del dinero de forma preventiva en la reunión de finales de julio (pasamos de la paciencia a la acción). El mercado está descontando con más de un 80% de probabilidades este movimiento que tendría como objetivo oficial llevar la inflación al 2% y la economía al pleno empleo, pero también apagar las señales de recesión que están enviando los mercados. En la reunión de este mes no se espera ningún movimiento del banco central salvo algún cambio en el lenguaje y las expectativas sobre el precio del dinero.

Política monetaria

El Banco Central Europeo se enfrenta a una desaceleración de la economía y de la inflación (y en el peor de los casas a una nueva recesión) sin haber dado un paso hacia la normalización monetaria. El espacio de acción (con las herramientas usadas hasta hoy) es escaso y los datos no parece que vayan a acompañar. En la reunión de este mes de junio varios miembros del Consejo de Gobierno pusieron sobre la mesa la reanudación de las compras netas de bonos (QE por sus siglas en inglés) y nuevas bajadas de unos tipos que ya están en el -0,4%. Probablemente, Mario Draghi, actual presidente del BCE, se libre de anunciar nuevas medidas (su mandato culmina en octubre), pero como dice Christian Odendahl, presidente del Centre for European Reform, la Eurozona necesitará a alguien incluso más audaz que Draghi.

Banca y rentabilidad

La banca de la zona euro ha perdido 21.400 millones de euros desde que el 11 de junio de 2014 el Banco Central Europeo (BCE) se introdujese en el mundo de los tipos negativos. Este tipo de interés corresponde a la facilidad de depósito (-0,4%) que obliga a los bancos de la zona euro a pagar esa cantidad anual por su exceso de liquidez: el dinero que dejan a un día en la facilidad de depósito más el que aparcan (en principio por más tiempo) en el exceso de reservas del BCE. Esta penalización afecta con más intensidad a los países cuya banca necesita operar con grandes cantidades de liquidez por su modelo de negocio.

Política monetaria

Los bancos centrales han ganado relevancia desde la Gran Recesión a esta parte. Su decisiva actuación con las políticas monetarias no convencionales han convertido a estas instituciones en protagonistas de la actualidad económica. No obstante, al igual que una parte importante de expertos y tecnócratas encumbran las acciones del BCE o la Reserva Federal como salvadoras de las economías desarrolladas, otra parte cree que los Draghi, Powell o Kuroda de turno están fallando a la hora de alcanzar un objetivo de inflación. Una meta de precios que, además, se podría estar quedando corta (u obsoleta) en un mundo en el que el bienestar cobra cada vez más importancia, en el que la desigualdad económica avanza en los países desarrollados y en que el cambio climático amenaza con cambiarlo casi todo. No es que los bancos centrales tengan que asumir todas esas responsabilidades solos, pero sí podrían contribuir a su mejora con las herramientas que tienen a disposición.

Política monetaria

La banca esperaba con ansia la reunión del Banco Central Europeo de este jueves. Se esperaba que el BCE fuese muy generoso con las condiciones de las nuevas subastas de liquidez a largo plazo (TLTRO), algo que se ha cumplido, pero sólo en parte. Y es que los 'palos' al sector han pesado más de lo que se esperaba: se retrasa la subida de tipos, al menos, hasta el primer semestre de 2020; ya se habla de recortar el precio del dinero y, por último, Draghi descarta imponer un sistema de tramos que minimice la penalización que paga la banca por la liquidez que guarda en el banco central. El resultado ha sido una caída en bolsa del sector en Europa y con especial énfasis en España.

Política monetaria

Mario Draghi, presidente del BCE, ha concluido (tras varios meses de estudio) que los bajos tipos de interés no están dañando el canal de transmisión de la banca, aunque ha asegurado que seguirá estudiando su efecto sobre las entidades porque puede variar en el tiempo. De este modo, parece descartado un sistema de tramos como el que usan los Bancos de Japón (BoJ) o el Banco Nacional de Suiza y que permite a la banca reducir la tasa que pagan por aparcar su exceso de liquidez en el banco central.