Justo cuando Moscú está lidiando contra las sanciones más duras a las que se ha enfrentado en su historia reciente, la industria rusa está incrementando la perforación de suelo para extraer petróleo. Esto, que parece una auténtica incoherencia, revela que las sanciones que EEUU y el resto de Occidente han impuesto sobre el crudo ruso no han logrado su objetivo. Pero, por otro lado, también puede ser síntoma de una situación preocupante: los pozos de petróleo activos están empezando a agotarse. Según ha publicado la agencia Bloomberg, Rusia va camino de anotarse dos años récords de perforación.