Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.

Justo cuando Moscú está lidiando contra las sanciones más duras a las que se ha enfrentado en su historia reciente, la industria rusa está incrementando la perforación de suelo para extraer petróleo. Esto, que parece una auténtica incoherencia, revela que las sanciones que EEUU y el resto de Occidente han impuesto sobre el crudo ruso no han logrado su objetivo. Pero, por otro lado, también puede ser síntoma de una situación preocupante: los pozos de petróleo activos están empezando a agotarse. Según ha publicado la agencia Bloomberg, Rusia va camino de anotarse dos años récords de perforación.

Los bombardeos de EEUU y Reino Unido sobre las posiciones hutíes (aliados de Irán) en Yemen están provocando fuertes movimientos en los mercados de crudo. El petróleo Brent, de referencia en Europa, ronda los 80 dólares por barril, unos niveles que no sobrepasaba desde finales de 2023. El West Texas, de referencia en EEUU, avanza un 3% y sobrepasa los 74 dólares por barril. Durante la mañana las subidas han llegado a superar el 4%. La geopolítica parece estar haciendo el trabajo sucio a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que lleva meses intentando impulsar los precios del crudo sin demasiado éxito.

China está decidida a colocar sus coches eléctricos en el mercado europeo como sea. Ante la dificultad de construir plantas de fabricación en el Viejo Continente, dados los elevados costes y los prolongados plazos, los fabricantes del gigante asiático lo están fiando todo al mar: el transporte marítimo es casi la única forma de exportar masivamente vehículos desde Asia a Europa. Como en 2020 se jubilaron viejos buques portavehículos aprovechando el parón del mercado de la automoción por la irrupción del covid, los fletes ahora son caros. Pero las empresas chinas han encontrado una rápida solución: levantar una flota de grandes buques que puedan acelerar las exportaciones a Occidente.

Resulta curioso como en el mundo hay economías que siendo tremendamente ricas en recursos naturales (petróleo, minerales...) tienen un nivel de desarrollo relativamente bajo, mientras que otras que apenas tienen recursos naturales terminan siendo muy desarrolladas. Este último caso es el de Dinamarca. Una economía que, con un clima hostil y pocos recursos naturales, ha tenido que progresar a base de ingenio, instituciones sólidas y fiables, un sistema educativo superior de gran calidad, facilitando la creación de negocios, atrayendo capital y generando un marco adecuado para crear uno de los mercados laborales más admirados del mundo (la flexiseguridad). Todo ello ha creado el caldo de cultivo idóneo para que algunos de los fármacos punteros se produzcan en Dinamarca y sirvan hoy para impulsar la economía, como si de un hallazgo de petróleo se tratase.

China ha logrado un nuevo récord de producción de petróleo y gas. Los titánicos esfuerzos del gigante asiático están dando sus frutos, aunque estos 'frutos' son cada año menos accesibles y tienen menos 'carne'. La producción nacional de crudo se ha situado de media en los 4,16 millones de barriles diarios, según los datos publicados por la televisión oficial del Gobierno de China. De este modo, el 'gigante asiático' sigue siendo el sexto mayor productor de crudo del mundo, aunque se acerca a Irak, que es el quinto mayor productor de petróleo del mundo con 4,3 millones de barriles diarios.

Imagine una industria que transporta mercancías por valor de más de 14 billones de dólares y controla el 80% del comercio mundial: este sector existe y es la industria naviera. Esta industria lleva años sufriendo cambios drásticos (una consolidación enorme que está reduciendo la competencia) y justo ahora se enfrenta a nuevos retos que pueden encarecer sus operaciones. Las aguas de los puntos de estrangulamiento (choke points en inglés) son cada vez menos seguras, ya sea por los ataques terroristas, los piratas o incluso el cambio climático. Todo ello parece dar forma a una combinación peligrosa que podría desembocar en un drástico incremento de los costes de transporte. Este escenario aún no se ha materializado y puede que no llegue a hacerlo, pero resulta interesante analizar cómo funciona esta industria, quiénes son los reyes del mar y qué está pasando en el tablero global del comercio marítimo en estos momentos.

La industria del petróleo se reinventa de forma constante en un intento por extraer petróleo de lugares donde hace tan solo unas décadas era impensable, además de para mejorar la eficiencia y productividad de su actividad. Un buen ejemplo de ello son las seis islas artificiales que se levantaron hace unos años en los campos petrolíferos submarinos de Upper Zakum y Satah Al Razboot, en las aguas de Emiratos Árabes Unidos (EAU). Estas mastodónticas construcciones en medio del mar están incrementando poco a poco su capacidad de extracción de crudo. Se espera que en los próximos años catapulten la producción de EAU, un país que ya es el sexto productor de petróleo del mundo.

Las sanciones económicas que tienen como objetivo el petróleo de Rusia podría estar empezando a ganar tracción. Hasta la fecha, el impacto de estas sanciones ha sido descafeinado en el mejor de los casos. El petróleo ruso sigue fluyendo con gran normalidad de los puertos de Rusia y a través de sus oleoductos, gracias a aliados inesperados y a grandes clientes que han seguido comprando el petróleo al encontrarse fuera de la órbita de Occidente. Sin embargo, ahora hay crecientes señales de que los flujos de petróleo de Rusia podrían haber comenzado a verse afectados tras la renovada intensificación de las sanciones estadounidenses contra comerciantes y compañías navieras que transportan el petróleo del país.

La persistente desigualdad económica entre territorios es uno de los muchos problemas a los que se ha enfrentado la economía española en las últimas décadas. Para intentar suavizar estas diferencias, España cuenta con un sistema fiscal progresivo que tiene varias herramientas de distribución de renta, entre los que se encuentra el sistema de financiación autonómica. El objetivo de este es reducir la brecha económica entre personas y territorios para ofrecer una financiación suficiente a cada ciudadano viva donde viva. A priori, esta herramienta, junto al resto del sistema fiscal, debería ayudar a reducir la distancia de renta bruta per cápita entre regiones... o no. Este es el curioso caso del País Vasco, cuyo privilegiado sistema de financiación (el cálculo del cupo vasco) permite a sus ciudadanos mantener unos niveles de renta bruta disponible (los más altos de España) que apenas varían en términos relativos respecto a su renta per cápita. El País Vasco disfruta de una financiación efectiva que más que duplica al resto de comunidades.

El petróleo ha comenzado el año 'montado en una montaña rusa'. Tras las subidas y bajadas provocadas la semana pasada por la creciente tensión en el Mar Rojo entre EEUU, Israel e Irán, el crudo cae con intensidad esta jornada, ante las rebajas de Arabia Saudí (venderá su crudo más barato a sus clientes asiáticos) y el auge de las posiciones bajistas de los inversores en los futuros de petróleo. Con todo, el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, cae un 4% perdiendo los 76 dólares por unidad. El West Texas, de referencia en EEUU, cae incluso más de un 4,5% y pugna por no perder los 70 dólares el barril.