Economía

Los buques errantes cargados de petróleo ruso muestran que las sanciones de EEUU empiezan a funcionar

  • 14 buques rusos con destino a la India llevan días haciendo extraños movimientos
  • Todos estos barcos llevarían alrededor de 11 millones de barriles de petróleo
  • La India está impidiendo que estos buques atraquen sin una causa concreta
Un petrolero ruso frente a la costa de Sajalín, al sureste del país. Foto: iStock

Las sanciones económicas que tienen como objetivo el petróleo de Rusia podría estar empezando a ganar tracción. Hasta la fecha, el impacto de estas sanciones ha sido descafeinado en el mejor de los casos. El petróleo ruso sigue fluyendo con gran normalidad de los puertos de Rusia y a través de sus oleoductos, gracias a aliados inesperados y a grandes clientes que han seguido comprando el petróleo al encontrarse fuera de la órbita de Occidente. Sin embargo, ahora hay crecientes señales de que los flujos de petróleo de Rusia podrían haber comenzado a verse afectados tras la renovada intensificación de las sanciones estadounidenses contra comerciantes y compañías navieras que transportan el petróleo del país.

Durante el último mes, un total de 14 buques cisterna que transportan barriles de petróleo desde Rusia hasta la India han estado vacilando, girando en U o apagando los equipos que informan a los sistemas de seguimiento digital de su ubicación, unas acciones que se están produciendo en el último mes con bastante frecuencia, según fuentes consultadas por Bloomberg. Todo hace indicar que el endurecimiento de las sanciones anunciado por EEUU sobre el crudo ruso están empezando a funcionar.

Los 14 transportistas identificados por Bloomberg tienen entre todos 11 millones de barriles de petróleo a bordo. Se suponía que todos irían a la India, donde el gobierno aseguró este mes que recortó las importaciones rusas porque los precios no eran lo suficientemente baratos. Nueva Delhi ha descartado así las especulaciones que sostenía que había problemas en los sistemas de pago para entregar a Rusia el dinero por los barriles. La mayoría son productos Sokol (un tipo de petróleo) exportados desde el este del país, pero algunos cargamentos del emblemático crudo de los Urales también están retenidos.

Seis de esos 14 buques se quedaron inactivos en la costa de la India, aunque dos indicaron que podrían desviarse hacia China (que ya compra grandes cantidades de petróleo ruso). A pesar de los obstáculos, es probable que continúe el comercio de petróleo de calidad Sokol entre Rusia e India, con tres operaciones adicionales de transferencia de barco a barco (ship to ship) de cargamentos de Sokol y tres nuevos cargamentos (NS Antártida, Jaguar, Vostochny Prospect) que ahora están señalando a la India como su destino final, aseguran los expertos de la agencia de noticias financiera.

La geopolítica y las sanciones sobre Rusia

Tanto las autoridades de Moscú como las de Occidente están siguiendo de cerca el destino de estos barcos. EEUU está tratando de trazar una delgada línea entre, por un lado, limitar el acceso de Rusia a los petrodólares y, al mismo tiempo, mantener el suministro a nivel global para evitar una perturbación demasiado grande pondría en peligro el objetivo de la inflación.

Mientras tanto, la India quiere el petróleo barato de Rusia a la vez que busca mantener una relación sana con Moscú, pero al mismo tiempo también ansía mantenerse al lado de Occidente. La India tiene serios rivales en su propia región y Occidente puede ser un gran aliado. China o Pakistán son siempre serias amenazas para la India, por lo que contar con el apoyo de EEUU resulta vital para el país.

Ahora, las dudas de la India, junto al mayor control de las sanciones, están provocando que la relación comercial entre Rusia y la India sufra un tenso momento, con el petróleo como protagonista. Cualquier paso en falso puede incrementar la tensión y poner en riesgo las relaciones entre la India y EEUU, pero también están en juego los lazos entre Nueva Delhi y Moscú. Como se puede observar, el equilibrio es complejo. Con todo, las importaciones de petróleo crudo de la India desde su mayor proveedor, Rusia, se desplomaron en diciembre a su nivel más bajo desde enero de 2023, coincidiendo con la noticia de los seis petroleros que transportaban petróleo Sokol y no pudieron entregar su carga.

EEUU 'asusta' a las navieras griegas

Detrás de todos estos movimientos parece estar el miedo que ha cundido entre algunas empresas involucradas a raíz de la decisión del Departamento del Tesoro de EEUU de redoblar la guardia para el cumplimiento del tope al crudo ruso impuesto hace poco más de un año por el G-7 y la Unión Europea. Aunque pareció funcionar en sus primeros meses de vida, el tope de 60 dólares al petróleo ruso empezó a hacer aguas en verano.

Ha habido navieras -las de Grecia, especialmente en el foco- que seguían transportando crudo ruso, cundiendo la sospecha de que lo hacían sin respetar el tope (hacía falta una declaración escrita de que ese petróleo se había adquirido por ese precio o uno inferior). Asimismo, la 'flota fantasma' de viejos petroleros constituida por el Kremlin (las navieras helenas también han sido señaladas por estas ventas opacas) estaba ayudando a comerciar ese petróleo por encima del precio. Un informe del Atlantic Council hace un par de meses señalaba que cerca del 70% del transporte de petróleo ruso se realizaba ya mediante esta flota en la sombra, frente a menos del 30% en enero de 2022.

En un primer momento, no hubo reacción de Occidente porque una de las premisas del tope era castigar financieramente a Rusia sin implosionar el mercado petrolero global. Sin embargo, tras ver que el crudo de los Urales llegaba a los 80 dólares después del verano y que su fuerte producción afectaría a la dinámica del mercado, Washington movió ficha. Al filo de noviembre, el Departamento del Tesoro americano empezó a enviar cartas a unas 30 empresas de unos 12 países que gestionan alrededor de unos 100 petroleros bajo sospecha en las que se les inquiría sobre qué habían hecho para cumplir con el tope de 60 dólares.

El número de petroleros de propiedad griega que van a Rusia disminuyó en una cuarta parte en noviembre en comparación con el mes anterior y bajó un 60% desde junio, según muestran los datos de Bloomberg. A finales de noviembre, la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción (NACP) de Ucrania sacaba a TMS Tankers y Minerva Marinede la lista de "patrocinadores internacionales de la guerra" alegando que ya habían dejado de transportar crudo ruso. Estas firmas se habían mostrado especialmente activas cargando petróleo ruso en los puertos del Mar Negro y del Báltico, según datos de Energy Intelligence.

"Rusia invirtió en nueva capacidad de transporte marítimo que opera sin servicios occidentales, creando más capacidad para las exportaciones de petróleo con precios por encima del tope", escribió Wally Adeyemo, subsecretario del Tesoro, en un memorando obtenido por Axios tras romper el crudo de los Urales el tope. Este memorando fue enviado a sus homólogos de la coalición de países del G-7 (y Australia) que idearon el tope. "Debemos ajustar nuestro enfoque para tener en cuenta la nueva dinámica", escribió Adeyemo.

El plan de limitación de precios se basaba en el hecho de que los proveedores de servicios como los transportistas y las aseguradoras -la columna vertebral tradicional del mercado mundial del petróleo- tienen su sede casi por completo en Occidente y están sujetos a la normativa financiera occidental. Básicamente, se exige a los transportistas y aseguradoras que obtengan garantías de quienes compran y transportan el petróleo -en 'atestados' firmados- de que el petróleo se vendió por debajo de 60 dólares. En caso de incumplimiento, las empresas podrían ser objeto de sanciones penales y civiles. Sin embargo, durante gran parte del año pasado apenas se hicieron públicas medidas para hacer cumplir la normativa.

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