Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.
Economía

Los países del sur de Europa fueron el epicentro de la crisis de deuda que estuvo a punto de destruir el euro entre 2011 y 2013. Por entonces, España, Portugal, Grecia e Italia (también Irlanda) eran unas economías que se encontraban en plena recesión, muy poco competitivas, con grandes déficits por cuenta corriente (y fiscales) y elevado endeudamiento privado. Con este currículum, dichos países recibieron el apelativo extraoficial de PIGS (cerdos en inglés). Hoy, la situación es un tanto diferente. Aunque los países del sur siguen presentando importantes vulnerabilidades, muchos de los puntos débiles de su economía se han solventado. Por el contrario, los países core se enfrentan a una situación más compleja, al menos, en el corto plazo.

La economía de Alemania está a punto de desbancar a Japón como la tercera más grande del mundo en 2023, pese a la crisis que vive la otrora 'locomotora del crecimiento europeo'. Muchos se preguntarán cómo es posible que Alemania, cuyo PIB retrocederá, previsiblemente, un 0,5% en 2023, adelante a la economía de Japón, que terminará este año con un crecimiento positivo. La explicación está en la divergencia de las políticas monetarias de la zona euro y Japón que impactan directamente en sus divisas y, por ende, en el tamaño de sus economías cuando se denominan en dólares.

Economía global

Fomentar el ahorro y contener el gasto. Este es, probablemente, uno de los consejos que más veces escuchamos a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, llevado al extremo y de forma colectiva, puede suponer la 'ruina' de una economía. En el sistema predominante en el que vivimos, basado en la división del trabajo y la especialización de la producción, el gasto de uno es el ingreso de otro. Si la rueda dejar de girar, la economía puede tambalearse y terminar cayendo. Algo así es lo que está sucediendo en China, un problema que a primera vista no parece tener una solución sencilla y que está llevando a la economía a perder impulso más rápido de lo esperado.

Hay un pequeño país que lleva varios años registrando las mayores tasas de crecimiento del mundo con diferencia. Tal ha sido el despegue de esta economía, que el PIB se ha triplicado en solo cuatro años. Aunque a simple vista parece un milagro, lo cierto es que la explicación es bastante sencilla. Los astros se han alineado para la economía de Guyana: un país muy pequeño (hace frontera con Venezuela y Brasil, entre otros, y cuyas costas están bañadas por el Atlántico), que ha encontrado mucho petróleo y que justo ha comenzado a exportarlo en un momento de grandes tensiones en el mercado del crudo. Salvo el bache del covid en 2020, que llevó a la cotización del crudo momentáneamente a la zona de los 20 dólares, el precio del petróleo se ha situado de forma estable por encima de los 70 dólares (ha llegado incluso a superar los 100 dólares el barril), generando un torrente de ingresos para el país que está propulsando su crecimiento económico.

Energía

Desde que diese comienzo la guerra de Ucrania, las advertencias de todo tipo a nivel económico no han parado de repetirse. Aunque es cierto que el precio de las materias primas se disparó (y sigue muy elevado), los problemas en las cadenas de suministro se agudizaron y la incertidumbre en los mercados se ha convertido en un factor crónico, la sangre no ha llegado al río, al menos de la forma que se anticipó.

Economía global

Analizar y vaticinar el ranking de las economías mundiales a largo plazo es un ejercicio casi de ciencia ficción. Sin embargo, prestigiosos bancos, casas de análisis y otras instituciones financieras realizan, de forma anual, sesudos informes en los que intentan arrojar algo de luz sobre el futuro tablero de la economía global. Aunque no todos los estudios muestran conclusiones iguales, todo hace indicar que China, la India y EEUU estarán luchando por el primer puesto de la economía global en las próximas décadas. Hay quien va más lejos y hace apuestas más arriesgadas y precisas, como es el caso de Goldman Sachs, que en una nota reciente ponía incluso fecha al sorpasso de la India a EEUU. La clave está en la demografía.

Economía

El éxito económico de Polonia parece casi incuestionable. El PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (PPA) se ha multiplicado casi por seis desde 1990, la tasa de paro se ha hundido a mínimos históricos y la economía del país ha sufrido una modernización intensa que incluye pasos como la reciente apuesta por la energía nuclear. Pero lo que es mejor, todo ello ha sucedido sin que se haya producido una pérdida notable de competitividad de los bienes y servicios polacos. Polonia exporta cada vez más y mejor pese al incremento relativo de sus costes laborales.

Se esperaba que el banco central de Turquía (CBRT por sus siglas en inglés) diese un giro contundente a su política monetaria y así lo ha hecho. El organismo ha aprobado este jueves una espectacular subida de tipos del 8,5% al 15% (650 puntos básicos de golpe) tras 27 meses sin subir el precio del dinero. La inflación turca supera aún el 40%, si bien ha registrado lecturas por encima del 80% hace meses.

La escasa rentabilidad relativa de los depósitos en España ha generado una considerable controversia entre los ahorradores. Aunque los intereses ofrecidos por las entidades nacionales han aumentado en el último año, siguen estando por debajo del que ofrecen otros bancos europeos y muy lejos de otros activos como las letras del Tesoro o los fondos monetarios. Los expertos sostienen que esta "anomalía", que afecta de manera generalizada a la zona euro, pero especialmente a España, está relacionada con el exceso de liquidez que aún disfruta el sector bancario y con la concentración del sector en algunos países -muy pocos jugadores tienen una porción muy grande de la tarta-. Así se desprende de un documento ocasional publicado por el Banco de España este mismo martes.

La economía de España está muy cerca de recuperar los niveles de PIB previos a la pandemia. Además, la actividad sigue creciendo con cierta intensidad frente al estancamiento de la zona euro o la recesión de Alemania. Aunque el modelo productivo parece similar al de décadas pasadas, los componentes que están impulsando el PIB por el lado de la demanda son totalmente diferentes a los del pasado. España está 'volando' sin su motor habitual, el más potente: el consumo privado. Por el contrario, el sector exterior parece tener un peso cada vez mayor, lo que lleva plantear la siguiente pregunta: ¿está realmente cambiando la economía española?