China está a punto de alcanzar la 'orilla' del mundo desarrollado. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, su renta per cápita en paridad de poder adquisitivo superará este año los 22.000 dólares que marcan esa frontera. Pese a no haber alcanzado todavía de forma oficial esa meta soñada, China ya sufre muchos de los problemas de los países avanzados (envejecimiento, bajo crecimiento de la productividad, sectores muy endeudados...). Entre estos problemas, hay uno que es realmente curioso: a China le sobran universitarios y le faltan 'curritos'. Este es un problema típico de economías muy avanzadas, pero que curiosamente ha 'atacado' a China antes de lo previsto, generando una divergencia en el mercado laboral preocupante y peligrosa. El 'gigante asiático' parece haber dejado atrás el conocido punto de inflexión de Lewis (Lewis turning point), para adentrarse ya en una etapa más madura de desarrollo laboral.