Opinión
El mundo ha cambiado y tras las diferentes cumbres internacionales celebradas durante el mes de noviembre, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Glasgow y el encuentro del G20 celebrado en la ciudad de Roma, se ha podido comprobar, de nuevo, la necesidad inmediata de tomar soluciones diferentes a los problemas mundiales actuales. El acuerdo alcanzado por los líderes de las 20 potencias más poderosas del planeta, que representan el 85% de la economía mundial, ha sido muy claro y con un objetivo sin fisuras: limitar el calentamiento global a 1,5ºC, tomando medidas significativas para lograr este umbral, que evite que se disparen los fenómenos meteorológicos extremos.