Director del Centre of European Union Studies y profesor del Master in International Finance del IEB

Después de la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989, Alemania Occidental tomó la histórica decisión de reunirse con Alemania Oriental, pero el canciller Helmut Kohl subestimó los costos y las dificultades de la reunificación. Después de la unificación, el desempleo se disparó en Alemania Oriental. Casi el 80 por ciento de los alemanes orientales perdieron sus trabajos de forma temporal o permanente a principios de la década de 1990. El precio de la transición del comunismo al capitalismo en Alemania del Este fue una generación perdida de trabajadores.

Estamos viviendo un momento extraordinario en la historia económica y política tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea. El equipo del presidente Biden está decidido a no repetir los errores de la presidencia de Obama. La administración Obama, asesorada por el economista de Harvard, Larry Summers, creía que, al ser fiscalmente responsable de los déficits fiscales y la deuda pública, podría convencer al Partido Republicano de apoyar sus políticas económicas para enfrentar la crisis financiera.

Actualmente nos enfrentamos a tres desafíos globales: una crisis de COVID, una crisis climática y una crisis de cooperación internacional. La crisis del coronavirus ha llevado a todos los gobiernos del mundo a afrontar este desafío global, cerrando voluntariamente sus economías y reduciendo la actividad económica para detener la propagación del virus.

El primer ministro británico, Boris Johnson, prometió un futuro glorioso para Gran Bretaña fuera del mercado único más grande del mundo. Solo había un problema: él sabía que no firmar un acuerdo con la Unión Europea, sería desastroso para Gran Bretaña. Hemos pasado mucho, mucho tiempo esperando un acuerdo sobre el Brexit y obtuvimos un consenso de última hora. Boris Johnson insistió en alargar las negociaciones para ganar concesiones de último momento y reclamar una victoria pírrica para Gran Bretaña.

Joe Biden afronta desafíos complejos después de que su antecesor, Trump, manejara mal la economía, la crisis de la Covid-19 y las elecciones. El número de casos de coronavirus continúa creciendo y la administración Trump esta en contra de los confinamientos y el uso obligatorio de mascarillas. Jay Powell, presidente de la Reserva Federal, advirtió al Congreso que el aumento de los casos de coronavirus podría "resultar un desafío para los próximos meses", ya que todavía existe una gran incertidumbre sobre el coste, la distribución y la eficacia de las últimas vacunas anunciadas.

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