El pasado 6 de febrero la Asamblea de Madrid debatió sobre uno de los problemas que más afecta a las grandes ciudades de nuestro país: el crecimiento descontrolado de las viviendas de uso turístico. En el caso de Madrid, el crecimiento del último año (de más de un 23%) demuestra una apuesta política estratégica por parte del gobierno de Díaz Ayuso. Barrios convertidos en atrezo al servicio de la representación escénica de un turismo de masas que expulsa a los residentes, destruye el comercio y somete la ciudad al interés de inversionistas y especuladores.

Doctor en Derecho y diputado de Más Madrid