La Operación Brody –como se conoce a la investigación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)– y la vuelta a España de Luis Rubiales, expresidente de la Federación, han puesto al mundo del fútbol en el foco mediático en plena final de la Copa del Rey, que se juega hoy en el estadio de La Cartuja entre el Athletic de Bilbao y el Real Mallorca. Inaugurado en 1999 y con una capacidad para 57.619 espectadores, se trata del segundo estadio más grande de Andalucía y el quinto de España, aunque sea ha convertido también en un pozo sin fondo.