Las inmobiliarias de la familia Grifols han elevado su deuda un 50% en solo un año, hasta 403,6 millones de euros al cierre de 2022, según las últimas cuentas presentadas. La familia, que se enfrenta a la acusación por parte de Gotham City de haber engañado presuntamente a los inversores inflando sus datos de ebtida (resultado bruto operativo) de Grifols, tiene que hacer frente a un vencimiento de 250,5 millones en 2025 con otra de sus sociedades, Quadriga Real Estate.